VOTO ELECTRÓNICO: SEGURO, INSTANTÁNEO Y MUCHO MÁS BARATO

Los mexicanos demandan a legisladores e INE instaurarlo en los procesos electorales

Antonio Caporal
Elecciones 2024
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Cada tres años al organizar los comicios federales el Instituto Nacional Electoral (INE) incrementa su presupuesto hasta en 50%, que representa alrededor de cuatro mil millones de pesos adicionales, además de que los partidos reciben mayores recursos en función del crecimiento del padrón electoral.

Y a partir del año anterior el órgano electoral solicita ampliaciones presupuestales para organizar los nuevos ejercicios de participación ciudadana, como las consultas populares y, en este año, la revocación de mandato, para la cual solicitó en un principio tres mil 830 millones de pesos.

En este marco crece la exigencia ciudadana de buscar nuevos instrumentos para reducir los gastos operativos del instituto cuando son años con procesos electorales y/o ejercicios de participación ciudadana. Hasta ahora la opción más viable, y así lo reconocen expertos en la materia, es el voto electrónico.

Dicho mecanismo para sufragar se aplica en diferentes países e incluso se instrumentó ya en diversos procesos en México y la experiencia ha resultado positiva: confiable, con resultados instantáneos, amigable con el ambiente al eliminar el uso de papel y materiales plásticos y, sobre todo, mucho más barato.

Las propuestas en este sentido han sido expuestas por académicos, autoridades electorales, ambientalistas, innovadores en tecnología, así como ciudadanos comprometidos con la democracia e impulsores de la eficiencia en el gasto público.

Solo falta que los legisladores en el Congreso de la Unión tengan la voluntad política para modificar la ley en una futura reforma electoral y crear el marco jurídico que obligue a las autoridades electorales a la instrumentación del voto electrónico y llevar a México por el camino de la modernidad.

Hoy el uso de dinero electrónico es habitual en buena parte de la sociedad. Además, es evidente que gran parte de la gente cuenta con teléfonos inteligentes (smartphones) que les permitiría emitir su voto de manera cómoda, lo que a su vez incrementaría la participación ciudadana.

Al votar en esta modalidad se obtiene la confirmación del voto por mail; se puede entrar al Blockchain y verificar el correcto registro del voto; la contabilidad electrónica no tiene error alguno; y otras ventajas.

Ahorros

Cada tres años que se efectúan elecciones federales el presupuesto del INE y los partidos políticos se incrementa considerablemente: el del instituto hasta en 50% con respecto de los años en los que no hay comicios, en tanto que el de los partidos políticos crece aproximadamente 22% en ese periodo.

Una de las principales propuestas para disminuir el costo operativo del INE, de manera específica en los años que hay elecciones federales, es la instauración del voto electrónico.

Francisco Javier Arenas Soto, experto en temas electorales, expone: “Las elecciones son procesos muy complejos porque para su realización se debe conformar una gran estructura, tanto de autoridades como de capacitadores, además de la elaboración de materiales electorales que comprenden urnas, boletas para votar, crayones, tinta indeleble, manuales, actas… todo lo cual hace que el proceso sea costoso”.

Karina Vaquera Montoya, consejera del Instituto Electoral del Estado de México, señala: “Pese a los avances en nuestro régimen democrático, se contrapone una realidad que alarma y preocupa: la enorme pobreza y desigualdad económica que contrasta con el excesivo costo que implica organizar las elecciones”.

En 2018, puntualiza, “el gasto fue de 28 mil millones de pesos (solo en el ámbito federal) sin considerar el gasto para los organismos electorales locales y el financiamiento público a partidos políticos en el ámbito también local. Es por ello que hablar de la posibilidad de implementar el voto electrónico cobra sentido, puesto que el uso de las Tecnologías de la Información aplicadas a la democracia brinda ventajas como la reducción de los costos en cuanto a la impresión de materiales electorales, del personal encargado de capacitación, funcionarios de mesas directivas de casilla y el tiempo”.

Julio Téllez Valdés, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), considera al voto electrónico como un “sistema que recoge de manera inmediata y a bajo costo la decisión de un pueblo; los gobiernos podrían realizar las consultas populares necesarias en un modelo de democracia participativa, en cualquier momento y lugar”.

