En las redes

Las redes sociales siguen demostrando su fuerza.

Luz María Beristáin, senadora del PRD
Foto: Internet
Sergio Sarmiento
Columnas
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Las redes sociales siguen demostrando su fuerza. Recientemente el procurador federal del consumidor, Humberto Benítez, fue destituido por el escándalo que se originó en redes sociales y después fue retomado por los medios masivos, en que un grupo de funcionarios de Profeco trató de clausurar el restaurante Maximo Bistrot de la colonia Roma porque a la hija del procurador, Andrea, no se le había dado la mesa que quería con la prontitud que consideraba su derecho.

Ahora le ha tocado a la senadora Luz María Beristáin, del PRD, el turno de enfrentar las consecuencias de un acto de prepotencia. Después de que se le negó el abordaje a un avión de VivaAerobús por haber llegado tarde, la senadora se enfureció y exigió a la empleada que la admitiera porque ella era “una autoridad que representa a Quintana Roo en el Senado de la República”.

Lo interesante es que la senadora empezó a tomar fotografías de los empleados de VivaAerobús y terminó siendo exhibida en un video de YouTube que le ha dado la vuelta al país.

En México todavía es relativamente pequeño el número de personas que utilizan las redes sociales, pero la cifra crece de manera importante. Más de 40 millones de personas utilizan ya el internet en nuestro país. Es verdad que muchos lo hacen de forma limitada, a través de teléfonos celulares y sin contar con la velocidad de red que se alcanza en otras naciones, pero ya no es un número que se pueda despreciar.

Además del impacto propio, por otra parte, las redes sociales llaman la atención sobre abusos y hacen que los medios masivos de comunicación los den a conocer a la población que no utiliza las redes sociales.

Reglas

En México ya hay 101 millones de teléfonos celulares. Esto representa una penetración de 86.2% sobre la población del país, que se calcula actualmente en 118 millones de habitantes. Muchos de estos dispositivos no son ya simples aparatos pasivos de telefonía, sino que incorporan cámaras de imágenes fijas y de video y la capacidad para conectarse con internet y difundir de manera automática esas imágenes.

Esto significa que las calles, oficinas públicas y, claro, aeropuertos están llenos de reporteros improvisados que pueden compartir información en minutos con millones de personas en México y el mundo.

Las reglas del juego político han cambiado de manera muy importante ante esta nueva realidad. El ex procurador del consumidor, Humberto Benítez, dijo después del incidente en que se vio involucrada su hija Andrea que no había razón para renunciar, ya que él no había participado en la decisión de enviar inspectores a clausurar el restaurante en que su hija no había recibido la mesa que quería; 19 días después fue el propio presidente quien lo destituyó: el costo político de mantenerlo en el cargo era demasiado elevado.

La senadora Beristáin sigue en su puesto, ya que no puede ser despedida por nadie. Pero el daño político que ha sufrido como consecuencia de la prepotencia exhibida en redes sociales, es incalculable.