En Guerrero se han levantado cientos de hombres para formar grupos de autodefensa para sus pueblos en la lucha contra el crimen organizado.
El diario estadounidense The Washington Post destaca que el origen de estos grupos es la frustración por la extorsión, los asesinatos y los secuestros que la policía local no puede, o no quiere, parar.
Algunos funcionarios parecen haber aprobado la justicia por propia mano, pues el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, ofreció a los grupos de autodefensa uniformes para que no se confunda con pandilleros enmascarados, aunque dijo que está tratando de eliminar la necesidad de vigilantes reforzando las fuerzas oficiales.
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