Una campaña intensa

Los habitantes del Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz han mostrado un interés legítimo en las elecciones del próximo 4 de junio. 

Sergio Sarmiento
Columnas
Elecciones
Foto: NTX

Los partidos políticos están realizando sus cierres de campaña para las elecciones de este 4 de junio. Solo cuatro estados tendrán comicios, pero la intensidad de las campañas ha sido enorme.

La mayor atención se ha centrado en el Estado de México. Se trata no solo de la entidad más poblada del país, sino también el terruño del presidente Enrique Peña Nieto. Los comicios mexiquenses se han convertido en una especie de primera batalla en una contienda que habrá de moverse después a las elecciones presidenciales de 2018.

No sé si valga la pena hacer caso a las encuestas, tan equivocadas en ocasiones anteriores, pero las que hay disponibles muestran en su mayoría una batalla cerrada en la cima en el Edomex entre el candidato del PRI, Alfredo del Mazo, y la de Morena, Delfina Gómez. Josefina Vázquez Mota, del PAN, quien en un principio estaba en un virtual empate con los dos punteros, ha caído, mientras que el perredista Juan Zepeda ha subido, pero aún está muy atrás.

No ha sido una campaña de muchas propuestas y las que ha habido son simplemente populistas, desde el salario rosa de Del Mazo, hasta los pagos a madres solteras de Delfina y los subsidios a quienes vivan lejos del trabajo de Josefina. Todos los candidatos han aceptado que el tema que más preocupa a la población es la inseguridad, que afecta en particular a los usuarios del transporte público. Todos los candidatos afirman que ellos, y solo ellos, pueden acabar con ese mal.

En Coahuila hay también una contienda cerrada entre el candidato del PRI y sus aliados, Miguel Riquelme, y Guillermo Anaya del PAN y otros partidos. El legado de los hermanos Moreira, Humberto y Rubén, que han gobernado el estado durante dos sexenios, es el tema fundamental de la campaña.

Problema

Las contiendas son envenenadas por un sistema perverso creado por la clase política. La legislación electoral mexicana concentra la mayor parte de los mensajes políticos en una abrumadora avalancha de spots de radio y televisión de 30 segundos que con tres minutos cada hora saturan a los ciudadanos. Los spots no permiten una discusión amplia e inteligente de los temas de fondo y favorecen más bien el surgimiento de políticas populistas que puedan explicarse en 30 segundos.

A pesar de los problemas creados por las reglas electorales, se ha generado una campaña muy intensa. Ningún candidato o partido está seguro de obtener el triunfo. Todos los candidatos se dicen seguros de vencer, pero saben que la moneda está en el aire.

Quizás el problema es que después de esta intensa campaña el resultado final será decidido por los tribunales. El gobierno y los legisladores han creado un sistema electoral que vuelve inevitable que los perdedores recurran a los tribunales electorales. Esto lo veremos sin duda tras los comicios del próximo 4 de junio.

Desde antes del día del voto hemos visto señalamientos de presuntas prácticas irregulares. Todos los candidatos buscan así protegerse de una posible derrota.

La atención de los ciudadanos ahí está. Los habitantes del Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz han mostrado un interés legítimo en las elecciones del próximo 4 de junio. Por eso es tan lamentable que, debido a una mala legislación, el debate de fondo haya sido abrumado por los mensajes de los spots y el resultado final vaya a ser definido por los tribunales y no por electores y los ciudadanos que cuentan los votos.