Triste inicio de año

La muerte de dos figuras en el terreno de la música empaña el inicio de este 2016.

Pablo Reyes
Columnas
Natalie Cole
Foto: Especial

La muerte de dos figuras en el terreno de la música empaña el inicio de este 2016.

Natalie Maria Cole, cantante de soul, jazz y pop, murió el último día de 2015 en su natal Los Ángeles, en el hospital Cedar Sinai.

Natalie, de 65 años, fue la única de los cinco hijos del legendario Nat King Cole que se dedicó con éxito a la música. Se podría decir que recibió el talento de su padre como un arma de doble filo.

A pesar de que Nat King Cole triunfó, debió también enfrentarse al racismo imperante en Estados Unidos en tiempos del presidente Dwight D. Eisenhower. Tras sus años universitarios, donde incluso coqueteó con el radicalismo político del Black Panther Party, Natalie comenzó a cantar profesionalmente.

Su apellido facilitaba conseguir conciertos pero a la larga resultó un obstáculo, pues muchos promotores y discográficas esperaban un repertorio distinto y ella era una artista fiel a los sesentas, atraída por el soul y el rock, por lo que se negaba a interpretar las canciones identificadas con su padre.

Finalmente fue lanzada en 1975 por Capitol Records, la compañía de su progenitor, y tuvo éxito inmediatamente con temas como Sophisticated lady y I’ve got love on my mind. Los productores siguieron el modelo de los discos de Aretha Franklin, lo que provocó el enfado de la Reina del soul, aunque en realidad Aretha no tenía nada que temer, ya que la adicción de Natalie a los enervantes era un secreto a voces en la industria musical y explicación para sus tantas ausencias y deslices.

Además, Natalie era más flexible en lo musical: en 1988 colocó en las listas su versión new wave de un tema de Bruce Springsteen: Pink Cadillac.

Ya en los noventas Natalie se rindió a la presión y se decidió a explotar el legado familiar. Aceptó que la sombra de su padre era demasiado grande y en 1991 lanzó Unforgettable… with love, donde recreaba éxitos de su progenitor e incluso la tecnología permitió que grabara un dueto con la voz del difunto Nat King Cole, en lo que las malas lenguas del negocio denominaron “el desenterrado”.

Gracias a esta grabación la Academia premiaría a Natalie con varios premios Grammy.

Otro adiós

El cantante francés Michel Delpech, quien se hizo enormemente popular en su país en las década de 1960 y 1970, antes de caer en una profunda depresión que lo mantuvo años alejado de los escenarios, murió el sábado 2 de enero a los 69 años, víctima de cáncer.

El anuncio de su fallecimiento en un hospital de Puteaux, en las afueras de París, donde llevaba ingresado un año, provocó una larga cadena de reacciones, empezando por el presidente François Hollande.

Nacido el 26 de enero de 1946 en Courbevoie, Delpech saltó a la fama con apenas 18 años, en particular gracias a su disco Chez Laurette de 1965. Encadenó el éxito con otros títulos como Pour un flirt de 1968, Les divorcés de 1973, Le Chasseur de 1974, y Quand j'étais chanteur de 1975.

Su debut en 1966 en la Sala Olympia no pudo tener mejor fortuna: Delpech fue el encargado de abrir la velada musical que despidió triunfalmente al músico Jacques Brel en Les adieux à l’Olympia.