INSÓLITA ORDEN

“Todos los insólitos de este caso sí apuntan a una persecución política”.

Sergio Sarmiento
Columnas
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En el mejor de los casos es arriesgado ordenar la aprehensión de una persona mientras una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) señala que goza de fuero.

Cuando la orden de aprehensión se acompaña del congelamiento de cuentas bancarias y se gira contra un gobernador de oposición en tiempos de campaña se supera cualquier precedente.

Lo extraordinario se subraya cuando se advierte que el anuncio no vino de la Fiscalía General de la República (FGR) sino del coordinador de los senadores del partido de gobierno, Ricardo Monreal: “Insólito”, dijo Monreal al anunciar la orden de aprehensión. Y, efectivamente, hay muchas cosas insólitas en esta orden de aprehensión.

Quizá pueda entenderse que, en un principio, la resolución del ministro de la SCJN Juan Luis González Alcántara sobre la controversia constitucional promovida por el Congreso de Tamaulipas haya resultado confusa. El ministro desechó la acción como “notoriamente improcedente”; no se metió en el fondo del asunto; pero sus comentarios, así como las observaciones de los juristas, dejaron claro el sentido.

González Alcántara explicó que, como el propio Congreso de Tamaulipas había decidido previamente no retirar el fuero al gobernador, la controversia constitucional ya no tenía materia. “En estas condiciones lo procedente es desechar la demanda promovida por el Poder Legislativo del estado de Tamaulipas por falta de interés legítimo, sin que esta determinación prejuzgue sobre la culpabilidad o no respecto del ilícito que se relaciona, puesto que existe la oportunidad de llevar a cabo el procedimiento penal una vez que el servidor público concluya en su cargo”.

La FGR decidió impugnar la resolución del ministro, lo cual es perfectamente legítimo, para lo cual sometió un recurso al presidente de la SCJN, Arturo Zaldívar, un aliado del gobierno. Lo realmente insólito, sin embargo, es que al mismo tiempo buscó una orden de aprehensión sin preocuparse por la decisión del ministro González Alcántara. Más extraordinario es que un juez federal haya girado la orden de aprehensión sin importar la resolución del ministro.

Proselitismo

Tanto el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca como los representantes de los partidos de oposición señalan que estas acciones son políticas y no judiciales. “Se usa la justicia para perseguir y amedrentar a los opositores y ciudadanos críticos del gobierno y de su partido, sobre todo cuando la preferencia electoral de los ciudadanos va en franco declive”, afirmó el mandatario tamaulipeco.

No estoy seguro de que la preferencia de los electores por Morena decline, pero todos los insólitos de este caso sí apuntan a una persecución política.

Los portavoces de Morena aprovechan la orden de aprehensión para hacer proselitismo para las elecciones del 6 de junio. Mario Delgado, presidente nacional de Morena, declaró: “El desafuero y la orden de aprehensión contra el gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca por delincuencia organizada y lavado de dinero es un ejemplo de que hoy se hace valer la ley sin excepciones. El caso de Cabeza de Vaca debe llevarse hasta sus últimas consecuencias”.

Quizá, pero para la oposición esta acción contra el gobernador de Tamaulipas manda otro mensaje: que quienes se opongan al gobierno serán perseguidos por la ley, mientras se sigue protegiendo a quienes simpatizan con la Cuarta Transformación.