VALIENTES JUEZAS

“Fallos colegiados que se argumentan frente a pares”.

Sergio Sarmiento
Columnas
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México cuenta con un grupo cada vez más numeroso de juezas, magistradas y ministras que demuestran tener un temple muy sólido. Frente a presiones de todo tipo, sostienen sus posiciones con gran valentía.

Norma Piña no era la candidata favorita del presidente López Obrador para presidir la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ya que la ministra había tenido uno de los historiales de voto más opuestos a las posiciones del mandatario. En cambio, Yasmín Esquivel, quien también buscó la presidencia de la institución, se ha caracterizado por tener el máximo de coincidencias con el gobierno.

La ministra Esquivel fue descartada en parte por el escándalo del presunto plagio de su tesis de licenciatura. Piña ganó en una tercera y cerrada ronda por seis votos contra cinco de Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien si bien fue criticado constantemente por el presidente, ha votado como ministro muchas veces a favor de las iniciativas presidenciales.

En un principio López Obrador aplaudió la elección de Piña e incluso dijo que una mujer presidía por primera vez el tribunal gracias a él: “La señora presidenta de la Suprema Corte, para hablar en plata, está (ahí) por mí… Sí, porque antes el presidente ponía y quitaba a su antojo al presidente de la SCJN”. La verdad es que, si bien siempre ha habido presiones, los ministros han tenido plena libertad para elegir a su presidente.

AMLO pronto empezó a menospreciar y atacar a Piña. En la ceremonia de aniversario de la Constitución no se le dio un lugar junto al mandatario, como corresponde al protocolo. Después, el coordinador de Comunicación Social de la Presidencia la criticó en redes sociales por no haberse puesto de pie cuando llegó AMLO. Más tarde, el presidente se quejó de que a partir de la llegada de la ministra a la presidencia de la SCJN se desató “una ola de resoluciones” a favor, según él, de delincuentes, sin considerar que por ley nadie, ni siquiera la presidenta de la Suprema Corte, puede imponer fallos a los jueces. Y cuando Piña fue objeto de amenazas a su vida en redes sociales, López Obrador comentó con ligereza: “Esos que pusieron el mensaje en una de esas hasta fueron ellos mismos, porque son capaces de eso y más”. La respuesta de Piña fue: “No buscamos aplauso (…) La justicia representa nuestro valor más alto”.

Reconocimiento

Otra juzgadora que ha enfrentado retos es Janine Otálora, magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). A ella le tocó presentar el dictamen sobre la destitución de Edmundo Jacobo, secretario ejecutivo del INE, y propuso que se descartara el cese porque la Constitución determina que el funcionario debe ser nombrado por el INE en uso de su autonomía.

La respuesta de la Presidencia fue promover un procedimiento para evitar que pudiera votar en la sesión del pleno por haber circulado la ponencia entre sus colegas, cosa que se hace de manera habitual. López Obrador comentó: “Ese tribunal ha retorcido la ley (…) Son muy ambiciosos”. Lo curioso es que cuando Otálora era presidenta del TEPJF no solo ratificó el triunfo del presidente, sino que le entregó la constancia de mayoría.

Las decisiones de la SCJN o del TEPJF son por naturaleza controvertidas, pero se trata de fallos colegiados que se argumentan frente a pares y ante la nación. Lo bueno es que el valor de estas juezas no pasa inadvertido. En la mañana del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Piña fue recibida con un entusiasta aplauso por sus compañeras de la Suprema Corte.

Es muy raro que un funcionario logre un reconocimiento así.