CARMINA BURANA, PRODUCCIÓN MONUMENTAL 2022

“El éxito está en la pasión que uno le dedica”.

Guillermo Medel
Cultura
Escencia  (2).jpg

Con una superproducción que incluye a más de 250 artistas en escena regresa el espectáculo de música y danza Carmina Burana, un espectáculo de talla internacional con la participación estelar de la cantante de ópera Filippa Giordano y el primer bailarín Sergio Bernal, quienes hablan con Vértigo sobre los detalles de esta gran producción monumental.

Se trata del regreso presencial de la obra del compositor alemán Carl Orff, quien alrededor de 1930 tomó 24 poemas de los Códex Buranus de los siglos XVII y XVIII para crear una composición que originalmente se llamó Cantos de Beuern.

Esta nueva producción representa con danza, música y canto los fragmentos más destacados de la obra, donde la coreografía —en este caso a cargo de la compañía de Danza Contemporánea de Cuba, una de las más importantes del mundo, a la que acompaña la Orquesta Camerata de las Américas— protagoniza la sátira y los placeres de los cantos goliardos bajo la dirección del maestro Carlos Miguel Prieto.

Della bella Italia

La soprano solista italomexicana Filippa Giordano hará otra vez gala de su talento en esta puesta monumental, como lo hizo ya en 2019 al lado del barítono Marcello Giordano, su padre.

Para esta ocasión, la maestra anuncia que esta versión ofrece novedades: “Esta vez contaremos con algunas sorpresas. Tuve la oportunidad de participar en este gran proyecto hace tres años junto a mi padre y fue una experiencia increíble; ahora me toca a mí sola, pero tengo preparado un nuevo número que forma parte de las sorpresas que podrán disfrutar en octubre”.

—¿De qué se trata?

—Los grandes artistas que han estado en esta producción siempre aportan algo nuevo y esta no será la excepción. Yo, por ejemplo, presentaré una gema; y si bien no es la Carmina completa, sí interpretaré los temas principales de esta traviesa, apasionada y gran mujer.

Añade que aun cuando el público la identifica con un género entre ópera y pop “esta vez seré soprano puro: cantaré ópera tradicional”.

Olé, México

Otro de los grandes nombres, pero en la cara de la danza, es el del primer bailarín Sergio Bernal Alonso, quien además de joven y talentoso tiene una amplia trayectoria profesional que lo ha llevado a pisar escenarios de Londres, Nueva York, Miami, Tokio y Madrid, entre otros.

Nacido en España, Bernal comenzó su carrera en 2002 en el Real Conservatorio de Danza de Madrid y en estos 20 años ha participado en múltiples proyectos alrededor del mundo.

—¿Qué significa para su carrera pisar suelo azteca?

—Es la primera vez que estaré en México. Sé que los mexicanos son un público cálido y eso nos hermana, ya que los españoles somos de sangre caliente. Además, en esta producción haré una parte de flamenco. Será maravilloso jugar con el estilo clásico de Carmina Burana, la esencia de una danza española como es el flamenco y el calor del público mexicano.

—Se antoja una producción impresionante…

—Los bailarines somos atletas de alto rendimiento, ya que tenemos como base de trabajo el entrenamiento para mantener un buen nivel. Pero eso no quita que preparar mi participación en este proyecto fuera superemocionante. Son más de 250 artistas: un coro adulto, un coro juvenil, una orquesta con más de 90 músicos, toda una compañía de cuerpo de baile… Es alucinante toda esta gran producción.

Dice Bernal que “he llegado a ensayar hasta doce horas, aunque normalmente dedico ocho o nueve al día”.

—Es usted un artista joven, pero ha recorrido ya el mundo. ¿Es necesario comenzar desde niño para ser un bailarín exitoso?

—Creo que en la danza es fundamental comenzar lo antes posible, ya que a medida que adquieres experiencia y peso sobre el escenario el cuerpo va en detrimento con relación al tiempo. Es importante enfocarse en conseguir un buen nivel y forjar una buena carrera desde la formación para desarrollarse como bailarín.

El primer bailarín puntualiza que “al final un músico, por ejemplo, puede mantenerse tocando el violín hasta los 65 años de una manera magistral, cosa que no sucede en la danza porque el cuerpo no lo permite por efectos naturales. El éxito está en la pasión que uno le dedica”.

Victoria

—Frente a los cambios que el mundo vive, ¿puede ser la cultura un puente que nos una a través del arte?

—Es una gran adrenalina —responde Filippa Giordano por su lado— volver con la energía de tanto talento en un mismo escenario y en la misma noche. Finalmente, para los artistas conectar con el público es como respirar; realmente necesitamos de la gente y la energía del escenario. En el confinamiento todo eso tuvo que guardarse y esperar. Trabajando únicamente frente a una cámara se extraña más a la gente.

Añade que, “en efecto, a pesar de las épocas que atraviesa la humanidad podemos celebrar una gran victoria sobre el luto y la tristeza con esta gran fiesta que es Carmina Burana, al lado de más de 250 grandes artistas con toda esa energía. Además la presencia del primer bailarín Sergio Bernal complementa un espectáculo que sin duda es una experiencia que no deja indiferente a nadie”.

Por ello, concluye Giordano, “recomiendo esta obra para toda la familia, en especial para los niños, que son los que quedan más impresionados ante una puesta en escena de tal magnitud, llena de momentos que erizan la piel. Además la adaptación vuelve al espectáculo ligero y emocionante para el deleite de chicos y grandes”.

Además de la Orquesta Camerata de las Américas participarán los cuerpos corales EnHarmonía Vocalis, con 80 voces, y el coro infantil Schola Cantorum de México con 40, así como la soprano María Almeida Rodríguez, el tenor Víctor Hernández y el barítono Enrique Ángeles. La coreografía corre a cargo del coreógrafo George Céspedes con la dirección artística de Miguel Ángel Islas Ferrer en el Auditorio Nacional, los días 4 y 5 de octubre.

El concierto será en beneficio de Reintegra AC, una institución con 40 años trabajando a favor de la justicia social a través de la prevención del delito, y del proyecto Camina AC, dedicado a la investigación contra la parálisis por lesión medular.