HILDA KRÜGER

“México estaba en apogeo: años antes Cárdenas había nacionalizado el petróleo”.

Sergio Pérezgrovas
Columnas
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Hilda Krüger nació en Colonia, Alemania, el 9 de noviembre de 1912 y murió el 8 de mayo de 1991. ¿Qué hizo que fuera tan conocida en México? Hilda —cuyo verdadero nombre era Hilde— era una actriz de medio pelo que según la leyenda fue una espía nazi durante la Segunda Guerra Mundial, aunque nunca se le pudo comprobar nada.

Ella trabajó desde muy niña como extra de películas en su natal Alemania. Su primera aparición como estelar fue en la cinta que en Estados Unidos se tituló She and the tree.

De ahí pasó a trabajar en el estudio Ufá, el cual estaba ligado al Ministerio de Propaganda Nazi. Ahí la actriz conoció a Joseph Goebbels, lo sedujo y se volvió su amante, lo que le permitió permanecer en las películas de la Ufá. Se dice que también tuvo un romance con Hitler (o sea que a la mujer le gustaba la gente con poder).

Se casó con un judío, lo cual estaba penado en la Alemania nazi. Eso, aunado a que Magda Goebbels se enteró de la infidelidad de su esposo, la obligó a huir del país. Se divorció; viajó primero a Londres y después a Los Ángeles.
En 1940, en plena guerra, se hospedó en el hotel Beverly Wilshire. No consiguió ningún papel importante pero conoció a Jean Paul Getty, quien era heredero de la cerveza Budweiser, y ¿qué creen? Se volvió su amante.
México estaba en apogeo porque años antes el general Cárdenas había nacionalizado el petróleo y Alemania estaba muy interesada en él, además de que el territorio mexicano era un paso para conquistar Estados Unidos. Así que, con un sentimiento nacionalista, Hilda viajó a nuestro país.

En 1941 se volvió amante de Ramón Beteta, quien era subsecretario de Hacienda. Después conoció al secretario de Gobernación, Miguel Alemán, y una vez más: se volvió su amante. También tuvo sus queveres con Mario Moreno, Cantinflas, así que empezó a combinar su tarea de espía con la de actriz, realizando varias cintas, como Casa de mujeres, Adulterio, Bartolo toca la flauta y El que murió de amor. Además, logró casarse con Ignacio de la Torre, nieto de Porfirio Díaz e hijo de Alfonso de la Torre, mejor conocido por el 41 zafo (hablaré más sobre este personaje en próximas fechas).
Una vez terminada la guerra permaneció un tiempo encerrada en la cárcel, aunque logró salir por falta de pruebas en su contra. Dejó el espionaje pero siguió teniendo amoríos con algunos productores mexicanos. Se divorció de Ignacio para casarse posteriormente con Julio Lobo Olavarría, con quien solo duró un año. Él le regaló un lujoso departamento en Central Park, Nueva York, lugar donde Hilda vivió hasta finales de su vida.
La espía
Llamaron a Tris porque encontraron muerta de 100 puñaladas a la secretaria del jefe de la policía. Se había rumorado que ella tenía una amante (era tortilla) y que además servía como espía del sistema y pasaba reportes semanales de lo que ocurría en la demarcación.

Aunque parecía un crimen pasional, Tristán no se confiaba, así que buscó a su supuesta amante. Al encontrarla, ella no sabía de la muerte, así que comenzó a llorar.

Tris tenía mucha sensibilidad para estos casos y la creyó, pero ¿quién podría haberla matado? Investigando descubrió que uno de sus compañeros estaba robando y la occisa lo iba a denunciar. Cuando descubrió la verdad, buscó al verdadero asesino, consiguió un cuchillo cebollero y logró sacarle la confesión. Hizo que pusiera una carta de suicidio diciendo toda la verdad y luego lo degolló con el cuchillo. Nadie sospechó nada.