ESPERANZA Y ACCIÓN

El espíritu de la esperanza
Cultura
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Byung-Chul Han. El espíritu de la esperanza. Herder. Trad. Alberto Ciria. 141 pp.

Desde hace algunos años Byung-Chul Han (Seúl, 1959) se ha convertido en uno de los filósofos más leídos y populares de Occidente. Sin llegar a los niveles del esloveno Slavoj Žižek, un auténtico rock star, el coreano puede presumir de tener una buena legión de seguidores que suscriben sus críticas a los totalitarismos y su afición por la meditación.

Su anuncio como ganador del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2025 colocó una vez más al filósofo en los titulares y reavivó algunas de las críticas de académicos que le cuestionan la profundidad de su pensamiento.

A favor del coreano se puede decir que en una década ha vendido más de dos millones de libros de filosofía, lo cual es casi una proeza donde la disciplina está casi confinada a las aulas y universidades.

El sentido de la esperanza

Un ejemplo es El espíritu de la esperanza, su ensayo más reciente publicado en español, donde hace a un lado el maniqueísmo que le han cuestionado y pondera la parte activa de la esperanza como un resorte capaz de activar una necesidad de cambiar las cosas para mejor.

En este sentido, sostiene que el pesimismo es un estado acomodaticio, pues echa mano de la resignación para enarbolar la bandera de quedarse con los brazos cruzados.

Igual de inclemente es con el optimismo, condición que considera que todo se arreglará sin hacer nada y casi por mandato divino.

Quienes ostentan ambas posturas “son ciegos para las posibilidades”, dice. Su análisis se aleja también de la sicología positiva, pues considera que esta “se desliga de la sicología del sufrimiento y trata de ocuparse exclusivamente del bienestar y la dicha”.

Coincide, en cambio, con el dramaturgo y expresidente checoslovaco Václav Havel cuando señala: “La esperanza no es optimismo. No es el convencimiento de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, al margen de cómo salga luego”.

En esencia, para Byung-Chul Han ante la desesperación más absoluta es justo la esperanza aquello que nos puede mover de donde estamos.

Es verdad que en libros anteriores el filósofo coreano se regodeó en fatalismos, si se quiere maniqueos, pero al menos con El espíritu de la esperanza da un volantazo hacia una dirección más realista y al mismo tiempo enaltecedora, que en tiempos como los que corren no viene mal revisar.

Otros títulos de Byung-Chul Han son La sociedad del cansancio, Vida contemplativa y La desaparición de los rituales.

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