USOS Y COSTUMBRES, UN CRIMEN SOCIAL (ALGUNOS)

“Niñas desesperadas que huyen porque sus padres las vendieron”.

Víctor Sánchez Baños
Columnas
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Piedad por el culpable es traición al inocente.

Ayn Rand (1905-1982)

Por “usos y costumbres” en varias partes del país continúa la venta de niñas y hasta niños para matrimonios, a pesar de que la ley lo prohíbe. Pequeñas que apenas inician su pubertad y con muñecas en las manos son obligadas por sus padres a casarse.

Algunas huyen y otras se refugian con amigos o familiares, ante la complicidad de alcaldes o síndicos. “Autoridades” municipales de Guerrero, Oaxaca y otras entidades incluso las detienen y las hacen objeto de vejaciones y violencia.

Es inaudito que en pleno siglo XXI veamos a niñas desesperadas que huyen porque sus padres las vendieron, por una caja de cervezas o por dinero. En ninguna parte los usos y costumbres pueden ser justificación para violentar la vida de la niñez.

Como menciona la diputada Mariana Benítez, es un asunto de educación y las niñas que aceptan convertirse en mercancías generalmente no tienen sólidas estructuras educativas.

Tanto legisladores como autoridades de justicia, incluidos los jueces y la sociedad entera, deben tener conciencia de que los niños no se venden.

Nacieron para ser amados, protegidos, educados y proyectados a una mejor vida. Los niños son el futuro de nuestra nación. Estamos obligados a darles felicidad, así como alejarlos de la frustración y la tristeza.

Terror

Pero la violencia no es privativa de las mujeres. Va contra los más débiles de la sociedad. Niños, ancianos y discapacitados están en la lista de abusos. Muchos de ellos no tienen herramientas para poder enfrentar a sus agresores. Muchas veces se les acalla a golpes. Los usos y costumbres en varias partes de Guerrero, Oaxaca y otras regiones indígenas golpean a niños y ancianos hasta la muerte. Crímenes que no cesan, aunque los autores vayan a la cárcel. La educación y la estricta aplicación de la ley en defensa de los más débiles deben ser caminos para “civilizar” a criminales.

Al interior del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), que recibe recursos fiscales y de gobiernos que necesitan análisis específicos con rigor académico, se viven momentos de terror. Impuesto por María Elena Álvarez-Buylla, directora del Conacyt, José Antonio Romero Tellaeche fue ratificado como director pese al rechazo de la comunidad del CIDE. No solo viola la libertad de cátedra, sino que realiza una persecución al estilo soviético contra quien no se alinea a sus caprichos ideológicos y administrativos. Hasta guardaespaldas pagados por el CIDE lo “protegen”. ¿A qué le tiene miedo? Este reportero cuenta con una larga lista de inconformes con Tellaeche. La investigación con tendencia ideológica es propaganda.

Dinero Ahora resulta que Interjet regresa a volar en seis meses, pero totalmente minusválidado. A casi un año de cancelar sus operaciones, según el plan de reestructuración del nuevo director general de la aerolínea, Luis Federico Bertrand, operará fundamentalmente desde el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México y alternamente, con pocas actividades, en el Aeropuerto de Toluca y el Felipe Ángeles (AIFA).

El clúster energético de Querétaro y el gobierno de esa entidad ofrecen un apoyo de hasta 96 mil pesos para empresas que quieran realizar la instalación de un sistema fotovoltaico como medida de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Los beneficios esperados serán ahorros de hasta 60% en el consumo y pago de electricidad de las microempresas; al igual que la reducción a mediano plazo de 448 mil toneladas de CO2, mientras que a largo plazo serán 784 mil toneladas.

Responsabilidad Social Corporativa En octubre la Fundación AB InBev y Grupo Modelo, de Cassiano de Stefano, realizaron el seguimiento del programa Desafío Responsable con la primera ronda de visitas encubiertas, mejor conocidas como Mistery Shopper. Con este programa pretenden incentivar a restringir la venta de bebidas alcohólicas a menores. La estrategia consiste en una serie de compradores encubiertos que asisten a comercios, bares, restaurantes y negocios participantes dentro del desafío. Ellos verifican si el negocio cumple con la regulación jurídica y piden identificación a menores. Si el Mistery Shopper detecta que todo se lleva a cabo de manera adecuada y correcta el vendedor o el servidor recibe 200 pesos de inmediato. Buena idea.