UNAM: LABORATORIO TECNOLÓGICO PARA ENSEÑANZA INNOVADORA

“Nuevos formatos y metodologías para mejorar la educación”.

J. Alberto Castro
Columnas
UNAM

En la emergencia por el Covid-19 profesores y alumnos del mundo entero se vieron obligados a adquirir en cuestión de horas las competencias digitales necesarias para seguir aprendiendo. En muchos países se vivió el cambio de aulas físicas por aulas en línea. Para quienes venían trabajando en educación a distancia poco fue lo que cambió, pero para el grueso de la población la pandemia significó adaptarse a una modalidad desconocida, relegada, la cual incluso llegó a despertar cierta desconfianza.

Conforme pasó el tiempo se fueron descubriendo las bondades y las ventajas de la tecnología aplicada a la educación. Muchos profesores entendieron que debían adaptarse a una nueva plataforma y de alguna forma implementaron una didáctica digital. En cuestión de meses se dio un cambio masivo en la forma en que las personas enseñan y aprenden.

Uno de los estudios de la compañía de tecnología educativa BlinkLearning sostiene que “la mayoría de los docentes considera que el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha mejorado los niveles de motivación de los estudiantes, aun después de verse forzados a usar la tecnología sin la formación adecuada”.

Muchas universidades, escuelas, profesores y formadores prueban estrategias de enseñanza innovadoras en la nueva normalidad para mantener a los estudiantes más interesados y comprometidos. Y los programas digitales los ayudan a llegar a la mente de los estudiantes y brindarles un mejor acceso a las clases.

Relacionado con esto, la UNAM abrió por estos días las puertas del Laboratorio de Creatividad Educativa (LABCE), un espacio físico-virtual diseñado como un lugar de experimentación, búsqueda e investigación para la integración creativa e innovadora de tecnología digital en los procesos didácticos.

Creatividad

En el mundo y en distintas instancias surgen laboratorios de creatividad y diseño educativo. En el caso de la Máxima Casa de Estudios se trata de un sitio para generar, evaluar y difundir propuestas de innovación en la práctica educativa, de carácter experimental, pragmático, multi, pluri, inter y transdisciplinario, y con la capacidad de fomentar y generar procesos de innovación y de creatividad educativa a partir de la participación de estudiantes, docentes, investigadores y tomadores de decisiones.

Contactado por Vértigo el coordinador del LABCE, Horacio Durán Macedo, detalla que en este espacio “se diseñarán nuevas formas de enseñar, que van muy acordes con lo que hemos vivido en la emergencia sanitaria, donde destaca la trascendencia de la creatividad educativa en entornos virtuales y que demanda gran esfuerzo, sobre todo pensando en las complejidades de cada una de las disciplinas y de los distintos tipos de conocimientos que es necesario transmitir”.

El laboratorio, dice, “tendrá como principales usuarios a los profesores de las modalidades abierta y a distancia, aunque está disponible para el personal académico de esta casa de estudios, estudiantes e investigadores que cuenten con proyectos creativos centrados en estrategias tecnológicas que contribuyan a una mejor enseñanza y un aprendizaje completo de los estudiantes”.

Para este especialista la palabra creatividad tiene múltiples acepciones, pero al mismo tiempo su connotación propia: implica crear, hacer, y puede ir en paralelo con innovar.

Además, asegura que en este laboratorio la creatividad jugará un papel preponderante porque atraviesa prácticamente a todas las áreas del conocimiento como la ciencia, el arte, la tecnología, las matemáticas, la física, entre otras.

Un vector importante en LABCE será el diseño, porque se crearán modelos educativos, metodologías, tecnologías y sistemas innovadores y creativos con el propósito de diseñar una manera diferente de enseñar y aprender.

El LABCE es resultado de un proyecto que inició con la intención de contar con un ambiente propicio para la investigación, experimentación y desarrollo de ideas para la transformación digital de la educación. También se concibió como un ambiente colaborativo, multidisciplinario, tecnológico, de innovación, bajo los principios de movilidad, conectividad, flexibilidad y espacio reconfigurable.

Durán reitera que entre los proyectos vinculados se encuentran los de accesibilidad e inclusión para la educación superior, así como colaboración en el aprendizaje mediado por tecnología, entre otros.

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Educación híbrida

El universitario subraya que el moderno laboratorio se conforma por tres áreas principales: las zonas de desarrollo y colaboración, y las aulas de aprendizaje multipropósito, cada una con equipamiento diferente, como el de proyección holográfica.

En la primera se cuenta con dos cabinas de producción audiovisual donde profesores, estudiantes e investigadores pueden desarrollar seminarios por la red (webinars); la segunda está diseñada para los aprendizajes colaborativo —en diversas metodologías— y autónomo. Y en la tercera hay una sala de observación.

La conexión eléctrica y de datos se puede realizar desde cualquier lugar de las instalaciones; además, hay diversas áreas de graficación para optimizar los procesos de creatividad.

Apunta que los interesados en hacer uso de estas instalaciones deberán presentar un proyecto de docencia, investigación o formación, el cual evaluará un comité.

Como actividades de promoción para la transformación digital de la educación también se realizarán conferencias y conversatorios, en vivo y por internet. Con la pantalla holográfica se pretende que haya eventos de interacción en tiempo real, donde el docente esté en otro espacio, pero interactúe con los participantes.

Doctor en Ciencias de la Educación por el Colegio de Estudios de Posgrado de la Ciudad de México, Durán considera que en los tiempos pospandémicos la tendencia de la educación pasa por la tecnología, por lo que ahora surge la educación híbrida, que representa una oportunidad para que los educadores se reinventen y exploren nuevos formatos y metodologías con el objetivo de mejorar la educación.

Para el académico es muy importante que hoy la educación a distancia se vea de igual forma a la educación presencial o escolarizada. Afirma que “el cambio de paradigma tecnológico nos alcanzó a todos; no podemos suponer que la generación actual de estudiantes, que ya tiene acceso al mundo digital, pueda simplemente sentarse en los pupitres y escuchar lo que el profesor tiene que enseñar”.

Los educadores, puntualiza, “deben sumarse a los cambios; no se pueden quedar atrás del avance tecnológico; por ejemplo, debemos guiar a los alumnos ante el surgimiento de los chats de Inteligencia Artificial (IA) y la analítica de datos, ya que serán herramientas indispensables en el proceso educativo”.

Celebra el surgimiento del LABCE porque “es una opción para subrayar que desde la pedagogía se debe responder a los cambios tecnológicos. Una sociedad que se transforma requiere de nuevas competencias y de las habilidades del futuro. Porque ante un modelo económico, social y cultural distinto necesitamos nuevas formas de educar y de aprender”.

Uso de tecnología educativa en México

De acuerdo con el Estudio sobre el uso de la tecnología en la educación de BlinkLearning (2021), en el que participaron 573 maestros de todo el país, 75% de los encuestados considera que su profesión se revaloró tras la pandemia. También revela que el uso de herramientas digitales para la enseñanza creció 54 puntos porcentuales por el confinamiento (al pasar de 39% previo a la pandemia a 93% después). Este aumento fue decisivo: 61% de los docentes mexicanos encuestados considera que este aumento en el uso de tecnología educativa fue un factor de motivación preponderante para que los alumnos siguieran estudiando. En lo que respecta a los estudiantes, el informe señala que las herramientas digitales más utilizadas por los alumnos mexicanos fueron las laptops y los celulares, con 36 y 35% de preferencia, respectivamente, seguidos de computadoras personales (10%), iPads (8%), tabletas Android (3%) y otros dispositivos distintos a los anteriores (8%).