PRI, EL GRAN PERDEDOR

Alejandro Moreno Cárdenas entrega las peores cuentas en la historia de su partido

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Elecciones 2025
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En las elecciones del 6 de junio pasado el Partido Revolucionario Institucional (PRI) pasó de ser la primera fuerza partidista a nivel local, que gobernaba el mayor número de entidades y a 42 millones de mexicanos, a vivir un desplome que lo ubica hoy en uno de los peores escenarios electorales en sus 92 años de historia.

La debacle del partido se hizo patente con la pérdida de ocho de los doce estados donde era gobierno y ahora solo conserva el Estado de México, Coahuila, Oaxaca e Hidalgo, que no estuvieron en disputa, con lo que se coloca en tercer lugar detrás de Acción Nacional (PAN) con ocho y de Movimiento Renovación Nacional (Morena) con 16.

Los triunfos obtenidos en los comicios locales de Coahuila e Hidalgo en octubre de 2020 mostraban que el tricolor conservaba una fuerza electoral sólida que llevó a su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, a calificar los resultados como un “parteaguas” que garantizaba que el PRI se encontraba listo para las elecciones intermedias de 2021.

Sin embargo el optimismo desbordado del líder priista conocido como Alito no se materializó y, por el contrario, se convirtió en un amargo despertar: el Revolucionario Institucional perdió cerca de un millón de votos en la elección de diputados federales respecto del proceso anterior; en la alianza Va por México, establecida con el PAN y el PRD en 219 distritos federales, postuló candidatos en 77 de los cuales ganó solo en once y apenas logró mantener su hegemonía en el Estado de México y Coahuila.

Estos resultados ubican a ese partido en una situación comprometida de cara a las elecciones del próximo año (cuando se disputarán seis gubernaturas, de las que dos están bajo gobierno del tricolor: Oaxaca e Hidalgo) y con una clara desventaja hacia la presidencial de 2024, por lo que liderazgos estatales, militantes y exgobernadores exigen la renuncia y el relevo de Alejandro Moreno por su fracaso en el proceso electoral reciente.

“Este año se recordará en la historia como aquel en el que el Partido Revolucionario Institucional sufrió la más humillante de sus derrotas”, afirmó el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien junto con otros priistas denuncia que Alito concentró el poder y el control del partido en su propio beneficio.

Además le acusan de modificar los estatutos para designar de manera discrecional y abusiva las candidaturas a cargos de elección popular y de pretender ser el coordinador en la Cámara de Diputados en la próxima Legislatura.

Sin digerir aún la derrota, entre las filas de la maltrecha militancia priista ya se empiezan a mencionar posibles candidatos que pudieran tomar las riendas del tricolor, entre los que se encuentran el actual senador y exgobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong; el exmandatario estatal del Estado de México, Eruviel Ávila; así como el exsecretario de Salud, José Narro Robles, quien ya compitió por la dirigencia del partido.

La debacle del PRI en las elecciones intermedias demostró su incapacidad para reafirmar en los hechos la recuperación que demostró tras la fuerte derrota en la elección presidencial de 2018, lo que para analistas muestra el fracaso del liderazgo de Alejandro Moreno, quien ante la imposibilidad de establecer un proyecto que convenciera a los ciudadanos de apoyar la causa priista recurrió a sus adversarios electorales e ideológicos para evitar un mayor desplazamiento electoral y convertirse, una vez hecho el cómputo final, en comparsa de un frente opositor que encabezará Acción Nacional.

Fracaso anunciado

Las proyecciones que hacían los expertos antes de los comicios vaticinaban que el PRI sufriría una fuerte derrota en el ámbito local el 6 de junio.

Todavía a principios del presente año analistas como Enrique Quintana preveían que el Revolucionario Institucional registraría un severo descalabro de acuerdo con lo que reflejaban los sondeos y encuestas, en particular en cuanto a las 15 gubernaturas en disputa, de las que ocho se encontraban en manos del tricolor.

El repunte en los resultados de las elecciones en Coahuila e Hidalgo en octubre de 2020, donde ganó los 16 distritos disputados en la primera entidad, así como 32 presidencias municipales de 84 en la segunda, incluida la capital Pachuca, se trató de una ilusión que no pudo sostenerse un año y ocho meses después.

La afirmación de Alejandro Moreno de que con esos resultados “el PRI está de regreso, volvimos a ganar y en 2021, con propuesta, con proyectos y muy organizados vamos a recuperar la confianza”, no se cumplió y los resultados del proceso electoral más grande en la historia del país significaron un retroceso para el tricolor.

De acuerdo con los cómputos totales de los comicios intermedios el partido perdió las gubernaturas de Sonora, Sinaloa, Zacatecas, San Luis Potosí, Guerrero, Campeche, Tlaxcala y Colima. Conserva los gobiernos de Coahuila, Estado de México, Oaxaca e Hidalgo, que no estuvieron en disputa en los comicios intermedios.

