Desde callejones hasta clubes nocturnos de la Ciudad de México, el jazz ha sido una melodía constante en el paisaje musical mexicano: con una rica historia que fusiona influencias afroamericanas y latinas, ha encontrado un hogar vibrante y acogedor en nuestro país.
Por su gran relevancia, desde 2011 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estableció el 30 de abril como el Día Internacional del Jazz.
Desde entonces cada año se llevan a cabo distintos festivales en esta fecha para celebrar la pasión por la música. Y en 2024 este festejo llegará por primera vez al continente africano en la ciudad de Tánger, Marruecos, para convertirse en la anfitriona mundial de dicha celebración.
La fiesta durará cuatro días (del 27 al 30 de abril) y culminará con el All-Stars Global Concert en el Palacio de las Artes y la Cultura de Tánger. Tendrá tanto espectáculos artísticos de todas partes del mundo como programas educativos y conversatorios sobre la historia del jazz, entre otros.
Por el lado de nuestro país, que cuenta con un sinfín de recintos culturales que enaltecen este género, así como múltiples festivales de jazz (Eurojazz en la CDMX, Riviera Maya Jazz Festival, Jazz UV en Veracruz, etcétera), este 30 de abril se realizará un concierto gratuito en la segunda sección del Bosque de Chapultepec.
La interpretación musical la organizan la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y el Centro de Cultura Ambiental Chapultepec (CCAC) en conjunto con el instituto educativo Struttin’ Jazz Lab. La presentación se llevará a cabo al aire libre en punto de las 17:00 horas y es abierta a todo público.
Otros estados de nuestro país también serán sedes de este magno festejo, como Baja California Sur, que alojará durante tres días (del 28 al 30 de abril) el Festival Jazz on the Rocks. Se presentarán artistas de renombre internacional y contará con un programa diverso, desde jazz clásico hasta contemporáneo.
La Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) celebrará del 26 al 30 de abril la tercera edición del Festival Internacional de Jazz Armando Núñez. Los asistentes podrán disfrutar de más de 15 participaciones, entre las que se encuentran conferencias, propuestas artísticas y diversas actividades en torno del jazz.
Aunque estos festejos duran unos cuantos días, lo cierto es que —especialmente en la capital mexicana— existen diversos restaurantes y centros recreativos que día a día celebran este género musical. En ellos se llevan a cabo conciertos que pueden escucharse mientras los comensales degustan platillos y bebidas de todo tipo.
Hoy el jazz mexicano sigue siendo una fuerza vibrante en la escena musical del país, atrayendo a oyentes de todas las edades y trasfondos.
Con su capacidad para cruzar fronteras y unir culturas, el jazz continúa siendo una poderosa forma de expresión artística en México y el resto del mundo.
Género vivo
El jazz llegó a México a principios del siglo XX, cuando músicos estadunidenses comenzaron a visitar el país durante la era del jazz en la década de 1920. Figuras legendarias como Duke Ellington, Louis Armstrong y Benny Goodman dejaron una marca indeleble en la escena musical mexicana, inspirando a músicos locales a explorar este género en crecimiento.
Una de las características más fascinantes del jazz es su capacidad para fusionarse con la música tradicional mexicana, creando una experiencia auditiva única que refleja la diversidad y la riqueza cultural del país. Elementos de son jarocho, mariachi, música de banda y más se entrelazan con los ritmos característicos del jazz, dando como resultado una expresión musical verdaderamente original.
Rafael Méndez, trompetista y compositor nacido en Jiquilpan, Michoacán, en 1906, es uno de los pioneros del jazz mexicano. Conocido por su habilidad técnica y su estilo único, llevó este género musical a nuevas alturas, fusionando elementos del folclore mexicano con el swing y el bebop.
En la década de 1950 el jazz en México experimentó un resurgimiento gracias a la influencia de músicos como Tino Contreras y Chico O’Farrill.
Contreras, baterista y compositor, fue fundamental en la popularización del jazz moderno en México, mientras que O’Farril, trompetista y arreglista, introdujo arreglos innovadores y ritmos latinos en el género.
Gracias a la fusión de culturas y el esplendor de la radio, el cine y la industria discográfica, la década de 1960 mexicana se conoce como el auge del jazz, que duró aproximadamente diez años para luego entrar en cierto declive.
Sin embargo, en las décadas siguientes el jazz continuó floreciendo y han emergido grandes talentos como Eugenio Toussaint, pianista y compositor conocido por su fusión de jazz y música clásica, así como Magos Herrera, vocalista de renombre internacional que ha llevado el jazz mexicano a audiencias globales con su estilo cautivador y su profunda conexión emocional.
Asimismo, músicos y bandas emergentes continúan llevando el género a nuevas alturas, adaptándolo a su propia sensibilidad cultural y creando una amalgama única de ritmos y melodías.
El jazz mexicano es mucho más que una simple adaptación de un género musical extranjero: es una celebración de la diversidad cultural y la creatividad humana que sigue resonando en los corazones y las mentes de quienes lo escuchan.