CENTRO SCOP: HACIA UN PARQUE DE MURALISMO

“El proceso de recuperación respeta la narrativa histórica de cada una de las piezas”.

Alejandra Moncada
Cultura
CENTRO SCOP

El complejo arquitectónico de la extinta Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) fue demolido después de declararse pérdida total por los daños que sufrió en el sismo de 2017, pero los murales emblemáticos del recinto fueron recuperados y se encuentran en conservación para posteriormente ser exhibidos en lo que será el Parque del Muralismo Mexicano, ubicado en el mismo espacio.

Los edificios diseñados por los arquitectos Augusto Pérez Palacios, Raúl Cacho y Carlos Lazo, que alojaron murales de los artistas Juan O’Gorman, Guillermo Monroy, Arturo Estrada Hernández, José Chávez Morado, Luis García Robledo, José Gordillo, Rosendo Soto y Jorge Best Berganzo, así como el conjunto escultórico de Francisco Zúñiga, hoy ya no existen.

En su lugar quedan apenas vestigios de lo que alguna vez fue el Centro SCOP.

A través de un comunicado se informó que la Secretaría de Cultura federal, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) sostuvieron una reunión con familiares de los artistas cuya obra formaba parte del recinto, a fin de conocer avances del nuevo proyecto.

En el encuentro, las autoridades federales reafirmaron que el proceso de recuperación artística respeta la narrativa histórica de cada una de las piezas retiradas.

Además, destacaron que mediante el uso de tecnología avanzada se logró extraer por completo las obras sin causarles daño, lo que permitirá continuar con la conservación de los 13 murales que formaban parte del sitio desde 1954.

Lucina Jiménez López, directora del INBAL, lideró el diálogo con Alberto Best, hijo del muralista Jorge Best Berganzo, así como con Luz Elena y Martha Soto, hijas del artista Rosendo Soto Álvarez.

Durante la reunión Jiménez aseguró a los familiares que el compromiso de preservar este patrimonio artístico de México se ha cumplido en colaboración con la SICT.

Explicó que el proyecto se desarrolla en dos fases distintas. La primera, actualmente en proceso de finalización, se centra en la preservación de la obra artística y la demolición del edificio; la segunda se enfocará en la construcción del parque, con una etapa intermedia que servirá como transición entre la planificación y la finalización del mismo.

Se presentaron videos y exposiciones para informar sobre los progresos de la primera fase del proyecto, detallando todo el proceso técnico utilizado para retirar los murales.

Como parte de los preparativos para la primera fase de intervención del Conjunto SCOP, en julio de 2023 el INBAL autorizó la instalación de andamios en cada uno de los edificios destinados a intervención. Posteriormente se aprobaron las medidas de protección y los procesos de conservación preventiva para todos los murales y esculturas presentes en el lugar.

También se han dado los permisos necesarios para el retiro controlado de los paneles que contienen reproducciones de los murales creados después del terremoto de 1985, así como para la extracción en bloque de los muros que albergan los murales originales.

Resistencia histórica

La fase 2 del proyecto es la construcción del Parque del Muralismo Mexicano y la restitución de la obra artística, que consistirá en la construcción de tres edificios para un museo de sitio, oficinas de la SICT y el archivo histórico de la secretaría, así como la restauración de los murales y la construcción del parque.

Sin embargo, no se tienen los recursos económicos para esta fase, la cual necesita mil 600 millones de pesos según la cifra solicitada por la SICT y que no fue aprobada. La empresa Ignitia Desarrollos se hará cargo del proyecto, que se dará a conocer públicamente cuando la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México otorgue su aprobación final.

Debido al retraso en la ejecución de la fase 1 y la insuficiencia de recursos para iniciar la fase 2 el proyecto se ha transformado en un plan que puede abarcar incluso varios periodos gubernamentales, sin una fecha definitiva de conclusión.

“Si se empezaba la construcción en noviembre del año pasado, estaba proyectado terminarse en junio de 2025. Consideramos que llevará un año y medio la construcción y partiremos cuando tengamos los recursos y los trámites administrativos”, declaró la dependencia.

El Centro SCOP había resistido ya la gran intensidad del sismo de 1985, que ocasionó el derrumbe de los últimos tres pisos del Edificio B del conjunto. Lamentablemente hubo pérdidas humanas. Asimismo, los murales policromos del remate de dicho edificio fueron destruidos en su totalidad, mientras que los de su cabecera norte —a cargo de Juan O’Gorman— sufrieron afectaciones parciales.

La entonces Secretaría de Comunicaciones y Transportes llevó a cabo la implementación de un plan dirigido por el arquitecto Ignacio Machorro, con el objetivo de reconstruir los edificios afectados. Paralelamente, el arquitecto Vicente Medel se encargó de la labor de rescate de los murales. Aunque se logró reconstruir algunos de ellos, otros perdieron su integridad al no ser restaurados en su totalidad, lo que afectó su significado original.

El sismo de 7.1 grados de 2017 causó en el complejo daños severos e irreparables, como la inclinación del Edificio A y un daño superior en las estructuras del resto de los edificios. Aunque las obras escultóricas de Zúñiga y Betancourt no sufrieron daños, los murales realizados por O’Gorman y Chávez Morado no corrieron con la misma suerte.

Desde el sismo de 2017 han pasado siete años; si se tardaron ese tiempo en desmantelar los murales y derrumbar los edificios, ¿cuánto más estará vacío el espacio ubicado en el eje 4 Xola No 181?

Por ahora, el Parque del Muralismo Mexicano no es más que un sueño.