Una noticia en especial retumbó en el universo de la música la semana pasada: el renombrado violagambista, director y compositor catalán Jordi Savall rechazó el Premio Nacional de Música en España.
¿Y por qué?, se preguntará el lector. El músico ha obtenido las más altas distinciones en Francia, Alemania, Austria y otros países por su dedicación a la música antigua e incluso hace solo dos semanas fue distinguido con la Medalla de Oro del Parlamento de Cataluña.
Pues bien, al parecer el artista rechazó el galardón para “no traicionar sus principios y sus convicciones más íntimas”.
Vamos más a fondo. Sin duda Jordi Savall, nacido en Igualada, Barcelona, en 1941, no se distingue por ser un músico de temperamento imprevisible sino más bien al contrario: respira paz y serenidad dentro y fuera del escenario y ante cualquier conflicto prefiere el diálogo sereno al estallido pasional. Por eso ha causado mayor impacto su decisión de no aceptar el Premio Nacional de Música de España, en la modalidad de interpretación, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte del propio país, comunicada el pasado jueves 30 de octubre.
¿Entonces de dónde proviene el rechazo? La razón es más sencilla de lo que en realidad parece. En una carta abierta en respuesta al ministro de Cultura español, José María Lassalle, tras recibir la distinción, el músico se mostró profundamente en desacuerdo con la política cultural de su gobierno.
Para Savall, la profunda indignación por la política cultural del ministerio dirigido por José Ignacio Wert ha pesado más que “la alegría por un tardío reconocimiento a más de 40 años de dedicación apasionada a la difusión de la música como fuerza y lenguaje de civilización y convivencia”.
Puesto que la distinción procede de la principal institución del Estado responsable del “dramático desinterés y de la grave incompetencia en la defensa y la promoción del arte y de sus creadores”, el artista renunció al galardón, y así lo expresó públicamente, con esas mismas palabras, en la carta abierta acompañada de un comunicado de prensa que difundió tras haber notificado su decisión esa mañana al ministro de Cultura.
Solo
Savall señala que le duele especialmente el pobre apoyo a la recuperación y difusión del patrimonio musical hispánico milenario, riquísimo repertorio al que lleva dedicado más de cuatro décadas.
Y no solo considera “insuficientes” los esfuerzos y las inversiones que el gobierno destina al mundo de las artes y la cultura en general, y en particular a la música. También denuncia que al igual que la inmensa mayoría de músicos y conjuntos del país “he seguido adelante solo, con mi esfuerzo personal, sin contar jamás con una ayuda institucional a la producción y materialización de todos mis proyectos musicales”.
El Ministerio de Educación y Cultura emitió a su vez un comunicado en el cual expresa su “respeto a la decisión” del músico.