Entre los años 496 y 498 el Papa Gelasio estableció el 14 de febrero como la festividad de San Valentín. ¿Quién era él?
Resulta que algunos investigadores sitúan el rito a San Valentín en la antigua Roma, durante la celebración de Lupercales o Lupercalia. Estas fiestas se llevaban a cabo ante diem XV Kalendas Maritas (estas son las fechas que expresaban los romanos con antelación a los días fijos del mes). En términos modernos, 14 de febrero.
San Valentín era un hombre que realizaba buenas obras con el concepto universal de amor y efectividad. Hoy su celebración es una fiesta puramente comercial donde se ofrecen flores, osos de peluche y chocolates (para mí es la fecha más cursi de todo el año).
Hoy es muy significativa, pero no siempre fue así. En 1929, justo el día de los enamorados, hubo una masacre (la masacre de San Valentín) ordenada por el famoso gánster Al Capone. Él dominaba la zona sur de Chicago y quería acabar con su acérrimo rival, Bugs Moran, quien comandaba la zona Norte.
Capone quería quedarse con todo el pastel, así que mandó a sus hombres. Jack Machine Gun McGurn fue el encargado de planear y llevar a cabo la tarea. Los matones que cometieron el crimen iban disfrazados de policías. Ellos fingieron una redada para que los miembros de la otra banda no opusieran resistencia.
Se supone que Bugs Moran estaría ahí, pero se salvó por un pelo; literal, ya que no llegó a la cita porque se retrasó en la peluquería.
Los asesinos pusieron a sus seis enemigos contra la pared para “esposarlos”. Después abrieron fuego contra ellos con varios fusiles Thompson (arma que podía disparar 50 proyectiles en cuestión de segundos). Los que sobrevivieron a las primeras ráfagas fueron ejecutados a sangre fría.
Hoy, 93 años después, todavía se discuten los detalles de la matanza. No procesaron a nadie por el crimen. En su momento tuvo un enorme eco en todos los periódicos de Norteamérica y fue el hecho que desencadenó la gran ofensiva contra Capone, quien ese día se encontraba en su casa de Miami. No lograron demostrar que él fuera el autor intelectual.
Años después de una infructuosa persecución policial y, sobre todo, pocas pruebas, a Capone lo detuvieron finalmente en 1931 por evasión de impuestos y lo condenaron a once años de prisión, primero en la cárcel de Atlanta en 1932 y posteriormente en Alcatraz en 1934.
Murió de neumonía —aunque dicen las malas lenguas que se trató de sífilis— el 17 de octubre de 1947. Hay un sinnúmero de películas y referencias en series de televisión sobre la masacre de San Valentín. Se recuerda como uno de los crímenes más impunes de la sociedad norteamericana por disputa de territorio.
Un recuerdo
Los hoteles de la toda la CDMX estaban abarrotados, sobre todo los de Calzada de Tlalpan.
En uno de ellos, llamado Palo Alto, encontraron los cadáveres de un hombre y una mujer con varias flechas clavadas, él en el corazón, el brazo derecho y la nalga izquierda; y ella en el ojo izquierdo, el cuello y en una de sus asentaderas.
Los occisos y amantes, de nombres Arturo Sandoval y Sofía Espinosa, fueron muertos por la esposa de Arturo, quien los cachó subiéndose al guayabo. La esposa era campeona de tiro con arco, así que no erró ningún tiro. Al parecer, llevaban ya varios meses engañando a la campeona. Ella no se inmutó y se quedó en el hotel. Fue ella misma quien llamó a la policía.
Era claro el motivo del doble asesinato. Además, aclaró que la flecha en los glúteos, eran porque le recordaba cuando su marido la había flechado (metafóricamente hablando) y, como era Día de San Valentín, quería dejarles un recuerdo.
Tris pensó:
—No cabe duda que dos tetas jalan más que dos carretas.