BALENCIAGA

“Con un solo trozo de tela podía hacer vestidos con volumen perfecto”.

Sergio Pérezgrovas
Columnas
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De la moda, lo que acomoda.

Emiliano Carpintero

Cristóbal Balenciaga Eizaguirre nació en la pequeña localidad vasca de Guetaria (Guipúzcoa), en España, dentro de una familia católica y pobre.

Su padre fue un pescador que murió en el mar y su madre costurera, de quien aprendió el oficio.

Desde que tenía uso de razón quería ser modisto. Cuando tenía 13 años la VII marquesa de Casa Torres y abuela de la futura reina Fabiola de Bélgica sintió que debía ayudar al joven a realizar su sueño, así que decidió plantearle un pequeño reto: le dio un pedazo de tela y uno de sus más exclusivos diseños de ropa para que lo copiara y demostrara de qué era capaz. Le gustó tanto a la marquesa que desde entonces ella se convirtió en su mecenas.
A los 25 años formó, junto con las hermanas Lizaso, la casa Balenciaga Lizaso. Luego de constantes discusiones sobre el quehacer terminó separándose. Y al cabo de algunos años de relativo éxito Cristóbal abrió una tienda a la que puso por nombre Eisa, en un claro homenaje a su apellido materno, en San Sebastián.
La familia real y la aristocracia de la época usaron sus creaciones. Pero a partir de la Guerra Civil española se vio obligado a cerrar sus tiendas y tuvo que viajar a París, donde abrió un taller en la avenida George V en agosto de 1937.
A partir de la década de 1950 es cuando comienza a ser reconocido y despliega su creatividad con hombros caídos, cinturas pinzadas y caderas redondas, con tal dominio que la mismísima Coco Chanel llegó a decir: “Es el único de nosotros que es un verdadero costurero”.
Era tal su perfección que con un solo trozo de tela podía hacer vestidos con volumen perfecto, como si fueran esculturas.
Desafortunadamente, por cuestiones económicas, tuvo que cerrar su taller en 1968 y murió a la edad de 77 años el 23 de marzo de 1977.

Hay una película, El hilo fantasma, con las actuaciones de Daniel Day-Lewis y Lesley Manville, basada en parte de su obra y su personalidad, muy recomendable. La encuentras en las plataformas.
La sobaquera
El papá de Tris le había enseñado que la sobaquera tenía que ser perfecta, así que cuando fue grande buscó al mejor talabartero de México para que le diseñara una que se adaptara a su cuerpo.

Tenía que estar pegada a las costillas y, como era zurdo, estar del lado derecho para poder desenfundar rápidamente, además de que era importante que no se viera debajo del abrigo.

Curiosamente encontró a un refugiado español de nombre Raúl Quintanilla Balenciaga. Se la hizo a la medida exacta, le puso sus iniciales y no le cobró. Serían amigos hasta la muerte.