El arte habla donde las palabras son incapaces de explicar.
Anónimo
Jean Michel Basquiat Andrades fue un pintor neoyorquino que despuntó con su estilo neoexpresionista y primitivista. Nació en Nueva York el 22 de diciembre de 1960 y murió el 12 de agosto de 1988 de una sobredosis.
Basquiat se sumó así a la larga lista de músicos, artistas y actores que murieron a los 27 años. Entre ellos destacan Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain y Amy Winhouse; casi todos con muertes violentas o por exceso de alcohol y drogas.
El primer sitio de esta macabra lista lo ocupa Brian Jones, de los Rolling Stones, quien fue encontrado muerto el 3 de julio de 1969 ahogado a manos, según un documental de Frank Thorogood, de un albañil que trabajó en la mansión que había comprado Jones.
Dos años más tarde Jim Morrison sufrió una muerte similar, al parecer por una sobredosis o asesinato, exactamente el mismo día.
Basquiat fue amigo personal de Andy Warhol, con quien compartió un estudio durante dos años, realizando en conjunto más o menos 200 obras donde la influencia de cada uno de estos artistas se yuxtapone sin opacar uno al otro.
La crítica decía que Jean Michel era el juguete sexual de Andy y que este solo lo utilizó para retomar su carrera. Lo que es innegable es que a partir de esa exposición nunca volvieron a tener la misma relación.
Jean Michel antes había sido grafitero apodado Samo y un jonkie redimido por el arte. Lastimosamente, terminó casi como empezó. Eso sí, bien cargado de billetes verdes. Hoy sus obras se cotizan en millones de dólares, casi a la par que las de Andy Warhol.
A mí, en lo personal, no me encanta su manera de pintar, porque resulta un tanto infantil. Pero en gustos se rompen géneros y en petates buenos cueros.
El coleccionista
Se dice que era amigo de algunos famosos pintores neoyorquinos de los ochenta. Lo asaltaron y mataron en su casa, lugar donde tenía un par de cuadros de Basquiat y Keith Haring. Como encontraron el cuerpo con rasgos de violencia supusieron que era una venganza muy sanguinaria y muy al estilo de los homosexuales. Solo en un ojo izquierdo tenía 20 puñaladas y, en total, unas 200 laceraciones causadas con unas tijeras de jardín.
Tris llegó a la escena y vio que faltaban de la pared dos cuadros de gran formato. Se veía la sombra causada por los marcos de la pintura.
Investigando, Tris supo que una famosa casa de subastas, a la semana siguiente de la muerte, estaba vendiendo dos cuadros de gran formato. Dio rápidamente con el perpetrador que era, según esto, el dueño de las pinturas. Un hombre que vivía por Las Lomas y había sido el amante del occiso.
Al llegar a su casa Tristán sacó su revólver y unas tijeras. Al verlas, el asesino confesó todo. Claro que recibió la misma cantidad de piquetazos en el ojo izquierdo.
Tris salió de la casa sin ser visto. Los que ganaron fueron los dueños de la casa de licitación, que vendieron los cuadros en 80 millones de dólares por los dos. Eso a Tris le valía madre.