Gloria Morales Blas, exconsejera electoral, se pronuncia por la implementación de la urna electrónica y otras tecnologías como el voto electrónico para reducir los costos de la organización de los comicios y detalla los gastos de una jornada electoral: “Para la emisión del sufragio es necesario contar con la impresión de boletas electorales para cada una de las elecciones, actas de jornada electoral, actas de escrutinio y cómputo, las cuales incrementan su costo ya que deben contar con varias medidas de seguridad”.

Por ejemplo, añade, “las boletas deben contar con marcas de agua con el logo del INE; fibras ópticas visibles en color café y oscuro; fibras ópticas ocultas en color verde y azul; microimpresión e impresión invertida invisible; asimismo, las actas de jornada electoral y de escrutinio y cómputo deben contar con microimpresión, imagen latente, impresión sustituta e impresión invertida, las cuales se pueden ver a través de una lámpara de luz ultravioleta y/o de un cuentahílos y de una mica para imagen latente”.

Además, indica, “se debe contar con otros documentos electorales que son necesarios para el desarrollo de la jornada electoral, así como de materiales de escritorio (hojas, sobres, dedales, calculadoras, lápices, bolígrafos, sacapuntas, cojín para sellos, tinta para sellos, sacapuntas, tijeras, etcétera); otros materiales necesarios son las cajas electorales para paquetes electorales; urnas por cada tipo de elección; mamparas o canceles electorales para la emisión del sufragio y mamparas especiales; lápices para votar, marcadora de credenciales y líquido indeleble, entre otros”.

En consecuencia, asevera, con la implementación de urnas electrónicas “se reducirían considerablemente los costos, se podría contar con centros de votación para la elección de acuerdo a un número determinado de secciones”.

Añade que “se requerirá de una inversión inicial para contar con las suficientes urnas electrónicas, pero a la larga redundará en un gran beneficio económico, de protección ambiental y de mayor agilidad en el desarrollo de las elecciones”.

Marco Antonio Baños, exconsejero del INE, también se pronuncia a favor del voto electrónico: “Caminar hacia un mecanismo electrónico sin duda reducirá costos en el gasto de insumos”.

Abunda el exconsejero Baños: “No hay fuerzas políticas con triunfos o derrotas predefinidos, pero sí una complejidad logística y presupuestal cada vez más notoria para mantener e incrementar los candados de confianza en campo debido a que, por ejemplo, los votantes aumentan año con año y con ello la necesidad de imprimir boletas, de instalar más casillas o la de capacitar y reclutar por sorteo a más ciudadanos para recibir y contar votos físicos”.

Un dato que puede ilustrar lo anterior es que “en 2018 la lista de votantes fue casi diez millones más alta que la de 2012 y esa tendencia se mantiene (eran 79 millones en 2012 y 89 millones en 2018)”.

Crecimiento presupuestal

El Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados recién dio a conocer una nota informativa denominada Evolución del presupuesto aprobado para el Instituto Nacional Electoral (antes Instituto Federal Electoral), 2010-2022.

La nota apunta que “entre 2010 y 2022 los recursos aprobados para el INE/IFE registran una Tasa Media de Crecimiento Anual (TMCA) de 2.6% real, al pasar de 14 mil 471.6 millones de pesos (a precios de 2022) a 19 mil 736.6 millones”.

También indica que “al analizar las cifras mencionadas se observa que en los años 2015, 2018 y 2021 el presupuesto del INE se incrementó en poco más de 50% real respecto de su ejercicio previo. Dicho incremento obedece a que en esos años se llevaron a cabo elecciones federales, por lo que se asignó un mayor presupuesto; en contraste, debido a que no se requiere realizar dicho gasto, en los años posteriores al proceso electoral se asignaron menos recursos comparados con el año anterior, en promedio -29.2% real”.

Asimismo, señala que las partidas presupuestales del INE que reciben el mayor incremento en años electorales son: R002 Organización electoral nacional y R009 Otorgamiento de prerrogativas a partidos políticos, fiscalización de sus recursos y administración de los tiempos del estado en radio y televisión. Ambas representan en promedio 34.0% del presupuesto del instituto.

En cuanto a la partida R002, la nota del CEFP detalla: “Para el ejercicio fiscal 2021 se aprobó un monto de tres mil 113.3 millones de pesos, destinados principalmente al Capítulo 2000 Materiales y suministros, donde se hallan el material de limpieza, útiles, equipos menores de oficina y productos alimenticios para personas; y Capítulo 3000 Servicios generales, es decir, principalmente para arrendamiento de equipo de transporte, otros arrendamientos y servicios de apoyo administrativo, traducción, fotocopiado e impresión; así como para el capítulo 1000 Servicios personales, en su mayoría honorarios asimilables a salarios, prestaciones contractuales y sueldos base al personal permanente”.

