LECCIONES DE ELECCIONES

“La pregunta más importante es si Morena puede convertirse en un partido hegemónico”.

Sergio Sarmiento
Columnas
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Un proceso electoral en seis estados no habría tenido en el pasado gran repercusión en los medios nacionales, para los cuales lo que no sucede en la Ciudad de México rara vez tiene importancia. Es indicativo de cómo han cambiado los tiempos, el hecho de que los comicios de este 5 de junio generan una gran atención en todo el país y no solo en los estados involucrados.

Una de las razones es la forma en que el presidente López Obrador domina la discusión política nacional. Si bien los temas y personajes locales siguen siendo importantes en las elecciones estatales, la marea guinda que se esparce por el país solo puede explicarse por la influencia del primer mandatario.

Las seis entidades en contienda son todas gobernadas por la oposición; pero Morena, un partido que apenas se formó en 2014, fuertemente identificado con AMLO, parece estar en camino de ganar cuando menos cuatro y quizá cinco. Si bien no es lo más probable, un triunfo morenista en las seis no sería completamente sorpresivo.

Estudios de opinión siguen mostrando a un presidente con una extraordinaria popularidad, aunque si se pregunta a la gente sobre la seguridad, la economía o la salud las posiciones son mucho más críticas. López Obrador ha logrado una notable disociación entre su persona y la situación del país. En todos los estados hay muchos ciudadanos dispuestos a darle un espaldarazo.

La votación se convertirá en una prueba de fuego para el PRI, el partido que dominó la vida política nacional durante la mayor parte del siglo XX. Es probable que pierda las entidades que gobierna y que están sometidas a escrutinio este 5 de junio. Esto le dejaría ya solo dos en el país, el Estado de México y Coahuila, que tendrán procesos electorales el año que viene.

País de alternancia

El presidente López Obrador parece haberle robado al PRI su tradicional bandera de nacionalismo revolucionario. Las controvertidas grabaciones del presidente del partido, Alejandro Moreno, Alito, divulgadas por la gobernadora de Campeche, la morenista Layda Sansores, bien pueden tener un efecto negativo para el PRI.

Quizá la pregunta más importante es si Morena puede convertirse en un partido hegemónico como lo fue el PRI durante décadas. Si bien los partidos de oposición obtuvieron más votos que Morena y sus aliados en las elecciones federales en 2021, no hay duda del fortalecimiento de la 4T. En la actualidad Morena y sus aliados, como el Partido Verde, gobiernan 18 de las 32 entidades en el país, pero el número aumentará seguramente una vez que asuman el poder los gobernadores surgidos de las votaciones de este 5 de junio. Solamente el viejo PRI tuvo más gobiernos estatales. El PAN, cuando gobernó el país, solo llegó a un máximo de nueve.

Una de las lecciones de esta y otras elecciones es que México sigue siendo un país de alternancia en el poder. Desde que tenemos un árbitro electoral autónomo, en 1997, los partidos de oposición han ganado tres de cuatro elecciones presidenciales. A nivel estatal y local la alternancia ha sido de alrededor de 70%. Los resultados de este 5 de junio no harán más que fortalecer este porcentaje.

Si consideramos que la alternancia es la prueba de fuego de una democracia, bien podemos decir que México vive en una democracia real por lo menos desde 1997 y quizá desde 1994. Habrá que ver si ahora se mantiene o si el presidente logra construir un partido hegemónico como el que México tuvo en el siglo XX.