EL HORROR DEL REALISMO

Federico González
Cultura
HORROR DEL REALISMO

Allure Spinoza. Las niñas no se tocan. Alas de cuervo. 95 pp.

Diariamente somos testigos de noticias de familias, jóvenes y niños afectados por el crimen organizado. Apenas hace unos días en Culiacán secuestraron a más de 60 personas. Desafortunadamente estos hechos son cotidianos y el espanto no pasa de los titulares: como sociedad aún no tenemos la dimensión de las consecuencias de vivir en esta realidad.

Alguna vez Stephen King dijo que el género de terror sirve para exponer los miedos de una época. En el caso de México, desgraciadamente, el terror se ha convertido en materia prima de literatura realista como la que escribe Allure Spinoza (Zamora, Michoacán, 1986).

Una advertencia: Las niñas no se tocan no es un libro para cualquiera. La historia se centra en Marina y Mónica, ambas madres solteras de Nubia y Natalia, respectivamente. Sus vidas coinciden en el abandono por parte de los varones y en haber enfrentado gran cantidad de dificultades relacionadas con varios tipos de violencia; las dificultades de una u otra manera se contagian a sus hijas, quienes tienen que lidiar con toda clase de abusos.

Sin concesiones

La novela es tan breve como intensa. Spinoza no da respiro y somete a sus personajes hasta el extremo. A pesar de ser una niña, Nubia ya tiene una máxima: “Joder a alguien siempre te hace sentir mejor”. ¿Cuánto dolor puede soportar el ser humano? ¿Cuánto dolor es capaz de producir? Ambas preguntas van y vienen a lo largo de la lectura.

Si bien autores como Primo Levi o Imre Kertész nos enseñaron que aun en las peores desgracias hay espacio para el humor y cierta luminosidad, la escritora no se anda con tientos. Para ella hay vidas para las que nunca sale el sol, pero ni por asomo. Lo peor es que la obra es adictiva por su realismo y el horror que transpira. Es difícil incluso al final no sentir que el estómago se revuelve ante lo leído.

En la misma línea de escritoras como María Fernanda Ampuero, Spinoza entrega una novela que estruja no solo por su manejo del horror sino también por lo cercano que nos resulta.

Otros libros de Allure Spinoza son Cuentos breves de horror para seres ocupados y Se nos fue el miedo.

Vértigo también recomienda

Varios autores. Érase un país verde olivo. Grano de Sal. 186 pp.

Con textos de Juan Jesús Garza Onofre, Sergio López Ayllón, Javier Martín Reyes, María Marván Laborde, Pedro Salazar Ugarte y Guadalupe Salmorán Villar, este libro recorre un siglo de la tensa relación entre el poder civil y el poder militar en México.

Isabel Zapata. Troika. Almadía. 200 pp.

Dividida en mitades que son como dos caras de una misma moneda, Troika cuenta la relación extraordinaria de una niña y su perra, así como la historia de una mujer que viaja a otra ciudad para encontrar trabajo e intentar sobrevivir el duelo con sus muertos.

Beatriz Russo. Bruna. Lince. 208 pp.

Autodestrucción, pulsiones sexuales, relaciones tóxicas, vigorexia, adicción a las series, son rasgos que definen a la protagonista: Bruna es una sucesión de tragedias mínimas, un síndrome, una atracción vertiginosa, un reflejo, al fin y al cabo, de muchas mujeres que habitan en otros nombres.