Todos estos gastos, coinciden los expertos, podrían disminuirse considerablemente en años electorales si existe la voluntad en el Congreso de la Unión para instaurar el voto electrónico.

Cabe señalar que en la pasada LXIV Legislatura el diputado Luis Alegre Salazar, de Morena, presentó una iniciativa en ese sentido.

El legislador propuso “crear el Comité Nacional para Votación Electrónica o Digital como un organismo dependiente del INE”, que tendría entre otras funciones la de generar ahorros en la organización del proceso.

Sobre esto último Alegre enumeró algunos rubros en que el INE gastó su presupuesto de más de 17 mil 400 millones de pesos durante el proceso electoral de 2018: “Se incluyen entre estos gastos la implementación de más de 155 mil 400 casillas; la producción de casi 280 millones documentos electorales, de los cuales 279 millones son boletas; un millón 270 mil actas de casilla; cuatro millones 85 mil documentos sin emblemas; y más de dos millones 400 mil documentos con emblemas oficiales; así como la capacitación de casi un millón 390 mil funcionarios de casillas”.

Confiable

El exconsejero del Instituto Electoral de Veracruz, Manuel Vázquez Barajas, considera que “es posible la implementación del voto electrónico en México como método para brindar mayor confianza en la ciudadanía”.

Destaca que “un sistema electrónico sería más seguro, fácil de votar, además que se tendrían resultados el mismo día, habría menos votos inválidos y aumentaría la participación ciudadana”.

En nuestro país, asevera, podría funcionar “si se implementa de manera paulatina con el objetivo de abatir la desconfianza, con el debate y participación de los partidos políticos, así como una reforma constitucional nacional y local”.

Para Vázquez Barajas “se podría pasar del voto impreso al electrónico de manera paulatina en tres etapas, siendo la primera el establecimiento de una lista nominal electrónica a partir de datos biométricos como la huella dactilar, reconocimiento facial, reconocimiento de iris y la geometría de mano”.

En la segunda etapa “se convertirían las casillas en centros de votación con actas digitales, lo que disminuirá costos y errores humanos”.

Y finalmente “la incorporación de votos en urnas electrónicas, celular e internet con las ventajas de favorecer la transparencia de los resultados, tramos de control auditables, mejor accesibilidad para votantes, facilidad de uso y aumento en la participación ciudadana”.

Gloria Morales Blas considera que “es necesario estar a la vanguardia, transitar a la era digital, con la implementación de las nuevas tecnologías. El voto electrónico es un sistema que genera confianza y certeza en los resultados”.

Herramientas tecnológicas

Resulta evidente que en la actualidad la sociedad utiliza la tecnología para una serie de actividades cotidianas: transferencias bancarias, pagos de servicios, compras, así como para acceder a información específica.

Y desde hace unos años los expertos plantean que la tecnología también se debe aprovechar en los procesos electorales.

Para Irving Norehem Llamas Covarrubias, maestro en Ciencias de la Computación del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey campus Guadalajara, “la tecnología Blockchain es una de las soluciones para dar certeza y agilidad en las votaciones porque abarca un sistema descentralizado y la base de datos completa es propiedad de muchos usuarios. En consecuencia la adopción de este sistema puede reducir una de las fuentes engañosas de manipulación de registros”.

Con datos verificados en una cadena de bloques, afirma, “también podría ser posible diseñar sistemas de voto electrónico confiables. De la misma manera Blockchain se ha propuesto para varios tipos de situaciones de voto electrónico, incluidas las elecciones políticas y las plataformas de participación ciudadana”.

El especialista afirma que “el voto electrónico, la participación ciudadana y otras formas de gobernanza electrónica son formas prometedoras de fomentar e innovar en la democracia participativa”.

¿Qué es Blockchain?

Llamas Covarrubias explica que “una definición sencilla es que se trata de un sistema de mantenimiento de registros compartido, seguro y en constante crecimiento en el que cada usuario de los datos tiene una copia de los registros, que solo se puede actualizar si todas las partes involucradas en una transacción acuerdan actualizar”.

En un término técnico “Blockchain es un libro mayor distribuido de igual a igual que es criptográficamente seguro, inmutable, extremadamente difícil de cambiar y al que se pueden agregar registros solo por consenso o acuerdo entre pares”.

