LAS DIOSAS SUBTERRÁNEAS: UN TRABAJO INTERDISCIPLINARIO

“Una historia de desobediencia y subversión”

Guillermo Medel
Cultura
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El teatro es un arte tan noble, que tiene la cualidad de llegar a ser crudo, dramático, cómico, surrealista y al mismo tiempo abordar temas que reflejan la realidad de una sociedad a través de diálogos contundentes y profundos.

Tal es el caso de Las diosas subterráneas, obra que dirige la maestra Rocío Carrillo y habla de la compleja y dura realidad que padece nuestra sociedad: la desaparición, trata y explotación sexual de mujeres, donde las madres que buscan a sus hijas encuentran fuerza, solidaridad y esperanza en la lucha colectiva.

“El arte comunica muchas cosas. Tiene ese objetivo. El nuestro es sensibilizar y generar conciencia para romper la inercia de tantas fichas de personas desaparecidas en todos los medios, algo que casi vemos con normalidad y por lo que la sociedad se vuelve tan indiferente en cuanto a movilizarse y actuar. Eso incrementa el miedo y no la conciencia”, puntualiza Carrillo.

Mito y realidad

El drama cuenta una historia de desobediencia y subversión que entrecruza el mito griego de Deméter (diosa de la tierra y la agricultura) y su hija Perséfone, quien es raptada y llevada al inframundo, con la historia de Luz García, un personaje que se basa en historias reales de mujeres desaparecidas que lograron escapar de la trata y ahora son activistas.

Así, Perséfone es raptada por Hades, quien la lleva al inframundo para convertirla en su esposa. Al descubrir la verdad, Deméter enfurecida suspende el crecimiento del trigo para acabar con la humanidad y así extinguir las ofrendas para los dioses.

Paralelo a ello se presenta la historia de Luz, una joven desaparecida, quien sumergida en una especie de inframundo en el que prevalecen la trata y el encierro busca la libertad que le fue arrebatada.

De este modo, el tono de la obra —cuyo diseño de escenografía y vestuario corre a cargo de Erika Gómez, con ambientación en vivo de la percusionista Paula Bucio— sumerge al espectador en la historia y toca fibras sensibles de una manera cruda y directa, representando la lucha y el dolor por el que pasan las víctimas.

“Es una historia de madres despojadas, pero también de hijas recuperadas. Muestra esos dos lados. Y también habla de la colectividad, de esa necesidad de unirnos comunitariamente para mejorar esta situación”, señala Carrillo.

La propuesta escénica cuenta con las excelentes actuaciones de Jonathan Ramos, Ernesto Lecuona, Alejandro Joan Camarena, Mercedes Olea, Beatriz Cabrera Tavares, Stefanie Izquierdo y Brisei Guerrero, quienes conforman el elenco y dan vida no solo a los personajes, sino también a las voces apagadas de las víctimas.

Unión y fuerza

Para Carrillo, en estas circunstancias la unión juega un papel muy importante, puesto que “vivimos tiempos lamentables en los que cada día se nos arrebatan jovencitas, niños, estudiantes y bebés. Pero lo más increíble es que algunos gobiernos no mueven ni un dedo para hacer justicia. Eso quiere decir que hay un profundo y dañino individualismo en las personas, por lo que nos urge recobrar la fuerza de la colectividad, aunque también la fuerza espiritual, compasiva y solidaria a favor de los demás”.

Por ello, indica, “el objetivo principal de la obra es abordar la triste realidad de las mujeres desaparecidas en nuestro país, aunado a destacar la fuerza que adquieren los colectivos, formados principalmente por sus madres, para exigir justicia y gestionar la búsqueda”.

Carrillo asegura que “una sociedad que mata a sus mujeres y permite que ese crimen se mantenga impune es una sociedad enferma”.

Vale la pena destacar que Las diosas subterráneas es una creación colectiva de Organización Secreta Teatro, seleccionada en la convocatoria de programación de Teatro para personas adultas 2023 de la Coordinación Nacional de Teatro, en el modelo de participación de coproducción, para llevarse a cabo en el Centro Cultural del Bosque. Asimismo, es un proyecto realizado con la colaboración del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC).

La obra estará en escena hasta el 26 de marzo (suspende 18 y 19 de marzo, con reposición los días 14 y 15) en la Sala Xavier Villaurrutia del Centro Cultural del Bosque.

Sin duda una obra imperdible que toca el lado más humano: el de la empatía.