VÍCTIMA DEL SISTEMA

Cristopher Rivera
Columnas
FÚTBOL

La cultura del futbol argentino indica que lo ideal es que un jovencito debute en primera división a los 16 años, mientras que en Brasil todavía son más atrevidos, puesto que consideran que un niño de 15 años ya reúne los requisitos para ser futbolista profesional. Claro, esto gracias a que en esos dos países, más allá de sus necesidades específicas dentro del futbol, cuentan con programas efectivos de desarrollo.

¿Y qué ocurre en México? En el futbol mexicano, en realidad, no importa la edad; si un chico debuta en primera división a los 16 años, o quizás a los 23, o incluso arriba de los 25, da igual, porque el negocio fuerte no está en el desarrollo de talentos sino en la importación de extranjeros de todas las edades.

La verdad es que el sistema formativo del futbol mexicano en general está podrido.

Pero, ojo, siempre he dicho y se lo he compartido en este espacio: ¡hay excepciones! Creo que Santos trabajaba muy bien, Pachuca lo mismo y hasta me atrevería a decir que Chivas ha recuperado algo de su esencia formativa.

Gracias a esto que le platico es normal ver a unos cuantos jugadores mexicanos en Europa, lo que no parece normal bajo los criterios que imperan en nuestro balompié, donde lo común es que se critique a un jugador mexicano por atreverse a ir al futbol de Rusia.

Es el caso de Luis Chávez, jugador que fue víctima del pavoroso sistema formativo del futbol mexicano. Este futbolista (de lo mejor en la Copa del Mundo de Qatar para la Selección Mexicana) tuvo la gran fortuna de debutar con 17 años en los Xolos de Tijuana, pero al mismo tiempo tuvo la mala suerte de que no le dieron un seguimiento adecuado.

Hagan de cuenta que nunca debutó, ya que la marea de extranjeros en Xolos lo fue relegando.

Bien dice el Tuca Ferretti que “lo difícil no es debutar a jugadores sino darles un seguimiento y consolidarlos”.

De pronto Pachuca se acordó de que Chávez fue parte de sus fuerzas básicas y decidió darle su lugar con 24 años.

Sueño

El camino no ha sido fácil para Luis Chávez. Se nota que el chico luchó contra viento y marea hasta jugar la última Copa del Mundo, donde varios visores comenzaron a preguntar por él. Así, el jugador se empezó a cotizar con una edad madura (27 años), hasta optar por seguir su carrera profesional en el Dínamo de Moscú, en la Liga Premier de Rusia.

Yo les diría a aquellos que critican con severidad la decisión de Chávez que, primero, no es un jovencito, está cerca de los 30 años y a esa edad es casi imposible cumplir el sueño europeo.

Segundo, créanme que independientemente de la situación por la que atraviesa Rusia en términos político-sociales o con la guerra no deja de ser Europa; es decir, es más fácil que de Rusia brinque a otras ligas del viejo continente de mayor nivel, que cumplir con sus objetivos deportivos desde la Liga MX.

Y tercero, la calidad del futbol ruso no está en tela de juicio: es sumamente competitivo y estrictamente, en ese sentido, es un futbol mucho más completo que el mexicano.

Luis Chávez, junto con su gente, lo tienen todo calculado. Lo peor que puede pasar es que en la cancha las cosas no funcionen para el jugador, pero peor hubiese sido no intentar cumplir el sueño de probar un futbol distinto, que se mastica diferente, y ese es el europeo.

Por cierto, el que menosprecia el futbol de Rusia creo que no ha visto suficiente o no sale de un América versus Cruz Azul.