BAD HOMBRES

Pablo Reyes
Columnas
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Cómo olvidar el día en que Donald Trump dijo abiertamente que en su opinión los mexicanos somos violadores, narcotraficantes y una bola de “bad hombres”.

En tiempos en los que la retórica es tan divisoria y los latinos en Estados Unidos somos acosados e incluso acribillados en tiroteos (El Paso, Texas) por el simple hecho de hablar español y portar en nuestra piel el orgullo de una raza mestiza, el periodista y director de cine Andrew Glazer lanza al universo del streaming una pieza fílmica imperdible: el documental Bad hombres (2020), que sigue a Los Tecolotes de los dos Laredos, el único equipo de beisbol profesional binacional del mundo.

La cinta explora las relaciones fronterizas entre Estados Unidos y México a través de la “pelota caliente”, revelando cómo la herencia transfronteriza del equipo proporciona un símbolo de unidad.

Bad hombres explora las vidas de los jugadores, sus familias y la comunidad en general afectada por una retórica divisiva, pero unidos por una historia común, tradiciones compartidas y el amor por el juego. Dos naciones. Dos ciudades. Un equipo.

El documental se estrenó el viernes 16 de octubre en el canal Showtime, motivo por el cual conseguimos una entrevista exclusiva con el director Andrew Glazer, quien en perfecto español nos contó acerca de la película, de su vida y su labor periodística.

“Creo que hablar español me abre muchas puertas en mi carrera profesional. Tuve un profesor de español en el séptimo grado (secundaria) en Filadelfia, en una escuela liderada por Quakers (cuáqueros), quienes dieron refugio a migrantes centroamericanos que huían de las contras y con ello nos expusieron a realidades muy diferentes. A mis 14 años tuve la revelación de que hay muchas maneras de entender el mundo”, dice.

Y es que en tiempos de extrema división en el mundo entero “mientras más personas se hablen entre ellas, más empáticas serán”, añade Glazer.

En un país en busca de la descentralización como lo es México debemos entender las características culturales de los pueblos fronterizos. En el caso de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Laredo, Texas, al conocer un poco más allá de nuestros límites entenderemos que “las líneas culturales son difusas y las comunidades comparten una identidad en ambos lados del Río Grande”, como señala el director de Bad hombres, quien por años ha sido periodista de The New York Times y VICE News, donde ha reportado sobre la franja de Gaza y la guerra entre Israel y Palestina, en lo que el propio informador considera como “un proyecto futuro sobre muros y fronteras divisorias”.

Glazer es profesor de producción de documentales y cortos en la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York y nos contó sobre su interés por Los Tecolotes: “Me enteré del equipo por un artículo en The New Yorker. Curiosamente no era respecto de este equipo en particular, sino sobre Alejandro Escobedo, un músico mexicoamericano de Texas, quien estaba muy molesto por el muro en la frontera. Me llamaron la atención los cuatro renglones en la historia que mencionaban al equipo, puesto que en ese momento comenzaban a jugar la mitad de sus juegos como locales, divididos entre los dos Laredos, y entonces se me encendió la bombilla”, apunta.

El beisbol es el “mayor gran pasatiempo” de Estados Unidos y para Andrew “descubrir que es tan popular en México como lo aprendí al filmar la película me ayudó a encontrar una manera de mostrarle a la gente lo que creo que es la realidad: que los dos países están inexorablemente unidos por una historia, particularmente en la zona fronteriza, donde los límites son políticos y no culturales”.

A título personal, la metáfora que este filme representa no podría ser más clara: no hay frontera política que pueda dividir a una comunidad y su cultura.