BONEY M Y OTRAS COSAS

“En el momento en que se creó la música disco sus detractores dijeron que no tenía futuro”.

Sergio Pérezgrovas
Columnas
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No hay máquina del tiempo más hermosa que una vieja canción.

Uno de los grupos de música disco más importantes de la época de los 70 es sin duda Boney M, gracias al productor Frank Faraian.

Curiosamente no nació en Estados Unidos sino en Alemania: el productor trabajaba en una disquera llamada Hansa.
Se estima que la agrupación ha vendido cerca de 170 millones de copias. La formaban cuatro artistas de las Antillas que trabajaban en Londres, Alemania y los Países Bajos: Bobby Farrel, Marcia Barret, Maizie Williams y Liz Mitchell. Sus canciones más conocidas son Daddy Cool, Ma Baker (con base en la famosa criminal y sus hijos), Sonny, Rasputin y Ríos de Babilonia.

Lo importante es que sus canciones, además de tener un ritmo acompasado para bailar, eran casi todas historias verdaderas, como el caso de Rasputín, que en tres minutos lograba sintetizar la vida de este sacerdote ruso cristiano que coadyuvó en la destrucción del Zar Nicolas II y su familia.
Hoy hay un remix de la pieza que combinó perfectamente uno de los instrumentos emblemáticos de esa tierra (la balalaica). Ahora los jóvenes toman a bien escucharla y pedirla en las fiestas y discos. Se puede encontrar en todas las plataformas modernas.

Esto me lleva a pensar que en el momento en que se creó la música disco sus detractores dijeron que no tenía futuro: han pasado más de 50 años y este tipo de creaciones siguen vigentes en reuniones, fiestas, bodas y quince años, parando a bailar a la gente.

La reflexión que hago es que si la música tiene fundamento (es armónica, rítmica y bien armada) pasará a la historia y se seguirá escuchando.

Todo este preámbulo es para recomendarles un docudrama que está en Netflix y cuyo nombre es Los últimos zares, con entrevistas a expertos en la materia y algunas escenas ficcionadas de Nicolás, Alexis y sus hijos.

Una hipótesis decía que los bolcheviques asesinaron a toda la familia pero dejaron con vida a una de las hijas de ellos; hay hasta una versión animada que lleva por nombre Anastasia.

La serie revela las conclusiones que llevaron a desentrañar la verdadera historia. ¡No se la pueden perder!
Anastasia de la Roma
Anastasia era una vieja que vivía en el castillo de las brujas, enfrente del David, en la colonia Roma. Tenía ya muchos años que estaba ahí. Las malas lenguas decían que un alto ejecutivo del gobierno le compró el departamento.

Era una malvada. Sabía hacer menjurjes, pócimas y venenos. Ella había matado a una docena de personas por las más mínimas razones.

Tristán le echó el ojo, pero tenía que estar seguro porque hay mucha gente que inventa cosas. La comenzó a seguir por las mañanas. Ella todos los días iba al mercado a comprar carne o pescado y frutas. Cuando descubrió que el carnicero se equivocó y le dio una pieza menos de carne, esperó a que saliera del mercado. Sigilosamente puso veneno en una jarra de agua que él siempre dejaba para tomarla al día siguiente.

Y al otro día el pobre carnicero sacó espuma por la boca, muriendo en cuestión de segundos.

Tris ya tenía su prueba. Se metió a hurtadillas a la casa de Anastasia y esperó a que la señora regresara. Hizo que tomara del veneno y salió despacio del departamento. Nadie lo vio ni entrar ni salir.