Mujeres en la historia de México luchando por su independencia

Contra los distintos tipos de violencia que han sufrido

Redacción
Entretenimiento
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Foto: Cortesía Pro Tamar

A lo largo de la historia de México las mujeres han sido marginadas y violentadas en la búsqueda de sus derechos, convirtiendo esta “lucha por su independencia”, en un movimiento que en muchas ocasiones ha sido menospreciado por la historia.

Madres, amas de casa, religiosas, científicas, guerreras, artistas, etc, son cientos las mujeres que a lo largo de la historia han luchado contra los distintos tipos de violencia que han sufrido.

Una de las primeras grandes luchadoras independentistas de la historia es sin duda la famosa Leona Vicario (1789-1842), quien se convirtió en una espía para ayudar al movimiento de independencia y que a su vez, se bautiza como la primer mujer periodista en la historia, ya que con la fortuna de su familia compra una imprenta que apoya a mantener informada a la población sobre la lucha, pero esto le cuesta caro siendo encarcelada. Al poco tiempo después logra escapar y se une a las tropas de José María Morelos, lo que le permite seguir con su profesión y su vida como esposa, pero durante todo este periodo sufrió de diversos ataques por ser mujer, su lucha por sus ideales y por una igualdad de género la convierte en una de las pioneras del feminismo.

Otra luchadora de este movimiento fue la escritora Laureana Wright (1846-1896), quien se dedicó escribir textos donde reiteraba la importancia de participación de la mujer en la educación, la cultura y la política, en el proceso de transformación de la sociedad, sus indignación por la forma en la que vivían las mujeres la llevaba a luchar sobre temas como: igualdad de género y violencia económica, en la que manifestaba la independencia financiera de las mujeres teniendo un sustento propio con salario básico y se emanciparan de la dependencia económica de sus maridos, su viudez o una separación definitiva.

Y como olvidar a la primera médico mexicana, Matilde Montoya (1859-1939), quien se convierte en la primera médica cirujana partera en México, cosa que le costó años de discriminación por ser mujer, incluso vivió muchas veces violencia emocional con el rechazo de sus compañeros y sus propios profesores, lo que le permitió ser el parte aguas para que otras mujeres pudieran estudiar carreras que en ese tiempo eran solo para “hombres”.

Por su parte, María Valentina Ramírez (1893-1979), la activista que luchó por el voto de la mujer en México, tuvo que disfrazarse de hombre para luchar en la revolución, logro que muchas de sus batallas en las topas de Iturbide fueran exitosas hasta que los guerrilleros se dieron cuenta de que era una mujer esto la lleva a la expulsión, pero no la detuvieron ya vuelve a incorporarse, lamentablemente nunca logra ser vista como mujer revolucionaria y obtener un papel oficial de veterana de guerra, sufriendo de diferentes tipos de discriminación tuvo que terminar lavando y planchando ajeno para sobrevivir.

Y para finalizar podemos dejar pasar a la famosa pintora Frida Kahlo( 1907-1954) quien a lo largo de su vida plasmó en sus lienzos la realidad de la sociedad machista y violeta en la que le tocó vivir y donde pese a ello logró destacar posicionándose como uno de las grandes mentes artísticas del siglo XX.

La lista de mujeres mexicanas destacadas es mucho más larga, ya que no todas fueron reconocidas, no hay registros de sus nombres o de sus luchas, pues fueron censuradas, discriminadas o se convirtieron en amas de casa. Hoy en día vale la pena reflexionar en sus historias para entender por qué se suscita la violencia en las aulas, en los trabajos, en la calle o hasta en la propia familia y cambiar la cultura patriarcal.

En México aún hay existen muchos obstáculos para lograr igualdad entre mujeres y hombres y, con ello, erradicar la violencia en su contra.

Desde hace varios años Pro Tamar A.C una fundación también creada por dos mujeres que sufrieron violencia, se dedica a ayudar a personas que han sufrido o padecido cualquier tipo de violencia, mediante un proceso integral empírico que brinda herramientas de desarrollo, fortalecimiento de la identidad y gestión emocional a través de atención individual y grupal, capacitando a las personas para que descubran su poder y desarrollen herramientas para incrementar los factores individuales de protección.