GUARDIANES DE LA GALAXIA VOL. 3, UN GRAN FINAL

Francisca Yolin
Cultura
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Guardianes de la Galaxia llega a su fin y la última entrega de la saga de Marvel es una película que cumple con las expectativas de los fans y ofrece una experiencia emotiva y entretenida.

La película dirigida por James Gunn tiene varios logros que la convierten, sin duda, en una de las mejores entregas del universo cinematográfico de Marvel en los últimos años, que no ha tenido los grandes resultados que esperan ni en taquilla ni con la crítica.

Este cierre es una despedida que funciona con todo lo que ello implica: la tristeza por ver partir aquello que ha funcionado tan bien y la emoción de ver una última gran aventura de parte de personajes que han logrado ganarse su lugar, luego de que, honestamente, no le importaran a casi nadie antes de su adaptación a la pantalla grande.

La tristeza, por un lado, también se refuerza porque al centro de todo está Rocket (con voz de Bradley Cooper), cuya trágica y emotiva historia de origen se desentraña a través de flashbacks que conectan directamente con una historia central marcada por la amenaza de un villano llamado Alto Evolucionario (Chukwudi Iwuji), quien es el responsable directo del experimento que le dio capacidades cognitivas superiores al mapache espacial en cuestión.

Al mismo tiempo, la desesperación también se marca porque la propia vida de Rocket está en juego, ya que el comienzo de la película está marcado por el ataque directo de Adam Warlock (Will Poulter), un ser perfecto pero inmaduro que es la creación de Los Soberanos, los humanoides dorados que fueron la amenaza de la película anterior. Los mismos que también son una creación del Alto Evolucionario.

Acción y emoción

Hay más historias paralelas y con tanta información que al filme le cuesta un poco encontrar su rumbo, pero funciona muy bien una vez que el equipo choca contra la gran amenaza. Es decir, una vez que vemos a los Guardianes de la Galaxia en plenitud, James Gunn comanda con equilibrio y destreza la mezcla entre acción y emoción, lo que mejora una historia que es mucho más simple de lo que algunos podrían haber esperado.

Como siempre, la estética visual y la banda sonora son excelentes, sobre todo la música que, como ya nos tienen acostumbrados, usa canciones populares clásicas para crear momentos memorables de manera muy acertada.

Y aunque hay elementos que pueden ser más cuestionados —como el ritmo de algunas situaciones, algunos diálogos de humor que no funcionan tan bien—, el destino al que logra llegar este volumen 3 se siente apropiado al considerar el viaje de los Guardianes de la Galaxia, quienes lograron expandir mejor que nadie las fronteras del universo de Marvel Studios.

Claro, sabemos que el universo de Marvel Studios puede crecer insospechadamente, así que esta cinta sin duda da posibilidades de un futuro para cada personaje. Sin embargo, el logro de dar un cierre a la travesía que comenzó hace casi una década se siente completa, placentera y, sobre todo, divertida.

Despedida.