En el Estado de México tuvo un crecimiento importante al ganar 51 presidencias municipales, incluida la capital Toluca; en Coahuila logró mantenerse como primera fuerza electoral al triunfar en 25 de los 38 municipios; conservó la capital, Saltillo, y recuperó Torreón, la segunda ciudad en importancia del estado.

Según el reporte electoral de Integralia Balance de los resultados elecciones 2021 el PRI obtuvo 17.73% de la votación distrital, lo que le permitirá tener 31 diputados federales de mayoría relativa y 40 de representación proporcional para un total de 71 en la próxima Legislatura en la Cámara de Diputados, 24 más de los obtenidos en 2018, cuando ganó 47.

Si bien en términos reales en las elecciones del 6 de junio el partido recibió dos millones 715 mil 123 votos, que representaron 5.5% del total (casi la misma cantidad que obtuvo en 2018), la gran pérdida de apoyo al tricolor se dio en las ocho entidades donde es gobierno y que estuvieron en disputa.

“Humillante”

El revés electoral para la causa priista por la pérdida de ocho gubernaturas provocó críticas y reclamos a su presidente nacional por parte de diversos sectores del partido inconformes con su gestión.

El exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, exigió la renuncia de Alito por no ganar ninguna de las 15 entidades que se disputaron en los comicios. El líder de la Corriente Democracia Interna del PRI expresó: “¡Renuncia!”, “¡Váyanse ya!”, en referencia a Moreno Cárdenas y a los integrantes del actual Comité Ejecutivo Nacional (CEN).

Crítico de la gestión del actual líder del tricolor, Ruiz escribió: “¡Renuncia @alitomorenoc y tu CEN! por incapacidad para conducir al partido y apropiarte de candidaturas, cargos partidistas y prerrogativas, obteniendo pésimo resultado, ni un gobierno estatal de 15 (ocho priistas menos) y apenas once diputados compitiendo solos. ¡Váyanse ya!”

En una carta enviada a Alejandro Moreno y a los priistas del país resaltó que “este año se recordará como aquel en el que el Partido Revolucionario Institucional sufrió la más humillante de sus derrotas”.

Agregó que “en un día el partido no solo no ganó una sola de las 15 gubernaturas en disputa sino que perdió ocho gobiernos estatales, para conservar unos cuantos meses más solo cuatro entidades de las 32 que conforman la República”.

El exmandatario estatal oaxaqueño expuso que el otrora partido invencible ganó —compitiendo él solo con sus siglas— únicamente once lugares en la Cámara de Diputados federal.

Sin embargo subrayó que los “patrones de Alito” siguen sin entender que la ciudadanía se cansó de los abusos, de la corrupción, de la prepotencia que les caracteriza y continúan sin reparar en el rumbo que toma México.

“Desde la lección de 2018 el partido debió haber iniciado una transformación integral desterrando prácticas arcaicas como la simulación, el dedazo y la grosera imposición de dirigentes y candidatos. Mas no fue así. Con oportunidad lo señalamos cuando se ‘eligió’ a la presente (¿o debo decir ‘ausente’?) dirigencia”, ironizó.

Militantes y simpatizantes del partido también exigieron la renuncia de Alito a la presidencia nacional al señalarlo como el responsable del fracaso rotundo que sufrió el PRI.

Nayelli Gutiérrez Gijón, presidenta del Colegio Nacional de Derecho, organización adherente del tricolor, afirmó que integrantes del partido en tres entidades piden la destitución del actual líder por los malos resultados del 6 de junio.

“Por años hemos trabajado a favor del PRI y hoy exigimos la renuncia inmediata de Alejandro Moreno, que ha acabado con este partido. Perdimos ocho gubernaturas, 250 municipios, un millón de votos”, resaltó Gutiérrez en una conferencia en la sede nacional del partido.

Gutiérrez Gijón calificó como un “fracaso rotundo” el resultado de los comicios, de los que dijo que no hay nada que festejar.

Afirmó que Alejandro Moreno le dio los santos óleos al tricolor al negociar con la oposición, además de querer ser el coordinador parlamentario en San Lázaro del partido “para vender al PRI a Morena y con ello aprobar las reformas constitucionales”.

Escuchar al priismo

El coordinador del PRI en el Senado de la República, Miguel Ángel Osorio, expuso que luego de los malos resultados el partido no puede quedarse con los brazos cruzados, por lo que pidió escuchar a la militancia para conocer si se debe o no cambiar a la dirigencia que encabeza Moreno.

“Mi voz sería la de todos los que forman parte del grupo parlamentario. Creo que debemos hacer un análisis, después hacer un comentario al respecto. Por supuesto que lo haré, lo señalaré, lo peor que nos puede pasar es quedarnos callados. Este resultado no nos puede dejar de brazos cruzados sino que es tiempo de tomar buenas decisiones”, recalcó el exsecretario de Gobernación.

