LA FILLE MAL GARDÉE: HISTORIA MUNDIAL Y DE MÉXICO

“Una de las obras de ballet más importantes y antiguas de la danza mundial”.

Alejandra Moncada
Cultura
BALLET

Del 9 de marzo y hasta el 30 de abril la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través de la Compañía Nacional de Danza (CND) y la Coordinación Nacional de Danza, abren al público la puesta en escena de La fille mal gardée (“La niña malcriada”), una de las obras de ballet más importantes y antiguas de la danza mundial.

La coreografía se estrenó por primera vez el 1 de julio de 1789 en el Gran Teatro de Burdeos, Francia, durante la agitada época de la Revolución Francesa. Estuvo a cargo de Jean Dauberval, quien para montar la pieza se inspiró en un grabado titulado Una muchacha regañada por su madre.

A lo largo de los años ha sido adaptada por muchos bailarines famosos. La versión más conocida y popular de La fille mal gardée es la coreografía de Frederick Ashton de 1960, que ha sido aclamada por su capacidad de transmitir la alegría y la vitalidad de la vida rural.

La niña malcriada llegó a México el 9 de julio de 1964 y Enrique Martínez fue el coreógrafo encargado, mientras que Antonio López Mancera se hizo responsable del diseño de escenografía y del vestuario.

Ahora se presenta bajo la dirección de Elisa Carrillo y Cuauhtémoc Nájera, con la adaptación del baile de Martínez y música de los compositores Ludwig Hertel y Ferdinand Hérold.

Esta temporada cuenta con la participación estelar de las bailarinas Mayuko Nihei, Valeria Mariaud, Elisa Ramos, Mariana Torres, Lorena García, Valeria García, Ixchel Gómez, Corinne Jarvis, Alexis Escamilla y Ana Elisa Mena como Lissete; y de los bailarines Argenis Montalvo, Alejandro Hidalgo, Alejandro Mendoza, Yubal Morales, Edwin Said, Alonso Tepetzi, William Woodward, Roberto Rodríguez y Alec Patricio en el papel de Colin.

La pieza, dividida en dos actos, relata de manera cómica y ligera la historia de Lissete, una joven que se enamora de un campesino llamado Colin. Ambos deberán enfrentarse a una serie de obstáculos para poder estar juntos.

La primera en oponerse en su relación es la madre de Lissete, Simone, quien desea casarla con un hombre adinerado, pero poco inteligente, llamado Alain.

Tradición nacional

En 1963 Celestino Gorostiza, titular del entonces Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), decidió crear el Ballet Clásico de México a través de la unión de dos conjuntos independientes: el Ballet Concierto, bajo la dirección de Felipe Segura; y el Ballet de Cámara, liderado por Nellie Happee y Tulio de la Rosa.

De este proceso resultó una amalgama de estilos clásicos, neoclásicos y contemporáneos que asentaron la danza en nuestro país y moldearon su misión en los años próximos: revitalizar el repertorio de la era dorada de la danza, tanto mexicana como internacional, así como fomentar la creación de ballets clásicos y contemporáneos.

En su primera presentación el grupo fue nombrado Ballet Clásico de México, marcando así un hito al otorgar reconocimiento oficial a la danza clásica que se había estado cultivando con tanto esmero en nuestro país. Esta actuación fue un evento de gran relevancia en la vida artística y cultural mexicana.

Durante sus primeros años de existencia la compañía estuvo compuesta por 20 bailarinas, once bailarines, tres maestros y un director, mismos que ya formaban parte de la élite mundial de ballet. Así se consolidó la técnica clásica, se amplió el repertorio con obras internacionales y se crearon nuevas coreografías nacionales.

En 1974 se establecieron los cimientos para la formación de una gran compañía, lo que condujo al cambio de nombre a Compañía Nacional de Danza. Este cambio fue formalizado mediante un decreto presidencial el 2 de septiembre de 1977. La iniciativa fue concebida y llevada a cabo por el director Salvador Vázquez Araujo.

Vázquez propuso la asesoría cubana y la creación del Sistema Nacional para la Enseñanza Profesional de la Danza, con la firme convicción de proporcionar a los bailarines una sólida formación académica.

Con más de 50 años desde su fundación, la CND cuenta hoy con una plantilla de 44 bailarinas, 28 bailarines, un régisseur, seis maestros y tres directores, incluyendo dos directores artísticos y un director ejecutivo. Además, continúan con su objetivo de preservar la tradición de los ballets clásicos mientras se enriquece con obras contemporáneas y se dedica a crear proyectos destinados a atraer a niños y jóvenes con el fin de estimular su creatividad y sensibilidad, contribuyendo a mejorar la educación en México.

Actualmente, el Centro Cultural del Bosque es un recinto del INBAL destinado a la difusión, reflexión, producción y promoción de las artes escénicas como el teatro y la danza.

La CND cuenta con dos foros en este lugar. El primero es la Plaza Ángel Salas, un espacio al aire libre con capacidad para 200 personas, donde se presentan principalmente las temporadas de danza escolar y teatro, además de la feria del libro teatral, ciclos de cine, y otros montajes que necesitan de un espacio libre y amplio para llevar a cabo sus presentaciones.

El segundo es el Teatro de la Danza Guillermina Bravo, que desde 1969 se ha posicionado como uno de los recintos más importantes para los exponentes de la danza. Ha sido testigo de una amplia gama de personalidades y agrupaciones, desde aquellas con una larga trayectoria hasta las más contemporáneas. Entre estas últimas se incluyen la Compañía Nacional de Danza, Barro Rojo Arte Escénico, Delfos, Contempodanza, Antares, Compañía Tania Pérez-Salas, Nemian, La Cebra Danza Gay, la Compañía Nacional de Danza Folklórica, Tándem y Contradanza.

Las presentaciones de La fille mal gardée se ofrecen en este último espacio todos los sábados y domingos (del 9 de marzo al 28 de abril) a las 13:00 horas. Y el martes 30 de abril a las 11:00. La entrada es gratuita y con cupo limitado.