La tiranía del like

El hecho de pedir, dar y recibir likes a veces cae en la trampa de la enorme necesidad de atención.  

Pablo Reyes
Columnas
Sheeran
Foto: Mark Kent / Creative Commons

La industria de la música y el internet atraviesan por una época muy particular: actualmente hay muy pocos artistas que no cuentan con redes sociales y la gran mayoría las utiliza para promover su trabajo, ya sea anunciando un concierto o actualizando a sus seguidores con las actividades artísticas cotidianas. Sin embargo, pareciera que las enormes posibilidades de comunicación y flujo de información en la red, el libre acceso y la democratización de la música han pasado a ser características secundarias.

A juzgar por la opinión de quien esto escribe, ahora pareciera más bien que el interés principal de los usuarios se enfoca en otras facetas, menos favorables para el desarrollo humano, y en todo caso este interés podría estar ligado al efecto sicológico que tiene el internet sobre nuestra cabeza, nuestro estatus y la “aceptación” del público en general.

Sabemos que cada vez se escucha hablar más de adicción, de usos correctos e incorrectos y de cómo compaginar el mundo de los bites con el de los átomos.

Analistas e intelectuales comienzan ya a explorar nuestras humanas peripecias durante estas dos décadas aproximadas de conexión ininterrumpida. Quizás el estimado lector habrá notado una cierta tendencia que lentamente crece en los interminables post de Facebook, Twitter o Instagram, si nos enfocamos en las tres principales redes sociales que son utilizadas por los artistas para promover su desempeño.

Despedida

El asunto es que pareciera que ahora el like (me gusta) se ha convertido en un nuevo enervante. El hecho de pedir, dar y recibir likes a veces cae en la trampa de la enorme necesidad de atención.

Sabemos que este fenómeno es notorio también fuera de la industria de la música, pero por ahora nos enfocamos a evaluarlo en este medio y quizás a preguntarnos si realmente vale la pena tratar de validar una carrera artística sometiéndola bajo el yugo y la tiranía del like.

El tema da para mucho más, por lo que vale la pena mencionar una noticia que ha sacudido al medio internacional y que al entender de quien esto escribe pone el ejemplo y crea un precedente en el ámbito musical: el cantautor británico Ed Sheeran anunció que abandona las redes sociales. “Me he dado cuenta de que he estado viendo el mundo a través de una pantalla y no con mis propios ojos”, señaló el artista inglés en un comunicado de despedida.

Ed dijo adiós a sus 5.5 millones de seguidores en Instagram y a sus 16 millones de fans en Twitter.

Sheeran ha tomado esta decisión justo después de culminar su gira mundial, la que lo consolidó como una de las mayores estrellas pop del planeta. El cantante, de solo 24 años, ha conseguido todo esto con su segundo disco, titulado X. Sheeran llenó tres estadios Wembley, cosechó nominaciones al Grammy, obtuvo el premio al mejor disco del año en los Brit Awards y consiguió ser número uno en el Reino Unido, Alemania y Australia. Su disco ha despachado siete millones de unidades, una cifra que solo se veía hace 20 años, cuando no imperaba el internet.

En su comunicado de despedida el cantante afirma también que se toma un descanso de su teléfono y de sus correos electrónicos y que uno de sus objetivos ahora es “viajar por el mundo y ver todas las cosas” de las que se ha perdido.