MARATÓN

“Se les consideraba débiles y frágiles”.

Sergio Pérezgrovas
Columnas
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En 1967 una mujer se coló en el maratón de Boston y corrió la carrera sin permiso. En los 70 años que tenía existiendo ese maratón nunca antes una mujer había participado en él oficialmente. El nombre de la corredora era Katherine Virginia Switzer. Esto aconteció cuando a las mujeres no les era permitido participar en muchas pruebas deportivas porque se les consideraba débiles y frágiles. En esa época había “expertos” que sostenían que una carrera de 42 kilómetros de distancia podía perjudicar a las féminas.

Para Katherine, quien acababa de cumplir 20 años, eso no era un impedimento y estaba decidida a correr uno de los maratones más famosos del mundo.

Tenía un pequeño obstáculo: solo podían inscribirse hombres al evento. Katherine ideó junto con su novio y entrenador una manera para poderlo correr: se inscribió con las iniciales de su nombre, K. V. Switzer, con el número de salida 261. Logró llegar a la meta después de casi cinco horas.

Durante la prueba uno de los comisarios, de nombre Jock Semple, quien además era el subdirector de la carrera, se dio cuenta de que Katherine era mujer y comenzó a perseguirla, gritando: “¡Sal de mi carrera y devuélveme mí dorsal (número)!” Curiosamente el hecho fue captado por las cámaras.

El novio de Katherine logró esquivarlo y, en colaboración con algunos otros corredores, escoltaron a Katherine hasta la meta, lo que impidió que la atleta fuera retirada de la prueba.

Jock intentó detenerla por una sencilla razón: cualquier incidente podía provocar la pérdida de permisos para celebrar el maratón.

Bobbi Gibb fue otra mujer que corrió el maratón ese mismo año (pero sin dorsal). Ella, que además acabó por encima de Switzer, afirmó que estaba segura de que el comisionado Semple no solo la había visto ese año sino que también el año anterior. Fue la primera mujer en terminar la carrera de Boston, por delante de más de 290 de los 415 corredores que se inscribieron. Esa ocasión también corrió sin dorsal.

En 1975 Katherine corrió en el maratón de Nueva York y quedó en segundo lugar. En esa ocasión logró su mejor marca, que fue de dos horas con 51 minutos y 37 segundos. Uno de sus mayores logros es que contribuyó a que todas las mujeres pudieran competir en el maratón.

Switzer se convirtió en activista a favor de los derechos de la mujer, además de ser una de las primeras mujeres en ser comentarista deportiva. Para 1984 el Comité Olímpico Internacional (COI) tuvo que incluir la categoría de maratón femenino en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles. En 2017, a sus 70 años, Katherine repitió su gesta corriendo el maratón de Boston. Solamente tardó 24 minutos más que en su primera carrera.

La pareja

Durante el maratón de la CDMX una mujer cayó en el pavimento en el km 13. Parecía que el esfuerzo le había causado un infarto. Tris corría normalmente para mantenerse en forma e iba junto a ella cuando la fémina tropezó y fue a embarrarse en el piso.

Tris volteó rápidamente a su alrededor y notó algo sospechoso. Siguió a un hombre que le pareció extraño. El sujeto saltó la valla protectora. Tris, detrás de él, tomó un atajo y subió a un edificio de apartamentos por Miguel Ángel de Quevedo.

Regresó a donde se encontraba la joven. Cuando llegaron los paramédicos detectaron que al parecer era un infarto fulminante. Tris notó lo que parecía un piquete en la espalda de la mujer. Los paramédicos no la vieron. Tris pidió una autopsia de la chica. En el cuerpo encontraron 2.8% de cocaína administrada con una aguja que dispararon a distancia.

Tris fue a buscar al hombre al departamento. Traía una jeringa con 2.8% de cocaína. El hombre abrió la puerta sin sospechar nada. En el pasillo no había nadie, así que Tris esperó a que abriera la puerta y, sin avisar, le inyectó el veneno en el brazo. El hombre cayó muerto. Cuando los forenses encontraron el cadáver detectaron que la muerte fue por un infarto fulminante. Nadie supo que los dos occisos habían sido pareja.