Ciudad de México, México, 24 de septiembre. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), a través del Museo Tamayo, invitan al público a colaborar con el artista Oscar Murillo (La Paila, Colombia, 1986) en “Espíritus en el pantano”, una instalación concebida como un gran panel en el que las y los visitantes pueden dibujar o escribir en libertad, con el objetivo de acumular trazos que se extienden por el espacio central del museo, para evocar un pantano.
También, se expone un fotomural de la madre del artista, con el que se hace referencia a la relación entre cuerpo y trabajo, migración e industria, entre otros, así como una serie de videos que filmó Murillo durante su estancia en Colombia y en Reino Unido, cuyo carácter es poético y documental.
Durante un recorrido por la exposición, la directora del Museo Tamayo, Andrea Torre Blanca, expresó su entusiasmo por la alianza entre el recinto y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), bajo la dirección de Taiyana Pimentel. “Recibir a Óscar Murillo ha sido muy enriquecedor. La muestra marca el inicio de nuevas líneas de investigación en el museo, enfocadas en abrir el patio central como un espacio público y social con participación activa del público”.
Por su parte, Taiyana Pimentel destacó: “‘Espíritus en el pantano’ representa la culminación de un proceso que inició hace años, centrado en la práctica participativa de Murillo, quien ha trabajado con ideas colectivas, gestos políticos y una profunda responsabilidad pedagógica”.
La exposición se distingue por un giro estético hacia el color negro, en contraste con explosiones cromáticas en presentaciones anteriores de Murillo durante la Tate Modern en Londres y el MARCO de Monterrey. El cambio, según Pimentel, refleja una lectura crítica del contexto global actual y una visión particular de la Ciudad de México como un tejido social complejo y expansivo.
El pantano como territorio común
“Espíritus en el pantano” forma parte de un proceso de experimentación que inició en Monterrey, Nuevo León, y ahora se despliega en la capital mexicana, ciudad que Murillo describe como el “ombligo central de las Américas”, perspectiva desde la que el artista aborda temas como la migración, el comercio, la pérdida de humanidad y la disolución de las fronteras nacionales, en un contexto que se marca por la complejidad social y cultural.
Desde el sábado 23 de agosto –que abrió– y hasta el 23 de noviembre de 2025, el público colabora en la pieza de gran formato, al término de la exhibición, el pantano quedará listo, y se plasmará en un libro que verá la luz en 2026.
Dicha publicación, señaló Murillo, “parte de una pregunta personal, desde mi infancia, y se construye con un archivo biográfico familiar. Este documento no será un análisis pedagógico, sino una recopilación íntima y colectiva de trazos, mensajes y gestos que han dado forma a esta experiencia”.
A diferencia de otras obras colectivas de Murillo, en “Espíritus en el pantano” las y los participantes se llevan un fragmento de la exposición. Las grandes franjas de tela negra –que pertenecieron a la instalación de la 56.ª edición de la Bienal de Venecia, All the World’s Futures (Todos los futuros del mundo)– ocupan el patio central “como una presencia espiritual latente”, y se cortan en pequeñas secciones que se ofrecerán al público. De este modo, los “espíritus” acumulados en el material se dispersarán e inundarán simbólicamente distintos espacios de la ciudad.
“Espíritus en el pantano” en el Museo Tamayo es una experiencia inmersiva y participativa; que genera un diálogo profundo con el público a través de sesiones participativas de dibujo y acciones performáticas.