LA CNTE Y LA TV

La CNTE se considera a sí misma el verdadero rector de la educación en México.

Sergio Sarmiento
Columnas
Sarmiento1012 (1).jpg

El secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, tomó la decisión de no tener clases presenciales hasta que los semáforos de alerta sanitaria estén en verde. Uno puede debatir el tema: otros países determinaron regresar a clases presenciales mucho antes, pero la precaución es comprensible. La pandemia sigue creciendo en el país y, si bien los niños parecen sufrir menos de Covid si lo contraen, pueden llevar la enfermedad a sus hogares y contagiar a sus padres y abuelos.

La SEP actúa bajo un principio de precaución que resulta comprensible pero la eficacia de la educación a distancia es muy cuestionada, por lo menos en primaria y preescolar.

En los últimos meses del ciclo 2019-2020 la SEP hizo un intento por concluir cursos por medio de internet. Para algunos, particularmente los niños urbanos que cuentan con internet en casa, esto no representó un problema grave. No faltaron los alumnos que mostraron incluso una mejora en su desempeño o cuando menos en su concentración. Para otros, sin embargo, estos meses fueron un desperdicio. No se puede pedir a una familia con cinco hijos, y un solo teléfono celular con datos de prepago, que conecte a los cinco.

De ahí surgió la idea de utilizar la televisión. No es una solución perfecta: 94% de las familias en México tiene cuando menos un aparato receptor, pero hay 6% que no. Las familias con muchos hijos no necesariamente podrán dar acceso a todos al televisor familiar. Al contrario del internet, además, la televisión es pasiva y unidireccional: no permite la retroalimentación ni aumentar o bajar la velocidad de la presentación de contenidos.

Cuidado

Hay otro problema muy mexicano, que no es precisamente técnico. Si bien el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) respaldó el plan de la SEP, la CNTE, siempre disidente, lo rechaza y dice que ofrecerá sus propios cursos, con fotocopias de textos en lugar de la televisión, y estaciones de radio comunitarias.

El presidente López Obrador, que hizo campaña en alianza con la CNTE, pidió al secretario Moctezuma que negocie con los líderes. “Creo que hace falta más comunicación, diálogo. Voy a pedir al secretario de Educación que busque un acuerdo con la CNTE y el SNTE, y que se logre un consenso. Creo que se va a avanzar, porque no se perjudica a nadie. Al contrario, es para que los niños, los estudiantes, tengan sus clases”.

No es la primera vez que el mandatario pide al secretario que dialogue con la CNTE. Lo hizo para la contrarreforma educativa de 2019. Solo cuando los líderes estuvieron satisfechos procedió a formalizar las nuevas reglas.

Se entiende que el presidente quiera quedar bien con sus aliados electorales y también que busque evitarse pleitos con un grupo muy combativo del sindicato que ha puesto en aprietos a todos sus predecesores en la Presidencia. Pero quizás el mandatario debe darse cuenta de que la CNTE se considera a sí misma no como un simple sindicato sino como el verdadero rector de la educación en México. La SEP es, para ella, un simple organismo burocrático. La Coordinadora representa el verdadero espíritu de la educación en el país.

Supongo que el presidente podrá seguir ofreciendo concesiones pero al final debe tener cuidado de no cederle a la CNTE la rectoría de la educación en México. Ese sería un error histórico.