La UNAM presentó la obra La disputa por la democracia en las redes y los medios: desinformación, narrativas e intereses en el México actual, editada en colaboración con la casa editorial Akal.
El libro La disputa por la democracia en las redes y los medios: desinformación, narrativas e intereses en el México actual se presentó en la Casa Universitaria del Libro (Casul) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Es la más reciente obra del Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad (PUEDJS) y forma parte de la discusión sobre el papel de las redes sociales digitales como trincheras políticas, “donde la información falsa es el arma para desestabilizar democracias y continuar con intereses empresariales”.
Para los autores del libro, esta apuesta editorial significa una nueva etapa de análisis de las redes sociales y de los medios de información.
Grandes retos
El libro es producto del trabajo del equipo de investigadores que integran el laboratorio digital para la democracia Tlatelolco Lab, el cual busca dar respuesta a las diversas interrogantes sobre los actores e intereses que definen el poder mediático en los ocho capítulos que conforman el contenido del libro.
Pero, ¿qué alternativas tiene la ciudadanía contra la manipulación? ¿Cómo se disputa la democracia en el entorno digital?
Jonathan Pérez, director del portal de noticias Revolución 3.0, explicó las graves consecuencias del interés mediático por silenciar problemáticas sociales: “Las campañas de desinformación tienen graves consecuencias, como la criminalización de la protesta. Lo que pasó en Nochixtlán, Oaxaca, es un ejemplo de una doble masacre: mediática y de la vida real”.
Por otro lado, Jacaranda Correa, periodista y documentalista, reflexionó sobre la importancia de la investigación rigurosa e interdisciplinaria sobre las redes sociales y su influencia en la vida diaria de las personas. Al respecto, dijo que “desde una aproximación compleja y profunda, este libro analiza de manera detallada los territorios denominados redes sociales, pues se construyen narrativas de sentido, agendas políticas y, sobre todo, son una extensión de la interacción social convencional: la escuela, la familia y la otredad”.
A su vez, el periodista y analista, Hans Salazar, señaló que el Tlatelolco Lab es una apuesta novedosa en la conversación pública ya que “el pueblo está interesado en saber de los temas que se estudian y analizan en el PUEDJS de la UNAM”.
Agregó: “Estamos en la guerra de las narrativas y ante la pandemia de las fake news este libro se vuelve una herramienta para pensar y resolver los problemas que afectan a la gente cuando tiene la intención de informarse”.
Revolución mediática
El espacio sociodigital se ha convertido en una expresión del ecosistema político, social y cultural en que la comunicación se hace una estrategia de lucha por el poder.
En este sentido, Tania Arroyo, responsable del Archivo Histórico del Museo Nacional de las Intervenciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y experta en temas de comunicación geopolítica, describió los temas abordados en el libro como de relevancia internacional, en especial en la región latinoamericana.
Subrayó: “Se debe decir que son medios masivos de difusión porque de comunicación no son: no comunican ni investigan, solo difunden información con una intención económica o política”.
La también especialista en Estudios Latinoamericanos explica: “Las derechas rancias encuentran una trinchera fácil, pues los medios son la herramienta para golpes políticos, respaldados por intereses hegemónicos”.
A su vez, Adrián Escamilla, quien fue coordinador del Tlatelolco Lab de 2021 a 2022 explicó que el territorio en que se disputa la información es desigual para los actores que participan del interés por comunicar un mensaje, al decir que “las metodologías del laboratorio digital son innovadoras”.
Agregó que “en ese sentido, este libro muestra casos de estudio que nos permiten visibilizar una crisis de la democracia liberal”.
Durante la presentación de la obra los asistentes hicieron énfasis en que la sociedad necesita recuperar el derecho a la comunicación como un derecho humano.