Agrega que es importante “recalcar que Blockchain es transparente, inmutable y trazable, lo cual permite registrar y verificar los registros. Una vez que la votación electrónica se habilite en la cadena de bloques y los electores puedan emitir su sufragio el historial de los registros no podrá modificarse ni identificar sobre qué o quién votó, pero sí permite validar que los usuarios correctos votaron”.

En síntesis, asevera, “Blockchain legitimaría la confianza y el consenso comunitario, fortaleciendo los valores y principios de la sociedad, la política y la democracia”.

Por su lado, Marta Blanco Caamaño, ingeniera de Tecnologías de Telecomunicación de la Universidad de Vigo, coincide en que entre los sistemas electrónicos más innovadores para el voto electrónico destaca el que se desarrolla por medio de Blockchain.

La experta detalla que Blockchain es una red P2P (red entre iguales o red entre pares) de tecnología de ledger distribuido, que es criptográficamente segura, inmutable y actualizable solo por consenso o acuerdo entre pares: “Se trata de una base de datos que registra la información y el historial de las transacciones en nodos descentralizados”.

Las transacciones en Blockchain, explica, “están ligadas secuencialmente debido a que cada una de ellas incorpora el hash de la transacción anterior y la clave pública del próximo propietario. De esta manera, un conjunto de transacciones forman un bloque que está ligado secuencialmente haciendo referencia al hash del bloque anterior de Blockchain. Así, si un atacante modifica cualquier dato de la cadena de bloques daría como resultado un hash diferente en el bloque de dicha transacción modificada, con lo cual sería inmediatamente identificada la entidad atacante”.

En consecuencia, para poder alterar el contenido de una transacción o añadir información a Blockchain es necesario que la mayoría de los nodos lleguen a un consenso en común: “Dada la seguridad que nos proporciona Blockchain y el tener un registro del historial de las transacciones, es la mejor opción para el voto electrónico”, afirma.

Experiencias exitosas

Julio Téllez señala que de 178 países en el mundo, 144 utilizan tecnologías digitales para sus ejercicios democráticos de forma esporádica. Esto representa, indica, que 80% de las naciones utiliza el voto electrónico en ocasiones.

Asimismo, refiere que solo 26 países hacen uso de esta tecnología de manera regular, pero en la mayoría de los casos se dirige a personas invidentes, mientras que otros 15 países lo utilizan para distintos tipos de elecciones.

Para el investigador México se encuentra ante una oportunidad histórica para aplicar esta tecnología en la democracia.

Recuerda que en 2021 el INE habilitó un sistema piloto de voto electrónico para mexicanos de algunos estados residentes en el extranjero con un sistema que contenía una bitácora de registro con base en Blockchain. En dicha ocasión los mexicanos en el extranjero votaron por gubernatura, una diputación migrante y una diputación de representación proporcional. En aquella elección “los resultados fueron satisfactorios para el organismo”.

En este sentido, para 2022 en que habrá elecciones locales en seis entidades, el instituto planea instrumentar diversos mecanismos como centros de votación electrónicas, “con miras a ir pavimentando el camino para 2024”.

Llamas Covarrubias señala que “el sistema de votación electrónica mediante este método respeta los principios de la democracia y sobre todo del sufragio en México, ya que la tecnología Blockchain con una correcta implementación es armoniosa con los principios de universalidad, libertad y secrecía del voto”.

Propuestas viables

Como hemos visto, desde hace años la sociedad exige que se reduzcan los recursos públicos que se gastan en los procesos electorales y en los partidos políticos.

Sin embargo, ha sucedido lo contrario: cada año los presupuestos para los organismos electorales y los partidos políticos se incrementan de manera considerable, en particular cuando hay procesos electorales federales.

Actualmente los nuevos instrumentos de participación ciudadana, como las consultas populares y la revocación de mandato, propician que el INE demande aún más recursos. Por ejemplo, este año solicitó en un principio tres mil 830 millones de pesos adicionales para dichos ejercicios.

La polémica entre el instituto y el gobierno federal por los recursos solicitados continúa. El INE pide casi dos mil millones de pesos adicionales para la consulta sobre revocación de mandato, en tanto que el Ejecutivo le sugiere al órgano electoral que aplique un programa de austeridad.

