Poder
El cierre del año fue notable para el Congreso de la Unión. Lograron acuerdos en un año de alternancia en el Poder Ejecutivo federal, que se antojaban imposibles. Los grupos políticos se sentaron a negociar. Y lo que es un hecho que tenía años de no verse fue que el presupuesto quedara aprobado mucho antes de los límites establecidos por la ley. Todo con un solo objetivo: crear un clima de concordia política. En países civilizados no es mucho pedir. En medio de discusiones espectaculares se llega a acuerdos civilizados. Así pasó en México y sólo esperamos que continúe esa luna de miel entre los partidos políticos. Mediante acuerdos, el Poder Legislativo se puede convertir en el motor del país y no es un obstáculo ancestral. Este es un paso para que México se distinga en el ámbito internacional como una nación de políticos civilizados.
Enrique Peña Nieto iniciará el año con intenso trabajo. El tema de la seguridad pública se mantiene en lo más alto de los papeles de su escritorio y, sobre todo, en los asuntos que tiene pendientes de la agenda. Varios gobernadores, como César Duarte, de Chihuahua; Malova, de Sinaloa; Rodrigo Medina, de Nuevo León; Javier Duarte, de Veracruz; y Guillermo Padrés, de Sonora, tendrán la visita de los especialistas del gabinete en esa materia para impulsar estrategias contra el tráfico de enervantes y el crimen organizado.
Emilio Lozoya no trae la escoba, sino la guadaña juzgadora en contra de quienes abusaron de su puesto para lograr beneficios personales.
Ojo
Enrique Martínez, secretario de Agricultura, volteó a ver la pesca como fuente de empleo, alimentación y desarrollo del país. Ya era hora de que un funcionario volteara a ver a la pesca. Pasaron 30 años y nadie se fijó en que ahí hay mucho dinero y empleo para millones de mexicanos. Perú lo entendió hace muchos años.
Dinero
El humo blanco presupuestal invadió a las secretarías de Educación Pública y de Desarrollo Social, mismas que ejercerán en 2013 los presupuestos más elevados, a fin de cumplir con las promesas de campaña del presidente Peña Nieto. Entre estos destacan la instrumentación de la reforma educativa, el otorgamiento de computadoras personales a estudiantes de quinto y sexto grados de primaria en escuelas públicas y las escuelas de tiempo completo, así como dar marcha al programa 65 y más, y los apoyos para madres solteras. Esto a pesar de que los presidentes de las comisiones de Hacienda y de Presupuesto en la cámara baja, José Isabel Trejo, del PAN, y Nuvia Mayorga, del PRI, aseguraron por separado que para instrumentar la totalidad de las promesas de campaña de Peña Nieto “es necesaria una reforma hacendaria integral”. Esto tiene algo de cierto, pero ya se dieron los primeros pasos y eso es un avance. Sin embargo, definitivamente es urgente una reforma hacendaria, no sólo fiscal, donde no sea el objetivo cobrar más impuestos, sino que el gasto sea programado y en base a resultados.
Responsabilidad Social Corporativa Las empresas medianas y grandes tienen áreas administrativas destinadas a la RSC. Sin embargo, muchas de sus “buenas acciones” no las conoce la sociedad, que debería ser la beneficiada. La Responsabilidad Social Corporativa no sólo son premios para los empleados o accionistas que tienen esa responsabilidad en sus manos, sino una verdadera acción de beneficio social. Sabemos de empresarios que han destinado dinero para la liberación de primo delincuentes con fianzas que ellos mismos prestan para la liberación de aquellos que son vulnerables a convertirse en “maestros” del crimen en las cárceles del país. Lo más grave, incluso, es que muchas instituciones no encuentran a quién distribuir esos beneficios. Hay escuelas en muchos pequeños poblados que no tienen estudiantes. La difusión de las bondades no está en poder de más. Hacer el bien es importante, pero tener a quién hacer el bien es lo mejor.