LA PANDEMIA

Se acerca un tiempo oscuro en lo económico.

Sergio Sarmiento
Columnas
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Pandemia es una palabra que… puede provocar un miedo irracional.

Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus


La Organización Mundial de la Salud se tardó mucho, quizá más de lo prudente, pero al final se vio obligada a declarar una pandemia el 11 de marzo. El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general, señaló que los miembros del organismo “estamos profundamente preocupados tanto por los alarmantes niveles de propagación y gravedad como por los alarmantes niveles de inacción”.

Pandemia, indicó, “no es una palabra que deba utilizarse a la ligera o de forma imprudente. Es una palabra que, usada de forma inadecuada, puede provocar un miedo irracional o dar pie a la idea injustificada de que la lucha ha terminado y causar como resultado sufrimientos y muertes innecesarias”.

Sin embargo “nunca antes habíamos visto una pandemia generada por un coronavirus. Esta es la primera pandemia causada por un coronavirus. Al mismo tiempo nunca antes habíamos visto una pandemia que pudiera ser controlada”.

Nadie sabe exactamente cómo reaccionar. Algunos parecen hacerlo con demasiada cautela y otros con demasiada alarma. Nayib Bukele, presidente de El Salvador, decretó el 11 de marzo una cuarentena de 21 días en esa nación, cerró todas las escuelas y prohibió la entrada de extranjeros, a pesar de que el país no tenía un solo caso confirmado. Por otra parte Italia, que solo tenía 17 casos el 22 de febrero, pasó a tener doce mil 462 y 827 muertos para el 11 de marzo.

Este mismo 11 de marzo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la suspensión de todos los vuelos desde Europa, con excepción de los que provengan de Reino Unido, lo cual no tiene mucha lógica desde un punto de vista de salud pública. Esta decisión provocó un nuevo desplome de los mercados. Trump, como siempre, ha buscado presentar la medida en términos xenófobos. “Este es el más agresivo y completo esfuerzo para controlar un virus extranjero —sí, dijo un ‘virus extranjero’— y estoy seguro de que vamos a derrotarlo”. Es el mismo presidente que antes se refería al “virus chino”.

Impacto

México ha mantenido un número muy bajo de contagios pero hay dudas de que la cifra sea realista. Al parecer la falta de instrumentos de detección es la principal razón de este número tan reducido. El número elevado de personajes públicos en Europa y otros países que están siendo diagnosticados por infección de este virus no es porque los famosos e importantes se enfermen más sino porque les hacen más pruebas de detección. Esto quiere decir que hay un enorme universo de infectados que no salen a la luz simplemente porque no se les han aplicado las pruebas.

Nadie puede saber cuál es la reacción correcta ante una enfermedad nueva. Sabemos, sí, que la pandemia se ha declarado y que el mundo está en terreno desconocido. Un exceso de alarma puede ser tan perjudicial como una despreocupación excesiva. Lo primero, sin embargo, es entender la naturaleza de la enfermedad. No se gana nada con pedirle pasaporte a un virus.

De lo que no hay duda ya es del impacto económico. Se espera un verdadero colapso del comercio y de la actividad económica. Algunas industrias, como la aviación comercial y la hotelera, tendrán quiebras masivas si no hay rescates gubernamentales. Las petroleras tendrán pérdidas enormes. Se acerca un tiempo oscuro en lo económico. Y así como nunca ha habido una pandemia de coronavirus tampoco ha habido una crisis económica mundial producida por una pandemia. No tenemos precedentes históricos para prever las consecuencias.