Con un Teatro Juan Ruiz de Alarcón lleno a rebosar se llevó a cabo la clausura de la edición número 30 del Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU), en cuya ceremonia de premiación se entregó entre otras distintas menciones honoríficas el premio de la convocatoria Dramaturgia Salud Mental y Derechos Humanos, así como el Reconocimiento Luisa Josefina Hernández a dos docentes de la UNAM y una maestra de Veracruz, respectivamente.
Con más de nueve mil asistentes que incluyeron a nuevas generaciones de teatreros, docentes, directores, comunidad y público en general, resultaron ganadoras en diferentes categorías varias obras provenientes de Ciudad de México, Michoacán y Colombia.
Gran edición
Durante diez días de intensas actividades se presentaron 23 obras en competencia y otras 17 de exhibición procedentes de distintas partes de México y del mundo, incluyendo performances e instalaciones digitales, además de siete talleres y un laboratorio con 137 participantes, mesas redondas, conferencias magistrales y conversatorios.
Al término del festival se llevó a cabo la ceremonia de premiación y clausura conducida por la actriz Paola Arrioja y el actor Antonio Peña, mientras que el toque de humor lo pusieron los personajes del Carro de Comedias, la Nana Conchita (Priscila Rosado) y Simón (Alexis Briseño), quienes interactuaron con el público y los ganadores.
En tanto, el director de Teatro UNAM, Juan Meliá, comentó que dentro de la programación que se desarrolló “sucedieron actividades que llenan de esperanza rumbo al día a día de las nuevas generaciones de creadores escénicos, así como la alegría que causó la participación constante y comprometida de las escuelas a través de obras programadas vía la convocatoria nacional e internacional”.
Agregó que entre todos “considero que debemos ser capaces, como gremio, como comunidad escénica, de ayudar a garantizar una vida académica y profesional vibrante, propositiva, inclusiva y diversa, intentando mejorar siempre las condiciones de producción, programación, circulación y trabajo, defendiendo la libertad artística y creativa, y generando vías de crecimiento e integración de las jóvenes generaciones al mundo profesional”.
Trabajo en las aulas
De igual forma, como parte de la ceremonia se presentó la cuarta emisión del Reconocimiento Luisa Josefina Hernández a la docencia teatral, el cual distingue la trayectoria de docentes cuyo compromiso y generosidad han marcado a varias generaciones de creadores escénicos.
Meliá tomó la palabra para señalar que el galardón se creó en un principio para reconocer a los maestros de la Facultad y del Centro Universitario de Teatro (CUT); sin embargo, mencionó que “es fundamental que se reconozca también a maestros de otras escuelas, más allá de las universitarias, por lo que en esta ocasión se pensó en una docente de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana, ya que fue la compañía que participó en el FITU como parte del programa Crear en Compañía.
En este sentido, la galardonada fue Laura Moss, admirada maestra y creadora escénica dentro y fuera de México.
Moss es asesora interpretativa y escénica en espectáculos de ópera, flamenco, danza contemporánea y comedia musical. Además, es licenciada en Educación Artística con perfil especializado en Teatro por la Universidad Veracruzana (UV) y cuenta con estudios de sicología en la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Ella subió al escenario bailando, abogó por las escuelas de arte en las universidades públicas y compartió que antes de venir a México desde Argentina “la UNAM siempre resonó, porque muchos exiliados del sur han llegado al país y ha sido un recinto para recibir a los intelectuales, a los artistas y a los maestros que llegaron con el corazón roto por una patria destruida”.
Honores
Asimismo, Iona Weissberg, Mario Espinosa y Meliá fueron invitados al escenario para hacer la entrega de un reconocimiento del CUT a Francisco Álvarez, uno de los técnicos más queridos de la institución, pieza fundamental para la comunidad y quien en 50 años de actividad profesional ha colaborado con las personalidades más destacadas de la escena a nivel nacional, además de compartir su experiencia en varios proyectos internacionales.
“Doy gracias a tantas personas que marcaron mi vida a lo largo de todos estos años, en los que me brindaron la oportunidad de crecer personalmente y sobre todo me brindaron su confianza. José Caballero, que me brindó la posibilidad de trabajar como técnico de iluminación; Raúl Zermeño me impulsó a trabajar como jefe de Departamento de Producción del CUT y me permitió iniciar una carrera como docente en producción y mecánica teatral, donde descubrí el placer de dar clases”, dijo Álvarez.
Posteriormente se hizo entrega de otro reconocimiento por el Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras a Rafael Pimentel Pérez, quien ha sido maestro de Actuación y Pantomima por más de 50 años en diversas instituciones, tanto públicas como privadas, recibiendo premios de la crítica especializada.
Portando una nariz de payaso y con un andar de divertidos pasos, Pimentel subió al escenario para recibir su premio y compartirlo con muchos de sus compañeros que por diversas razones ya no están en la Facultad, la cual consideró como un “vertedor eterno de maestros de teatro”.
Los docentes galardonados, Francisco Álvarez, Rafael Pimentel y Laura Moss, exhortaron a las nuevas generaciones a “luchar por espacios teatrales, mantener la pasión y no dejar que el teatro muera”.
Escritura teatral
El FITU y Teatro UNAM se han preocupado por el quehacer dramatúrgico, abriendo nuevas oportunidades para talentos emergentes, por lo que en alianza con la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes y la Dirección de Teatro UNAM se convocó a las personas inscritas en el CUT o en cualquier programa de licenciatura de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Facultad de Psicología a participar en el segundo concurso de escritura teatral.
Este año el tema fue Dramaturgia, salud mental y derechos humanos. Hacia la construcción poética de un mundo libre de violencias, cuyo premio recayó en Adrián Cabrera por su texto Bipolar, “bien estructurado, teatralmente construido y con un lenguaje creativo que logra capturar al público”, a decir del jurado.
Este también otorgó cuatro menciones honoríficas a Nunca abraces a un monstruo, de Karla Cecilia Esquivel Ramírez; De viajes y viajeras, de Uriel Reyes Feria; Vectores, de Ilse Jiménez; y a Histeria, de Joselin Estefanía Peña Méndez.
La ceremonia concluyó con el mariachi en el escenario del Teatro Juan Ruiz de Alarcón y como en todo festejo no faltó el pastel por los 30 años del festival, el cual fue compartido con todos los asistentes en el vestíbulo del recinto; mientras que afuera DJ Bonsai, quien también amenizó la ceremonia, siguió con la música para que los jóvenes premiados continuaran con la celebración.