TODO EN TODAS PARTES AL MISMO TIEMPO

“La cinta es un tobogán hacia la locura”.

Francisca Yolin
Cultura
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La historia Evelyn Wang es una inmigrante china que regenta una lavandería. Se halla asfixiada por las deudas y el fisco está detrás de ella. Para empeorar las cosas su marido, Waymond, quiere divorciarse y su hija adolescente está rebelde. Todo empeora cuando van a presentar las facturas a la auditora fiscal. Allí descubre que tiene el poder de abrirse camino en diferentes universos paralelos. Pero controlar ese poder será difícil.

La reseña A los directores y guionistas Dan Kwan & Daniel Scheinert los conocimos por Swiss Army Man (2016), una original y muy escatológica comedia fantástica con Daniel Radcliffe y Paul Dano.

Ahora vuelven a sorprender con su nueva película, Todo en todas partes al mismo tiempo. Aquí van aún más lejos, en un planteamiento de mucha originalidad y riesgo que presenta una espectacular visión del multiverso.

Es curioso —y la verdad digno de elogio— que en los tiempos en que Marvel y DC se han decidido a explorar el mismo concepto sea esta propuesta estadunidense la que, con bajo perfil, haya conseguido ser la más sorprendente y profunda, a pesar de no contar, ni remotamente, con los presupuestos que se manejan en las otras compañías.

El filme llama la atención desde la elección de su protagonista. Aquí la heroína no es joven ni atlética. Podría ser cualquier persona. Desde ese aspecto, la cinta no deja de sorprendernos. Uno de los puntos fuertes de este largometraje es que el viaje entre universos no es para vivir aventuras, sino que se enfoca en que la protagonista pueda adquirir ciertas habilidades de sus otros “yos” al realizar acciones concretas —perdón por lo críptico de esta explicación, pero es muy fácil revelar momentos que son valiosos vivir en el momento—. Cómo consigue las habilidades y aprende a utilizarlas es visualmente espectacular e hilarante desde el punto de vista cómico. Está muy bien planteado para ganarse al espectador desde el comienzo, mientras evita caer en algo ridículo.

La cinta es, se pueden imaginar, un tobogán hacia la locura. La puesta en escena, los juegos de perspectivas, los homenajes metacinematográficos y, especialmente, los divertidos diálogos la convierten en una película muy entretenida. Pero además los realizadores se preocupan también de darnos un extra en el desarrollo de personajes, que es dramático, emotivo y muy bien narrado. Y justo ahí tiene su mayor valor: en ser capaz de hablarnos de lo cercano y cotidiano mientras realiza un ejercicio de estilo visual y cinematográfico muy arriesgado y de gran nivel.

En definitiva, Todo a la vez en todas partes es una propuesta que sorprende desde su novedad y conmueve desde su fondo. Tiene una excelente dirección e interpretaciones —sobre todo de la protagonista, Michelle Yeoh— y si se aceptan las reglas del juego que proponen los directores es una experiencia muy recomendable.