LISTA NEGRA DE VÍCTIMAS

Lourdes Mendoza
Columnas
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El caso que hoy voy a tratar es el de Adriana Herrera, exEMP, exSedena y exGN, quien por negarse a una sistemática violación de los preceptos constitucionales y a revictimizar a quienes han padecido violencia ejercida por el Ejército hoy vive una pesadilla acusada de deserción de las Fuerzas Armadas.

Como encargada de la Dirección de Vinculación Ciudadana le ordenaron atender todos los casos generados por las acciones de contención a la violencia por parte de guardias nacionales que hubieran aterrizado en uso excesivo de fuerza y que hubieran generado la muerte o lesiones de ciudadanos, aunque eso no le tocaba.

“La primera vez que fui a atender un caso de personas heridas por la GN entendí que el procedimiento que hacían era irregular. A las víctimas las hacen firmar convenios, si se mueren, pues a los familiares (víctimas indirectas), al violarse una serie de disposiciones que señala la Ley General de Víctimas, no se les garantiza que van a conocer la verdad de cómo sucedieron los hechos; no les permiten ya elevar el caso a la CNDH por el uso excesivo de la fuerza; en la carpeta de investigación no se registran estos convenios y, por ende, no se registran en el Registro Nacional de Víctimas. Por eso hay una lista negra de víctimas”, me cuenta en entrevista.

Al negarse a ser parte de estos abusos Adriana fue castigada y la regresaron al Ejército como Ministerio Público militar en Reynosa. Se amparó y unos meses después el Ejército le inició una carpeta de deserción.

Luego de tres meses de amparo, apenas hace unos días el juez decidió sobreseer su tema porque el Ejército argumentó que no era su firma y el juez se las compró.

Ha perdido todo, pero no se arrepiente de no haber sido parte de los abusos.

El reino de la simulación

Otro tipo de abusos son los que estamos viendo a todas luces en las precampañas presidenciales, que están desatadas tanto por parte de las corcholatas de Morena como por parte de la oposición.

Como lo mencioné ya en este espacio, esto necesariamente tiene que derivar en una nueva reforma electoral en la que se termine con la simulación, llamando asambleas informativas a evidentes mítines electorales por parte de los aspirantes de Morena y también del lado opositor en plena campaña por posicionar a su ficha Xóchitl Gálvez.

Es evidente que está desbordada la rigidez electoral que actualmente nos rige y la simulación que de esta deriva, por lo que gane quien gane en 2024 deberá haber una reforma electoral que flexibilice la actividad electoral para evitar las violaciones a la ley en la que todos están incurriendo.

Estilo mata carita

Para terminar, otra simulación es la que se vive en el IMSS, donde los trabajadores que denunciaron el mal funcionamiento de los elevadores fueron despedidos, todo esto antes de la trágica muerte prensada en uno de estos ascensores en Playa del Carmen.