Y mientras que INE y Ejecutivo federal mantienen sus posturas, resurgen las propuestas en el sentido de aplicar el voto electrónico como instrumento para reducir el gasto en las elecciones, así como para dar mayor certeza a los resultados de los comicios, hacer más ágil el recuento de votos, facilitar e incentivar la participación ciudadana y llevar a México a la modernidad tecnológica.

Algunos “solo quieren más dinero y con una sonrisa lo reclaman”.

Como hemos visto, los expertos coinciden en que el voto electrónico eliminaría los gastos en los múltiples materiales que se requieren para la jornada electoral, así como también reduciría de manera significativa el número de personas para la organización del proceso.

Asimismo, con una política de ahorro en la organización de las elecciones los costos podrían reducirse aún más.

Recordemos que hay países desarrollados en los que no gastan en mantener estructuras burocráticas que funcionan todo el tiempo, sino que habilitan personal, infraestructura y espacios para los comicios en los años en que estos se celebran.

¿Y cuál es el gasto anual del instituto y los partidos? Por ejemplo, en 2022, que no hay elecciones federales, se gastarán nueve mil 402 millones de pesos en servicios personales (salarios y prestaciones), 323 millones en materiales y suministros, cuatro mil 22 millones en servicios generales, 97 millones en bienes inmuebles y cinco mil 800 millones en prerrogativas para los partidos.

La ecuación es muy simple para los expertos: por un lado plantean que si no hay elecciones cada año no tiene por qué haber gasto en organismos electorales y partidos; y, por otro, señalan que si en lugar de materiales y personal se usa la tecnología para las votaciones —cada tres años cuando se realicen los comicios— el conjunto de los ahorros sería de hasta 95 por ciento.

Modalidad en materia de Voto Electrónico

País
Tipo de instrumento de votación
Modalidad
Namibia
Máquina de votación electrónica
Voto electrónico presencial
Argentina
Boleta única electrónica
Voto electrónico presencial
Brasil
Urna con pantalla táctil
Voto electrónico presencial
Canadá
Máquina de pantalla táctil
Voto electrónico presencial
Colombia
Máquina de lectura electrónica
Voto electrónico presencial
Estados Unidos
Sistema de Escaneo Óptico o Máquinas Electorales
Voto postal y urnas electrónicas
Emiratos Árabes Unidos
Tarjeta de identificación
Voto electrónico presencial
Filipinas
Máquina de votación directa
Voto electrónico presencial
India
Máquina de votación electrónica
Voto electrónico presencial
Japón
Máquina con pantalla táctil
Voto electrónico presencial
Alemania
Tablero con señalizaciones
Voto electrónico presencial
Bélgica
Urna con pantalla táctil
Voto electrónico presencial
España
Tarjeta electrónica, estación cabina de voto y urna lectora de tarjetas
Voto electrónica presencial
Francia
Máquina con pantalla táctil
Voto electrónico presencial
Suiza
Software
Voto electrónico remoto
Finlandia
Urna electrónica
Sin Información
Holanda
Máquina de votación directa
Sin Información
Noruega
Software Criptográfico
Sin Información
Australia
Software especializado
Voto electrónico remoto






Fuente: Panorama de experiencias a nivel internacional en materia de voto electrónico / INE

Ventajas del voto electrónico

Auténtico Solo los votantes autorizados pueden votar.

Accesible Permite ejercer el voto a personas con diversidad funcional o discapacitados.

Anónimo No se puede relacionar un voto con el votante que lo ha emitido. Certificable o auditable Tanto la solución tecnológica como sus componentes de hardware o software debe ser abierta e íntegramente auditables antes, durante y después de su uso.

Confiable El sistema debe ser robusto, sin pérdida de votos, sin fallas en el sistema, tanto en las máquinas servidores como en la comunicación a través de internet. Comprensible para el votante De fácil comprensión, sin necesidad de conocimientos específicos en informática.

Fiable No se puede producir alguna alteración fraudulenta de los resultados de la votación.

Imposibilidad de coacción Ningún votante podrá ser capaz de demostrar por quién votó y de esta forma se impide la compra masiva de votos y la presión sobre los votantes.

Movilidad de los votantes Permite que los ciudadanos con la facultad y requisitos para sufragar lo puedan realizar desde cualquier lugar del mundo con sus respectivas claves de seguridad.

Verificación individual Cada votante podrá asegurarse de que su voto ha sido considerado adecuadamente.

Voto rápido Mediante el sistema de voto electrónico, la emisión del sufragio es más ágil, sencilla y rápida.

Fuente: Karina Vaquera, consejera electoral del Estado de México