“Para mi partido sin duda el resultado fue complejo. Si bien en lo federal, en la Cámara de Diputados avanzamos, tenemos que reconocer que en lo local el resultado es bastante negativo: no haber logrado ninguna de las ocho gubernaturas en las que tenemos presencia, que gobernábamos; y el hecho de que en muchos municipios tampoco se dio el resultado que esperábamos”, reconoció.

Osorio Chong aseveró que se debe hacer un planteamiento acerca de cómo realizar una nueva dinámica del PRI en lo local, una nueva exigencia a quienes obtienen un cargo popular para que verdaderamente cumplan con lo que la ciudadanía les pide: resultados.

Agregó que deben escuchar las voces del priismo nacional, ver cuáles son los resultados, qué es lo que espera el militante local y a partir de ahí hacer propuestas al respecto.

“No creo que deban ser voces aisladas sino el conjunto de los que están allá, en la militancia: son los que deben hacer una definición. Tiene que ser la militancia, a esa es a la que verdaderamente hay que pedirle que haga sus comentarios, escucharlos con mucha seriedad”, recalcó el exgobernador de Hidalgo.

Reflexión para el futuro

La senadora priista Claudia Ruiz Massieu calificó a su vez como doloroso haber perdido ocho gubernaturas, lo que demuestra que la ciudadanía no les dio el respaldo que esperaban en el ámbito local.

Respecto de los motivos que incidieron para que el partido perdiera esos ocho gobiernos locales la exsecretaria general del PRI expuso que a nivel local se tiene que ver estado por estado. Recordó la importancia del balance que se haga de los resultados de los gobiernos priistas que concluyen su gestión.

“Ahí sí me parece que hay una relación mucho más directa en cómo la ciudadanía percibe el desempeño de sus gobernantes”, apuntó.

Hizo ver que pese a los resultados adversos en varias entidades donde gobernaban fueron competitivos aunque esperaban resultados mucho peores, como en Guerrero, donde empezaron con 30 puntos abajo y al final se ubicaron a ocho de la triunfadora de Morena; o en Zacatecas, donde también la coalición realizó una gran campaña pese a las adversidades.

“Para las subsecuentes elecciones (en 2022 estarán en disputa seis gubernaturas, en 2023 otras dos y la elección presidencial de 2024) hay que construir un gran proyecto y el PRI hoy está obligado a hacer un proceso de reflexión colectivo de qué sigue para el partido, qué partido queremos, qué proyecto queremos ofrecerle a la nación para concurrir en 2024”, puntualizó.

Ruiz Massieu añadió que para construir un proyecto frente a la ciudadanía el PRI debe definir cuál es ese proyecto con el que se identifica y quiere participar, lo que entraña una reflexión como partido político: “¿Qué partido somos? ¿Qué partido queremos ser? ¿Y qué partido queremos construir y proponer?”

Se manifestó por convocar en los próximos meses a una asamblea nacional (máxima instancia del partido) para iniciar el proceso de reflexión colectivo ya que el PRI tiene una militancia viva que acudió a las elecciones y apoyó a sus candidatos.

“¿Cómo lo llevamos a volver a ser competitivo, tener la confianza ciudadana? Estamos obligados todos a ese proceso de reflexión y de definición en una asamblea nacional”, subrayó.

Aseveró que siempre que hay una elección las dirigencias deben hacer un ejercicio de reflexión, de autocrítica, de balance de resultados, aunque consideró que es el priismo en su conjunto el que tiene que empezar a hacerlo, así como un balance de lo que sigue para el partido.

Gestión polémica

Como número uno de la lista de diputados plurinominales a la Cámara de Diputados, al dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, se le acusa de querer ser el coordinador parlamentario del partido en la próxima Legislatura federal, lo que acrecienta las críticas en su contra.

Cuando se dio a conocer a principios del mes de febrero del presente año la lista de candidaturas a diputados plurinominales un centenar de militantes exigió su renuncia.

El partido es cada vez más de unos cuantos y menos de sus familiares, denunciaron integrantes de la Corriente Democracia Interna.

“Prácticamente todo el Comité Ejecutivo Nacional se incluyó en las listas plurinominales, demostrando que el PRI es un partido al servicio de la cúpula. Si tuvieran una pizca de decencia, deberían renunciar”, agregaron.

Durante su gestión Alito enfrentó otras acusaciones de exdirigentes nacionales, legisladores, líderes de corrientes internas y exgobernadores priistas por haber impulsado en agosto de 2020 modificaciones a los estatutos del partido mediante diversas anomalías durante la celebración de la LI Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional.

En esa ocasión advirtieron que el presidente nacional buscaba concentrar el poder en su propia persona y ser el único con la facultad de nombrar a los coordinadores parlamentarios en la Cámara de Diputados y el Senado. Además lo acusaron de pretender ser él quien decidiera todas las candidaturas a cargos de representación popular.

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