Durante cuatro décadas, Mexicanto ha resonado con fuerza en el panorama musical, tejiendo un puente entre generaciones por medio de la palabra y el canto a la vida y al amor.
Luego de una gira por diversos rincones de México y América Latina, el dueto que integran David Filio y Sergio Félix regresa a la Ciudad de México para celebrar 40 años de trayectoria con un concierto que promete ser un encuentro emocional, desde la memoria y la sensibilidad.
El próximo 14 de noviembre, en el Lunario del Auditorio Nacional, el dueto ofrecerá una velada especial que condensará lo mejor de su repertorio. Temas como Coincidir, Andrómeda o Amor son imperdibles, ya que han trascendido el tiempo y las modas al convertirse en verdaderos himnos para quienes crecieron con estas melodías.
Fundado en 1985, Mexicanto surgió del encuentro entre David Filio, originario de la Ciudad de México, y Sergio Félix, oriundo de Sinaloa. Aquella unión dio forma a una de las propuestas más consistentes y sensibles del llamado canto nuevo en México. Su debut tuvo lugar en la ciudad de Culiacán y desde entonces comenzaron a trazar una historia marcada por la autenticidad y el compromiso con la palabra.
Su sonido original y característico ha quedado plasmado en once producciones discográficas con títulos como Castillo blanco, Si llegas y Otra vez. Además, se han presentado en importantes foros y festivales alrededor del mundo. Destacan sus conciertos en México, Canadá, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, así como en España.
De igual manera, su presencia en medios ha sido constante. Entre 2008 y 2013 fueron los creadores y conductores del programa El Tímpano, en Canal 11, un espacio dedicado a la difusión de la música y la cultura mexicana, donde compartieron escenario con artistas de distintas disciplinas. Posteriormente, trasladaron esta experiencia a la radio con el programa En tu tímpano, en MVS Radio.
Además, su participación en programas como El ángel de la noche, de Germán Dehesa, Tienda y trastienda o El Mañanero, así como sus apariciones en el canal ECO, los consolidó como figuras cercanas al público, comprometidas con la difusión cultural y el diálogo constante con la sociedad.
Celebración del arte y la vida
En entrevista con Vértigo, Filio platica sobre su regreso al Lunario y la carrera de Mexicanto.
—¿Cómo describiría la trayectoria del dueto desde 1985 hasta hoy?
—Todo esto surgió a raíz de una amistad. Mi compadre Checho y yo, antes que nada, somos amigos, y surge también de tener siempre como ancla una guitarra, una canción y la idea y la intención de compartir todo esto.
Agrega: “Ha sido una serie de experiencias, todas enriquecedoras. Es un quehacer y una actividad con una reciprocidad en función de lo que uno entrega a lo que uno recibe. Bueno, ha sido mucho más lo que uno recibe; ha sido muy bello, algo de lo que no me arrepiento en ningún momento y que me trae recuerdos, experiencias de mucho aprendizaje”.
—A lo largo de la historia de Mexicanto se les ha etiquetado como canto nuevo o trova. ¿Usted cómo lo define?
—Mexicanto somos unos cancioneros… somos de alguna manera esa clase de trovadores que había en la antigüedad, que iban contando sus historias cantando. Somos unos trovadores, unos cronistas de un momento. Yo no diría que somos exclusivamente gente de trova o nueva canción; somos cantores, cantautores. Me gusta pensar que con la música y con las canciones uno le acaricia el alma y el corazón a la gente.
—¿Qué significa ser la banda sonora de la vida de tantas personas?
—Es bien lindo. De pronto te pone nervioso, porque hay una responsabilidad que uno toma con eso. De alguna manera has venido acompañando la vida de la gente y no quieres caerte; somos humanos y tenemos muchas fallas. Afortunadamente la vida con el tiempo nos va dando estabilidad en muchos sentidos, pero es una responsabilidad muy linda.
Y agrega: “Hay gente que me dice ‘ya les enseñé a mis hijos tus canciones y ellos a sus bebés ya le están poniendo Mexicanto’. Y qué buena onda, qué padre, qué lindo que pueda suceder esto. A veces unos amigos trovadores muy densos nos dicen que somos bien fresas y cursis, pero yo no me escondo al decir que somos cantantes que hemos encontrado como pretexto el amor, que es el mejor pretexto; el amor a la pareja, a los hijos, a los amigos, a la patria, a los derechos humanos, a la libertad, a la vida, a los demás, a Dios, a todo eso que nos da fundamento todos los días…”
—¿Cómo fue la selección de canciones para esta velada en el Lunario?
—Con tantas melodías es difícil no pasarse de tiempo. Desde luego hay sorpresas, invitados, nuevas canciones. Estamos en la locura mi compadre Checho y yo de elegir las canciones; hay unas que inevitablemente van. Tenemos que cantar Solo le pido a Dios, Me basta, No te salves, Coincidir, Guitarra guerrera… Trataremos de que sea un programa equilibrado. Incluiremos también canciones que hace mucho que no cantamos, como Sobre el furgón o Fogata, que son importantes para nosotros.
Asistir a esta celebración no solo significa disfrutar de la música, sino además participar en un ritual colectivo, un ejercicio de memoria y emoción que trasciende generaciones. Después de 40 años, Mexicanto sigue reivindicándose como una de las voces líricas más sensibles y honestas. El concierto en el Lunario del Auditorio Nacional el próximo 14 de noviembre es prueba de ello.

