“LAS MUJERES TUVIMOS QUE INVENTARNOS ESPACIOS PROPIOS”

Jimena De Santiago
Columnas
Compartir

Jimena de Santiago, conocida artísticamente como Ximbo, es una de las primeras mujeres en incursionar en el hip hop en México: con más de 30 años de carrera, ha logrado consolidarse no solo como rapera, sino también como activista, productora y tallerista.

Su trayectoria refleja la lucha por la visibilidad de las mujeres en la música urbana y la construcción de espacios colectivos en una escena históricamente dominada por hombres.

—¿Por qué eligió este género musical?

—Fue muy loco, creo que no tuve otra opción. Siempre supe que quería hacer música, pero no pude estudiar formalmente. En mi adolescencia la rebeldía me llevó al hip hop, que es bello porque se aprende por experiencia y de boca en boca. Es un espacio no académico que me descubrió a mí tanto como yo a él.

—¿Cómo fue su camino en el hip hop siendo mujer?

—No ha sido fácil. En los noventa, en la Ciudad de México, éramos quizá cinco chicas rapeando; ahora queda una sola de aquel grupo inicial. La gran mayoría de mujeres se ve arrastrada por la vida, la maternidad, la educación o el trabajo. Tuvimos que inventarnos nuestros propios espacios y en 2006 creamos la colectiva Rimas Femeninas, que luego se transformó en Mujeres Trabajando. La colectividad ha sido clave: aprender unas de otras nos evita empezar de cero y fortalece la escena feminista del hip hop.

—¿De qué manera influye el feminismo en sus letras?

—Muchísimo. Empecé a rapear a los 16 años sin saber nada de feminismo; poco a poco lo fui descubriendo gracias a maestras y compañeras. Hoy mi rap está permeado de un feminismo consciente, intergeneracional e interseccional. Reconocer el esfuerzo colectivo y la historia de otras mujeres me permitió escribir desde la reflexión, no solo desde la experiencia personal.

Entretejer

—¿Cómo actúa la industria del hip hop hacia las mujeres actualmente?

—La industria masiva aún nos ignora, especialmente al hip hop de raíz y a las mujeres que lo representan. Pero eso también nos da libertad: podemos crear sin rendir cuentas a nadie. La independencia nos permite empoderarnos, hacer crecer el talento femenino y construir escenarios propios, lejos del mainstream.

—¿Cómo cree que las mujeres pueden transformar la escena del hip hop y hacerla más inclusiva?

—Lo más importante es la colectividad y la sororidad. Si cada mujer que llega al hip hop busca crecer sola será muy difícil abrir espacios; pero si nos apoyamos, nos escuchamos y compartimos experiencias, podemos transformar toda la escena.

También es clave, dice Ximbo, “visibilizar los procesos de las artistas que han venido antes, aprender de ellas y no sentir que todo comienza desde cero. Necesitamos espacios seguros donde se respete nuestra voz, donde se fomente la creatividad sin imposiciones y donde podamos ser reconocidas por nuestro talento y no solo por ser ‘la mujer del grupo’.

La transformación, añade, “también pasa por educar al público y a la industria, por mostrar que el hip hop de raíz es diverso y que las mujeres somos parte esencial de esa historia. Entre más nos empoderemos unas a otras, más fuerte será la escena”.

—Para las jóvenes que quieren integrarse al hip hop, ¿qué consejo daría?

—Primero, aplaudir el primer paso que dan. Después, entretejer: intercambiar conocimientos, crecer personal y colectivamente. El rap es sanación, aprendizaje y construcción de comunidad. La visibilidad y los recursos llegarán si nos enfocamos en lo que realmente importa: crear desde la autenticidad y la solidaridad.

×