EL ASCENSO DE UN NUEVO D10S

“Catar fue su torneo de consumación”.

#MESSI
Alejandro Zárate
Columnas
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Un nuevo “10” argentino volvió a levantar la Copa del Mundo después de 36 años; señalado como el heredero de Diego Maradona; el que puso fin a la larga espera de ver a la albiceleste nuevamente como mandamás del planeta; al bautizado como el Messías del siglo XXI: Lionel Messi finalmente alcanzó la máxima gloria del futbol.

El rosarino se consagró como una leyenda a la altura de Maradona o Pelé, un jugador de época al que solo le faltaba ganar un Mundial para exigir, con logros en la mano, estar entre los mejores exponentes de este deporte.

Messi se coronó con Argentina en Catar como un auténtico líder, un revulsivo en la cancha y en varios momentos echándose el equipo a la espalda.

Él cargaba con el estigma de ser un fuera de serie pero sin poder levantar la Copa del Mundo. Siete balones de oro, cuatro Champions League, 37 títulos oficiales con el Barcelona y el Paris Saint-Germain, pero como un eterno finalista al ponerse la pesada camiseta 10 de su seleccionado.

Si bien le dio a Argentina la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 como jugador Sub-23, luego perdió tres finales de Copa América y la dolorosa caída ante Alemania en la final del Mundial de Brasil en 2014. Su primer título con la selección mayor albiceleste llegó apenas el año pasado, en la Copa América que se realizó precisamente en tierras brasileñas.

Así llegó al Mundial de Oriente Medio, en su quinto intento y con el objetivo de quitarse todos los fantasmas del pasado. Unos que volvieron a aparecer cuando cayeron ante Arabia Saudita 2-1 en su primer partido. No obstante, Messi tomó el liderato para poner en sintonía a su equipo y guiarlo sobre la cancha hasta levantar el título de campeón ante una Francia que llegó como el monarca defensor.

Números

Como muestra de su contundencia en Catar, pasó de seis goles logrados en cuatro ediciones mundialistas a siete anotaciones solo en esta última Copa del Mundo. Ahora es el máximo anotador argentino en un Mundial con 13 tantos, por encima de Maradona (ocho) y Gabriel Batistuta (diez). Además, también ya es el jugador con más partidos mundialistas disputados con 26, uno más que Lothar Matthaus. También ya es el que más minutos ha jugado, superando a Paolo Maldini.

Su reciente logro obliga a replantear su lugar en la historia del futbol. Sin duda, finalmente rompe esa discusión si es el mejor futbolista de la época actual sobre Cristiano Ronaldo. Mientras que en el escalafón de todos los tiempos sus números lo señalan por encima de Maradona, aunque un paso atrás de Pelé, quien sigue siendo el único futbolista que ha levantado tres títulos mundiales.

Para Argentina, Messi acaba de alcanzar la categoría de deidad. Brinda a su país la tercera estrella en el escudo y será el nuevo referente del orgullo colectivo, la imagen que sustituye finalmente a Maradona levantando el trofeo de México 1986.

A sus 35 años parece difícil que lo veamos para el próximo Mundial, aunado a que ya cumplió su gran pendiente deportivo.

Messi dejó de ser la Pulga y se convierte en el nuevo d10s argentino. Catar fue su torneo de consumación, del que se hablará por mucho tiempo.

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