ECOCINEMA, EL PODER DEL CINE

Ya se proyectan películas en dialectos indígenas. Esta plataforma sustentable demuestra por qué el cine no tiene fronteras.

Martha Mejía
Entretenimiento
YX9A7339.JPG
Mario Camino @mariocaminophoto

Concebida en 2012 por Miguel Ángel Mendoza Barrón, Ecocinema es una startup mexicana que lleva la pantalla grande a los rincones más remotos del continente, promoviendo el uso de energías renovables y acercando la cultura a esos lugares donde no hay salas de cine.

Ya sea proyectando películas en dialectos indígenas, acompañando a la caravana migrante o, más recientemente, llegando a los multifamiliares en plena contingencia sanitaria Ecocinema demuestra por qué el cine no tiene fronteras.

Energía y educación

“Nació en 2012 a recomendación de unas compañeras de Holanda. Ellas nos dieron la pauta y la asesoría. Lo que realmente hicimos fue tropicalizar y perfeccionar el proyecto para Latinoamérica. Empezamos abriendo a la par en Uruguay y México. Poco a poco incorporamos a Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Panamá… y este año abríamos en Colombia, pero por el Covid-19 ya no nos fue posible. El proyecto se dio por la necesidad de la democratización del cine, pero también por la necesidad de informarle a la gente sobre el beneficio en el uso de las energías renovables. Y qué mejor que el cine para lograrlo”, comparte en entrevista Miguel Ángel Mendoza Barrón, director del proyecto.

Para llevar a cabo su labor Ecocinema utiliza equipos de pantallas gigantes inflables, proyectores HD y sonido alimentados 100% con energía solar y crea salas de cine sustentables en espacios públicos, que ofrecen a millones de personas proyecciones y talleres educativos totalmente gratuitos.

“Por ejemplo, si vamos a la sierra de Oaxaca al principio teníamos todo el día desperdiciado, pero nos pusimos de acuerdo con los institutos, las secretarías de Educación, y empezamos a ir a las escuelas y comercios para mostrar la camioneta como un ejemplo práctico y lúdico del uso de las energías. Inventamos algo que llamamos laboratorios solares, es decir, adaptamos la camioneta no solo para que llevara el equipo sino que adentro hicimos un aula que funciona como minisalón y cine. Por medio de diversas actividades lúdicas les damos una charla y luego los juegos. Estos talleres terminan en el laboratorio solar. Entonces básicamente cada niño o niña baja sabiendo exactamente cómo funciona la energía renovable”, indica.

Ecocinema cuenta con varios aliados en distintas materias, como el Festival Internacional de Cine de Morelia, ONU Mujeres, Transparencia Internacional, la fundación del exvicepresidente de Estados Unidos y Premio Nobel Al Gore, The Climate Reality Project, Banco Mundial y Semarnat, entre otros, para promover distintos tipos de valores a través del cine.

“Las películas o material que proyectamos depende de quién es nuestro aliado, en qué gira estamos, qué se quiere comunicar y en qué comunidades se va a proyectar. Y sobre eso trabajamos el tema de la curaduría. Decidimos qué película es la más apta para tal comunidad. Hemos hecho incluso traducciones a lenguas indígenas para que tenga un mayor impacto, entendimiento y les sea atractivo. Pasa también que si no existe una película que acompañe el mensaje que queremos difundir, la podemos hacer ya que también somos productores de cine; es un traje a la medida”, explica Mendoza.

Agrega que algunas temáticas abordadas en las proyecciones van desde las medioambientales hasta migración y, más recientemente, el empoderamiento de las mujeres.

“Otra ventaja es que somos itinerantes: estamos donde sea. Hemos hecho funciones en el desierto de Chile, de México, de Argentina… No gastamos gasolina ni diésel. Obviamente nuestra huella de carbono disminuye muchísimo. Somos un vehículo bastante efectivo para generar un gran impacto”, explica.

Caravana migrante

En 2018, durante el éxodo centroamericano por nuestro país hacia Estados Unidos, Ecocinema enfrentó lo que considera hasta ahora su mayor reto. “Hicimos esta gira con la casa productora La corriente del Golfo, propiedad de los actores Diego Luna y Gael García. Fue una alianza para llevarle cine a la caravana. Sonaba y todavía suena como una locura, cada vez que lo recuerdo, en el sentido de que es literalmente un éxodo. La gente primero piensa en necesidades básicas como comida, calzado, hasta un permiso de trabajo, pero realmente desde nuestras posibilidades, que es hacer cine, pensamos en acompañarlos desde Chiapas hasta su destino final. Cada noche les llevábamos una función. Y creo que funcionó muchísimo mejor de lo que esperábamos. Sin embargo fue muy difícil acompañar a cinco mil personas caminando de un punto al otro, quedarte en su campamento en medio de toda esa desorganización, ver qué les gustaba, qué no, el impacto que había… También el hecho de que nuestras camionetas funcionaban no solo con la cuestión del cine sino también para darles energía tanto para sus celulares, sus radios, todo lo que traían consigo. Creo que es uno de los retos más grandes que hemos tenido y el impacto que tuvimos también fue impresionante porque nunca antes se había hecho algo así”, comparte Mendoza.

Nuevos retos

Si ya con la caravana migrante Ecocinema demostró de qué está hecho, en este 2020, en plena crisis sanitaria, la plataforma nuevamente se aventuró a ser visionaria.

El 6 de abril comenzó un nuevo proyecto llamado Todos juntos que consta de tres etapas. La primera de ellas se llama Desde mi ventana; se trata de la proyección de filmes en edificios de conjuntos habitacionales en algunas alcaldías de la Ciudad de México, Morelos, Panamá, Buenos Aires y Montevideo.

“En México empezamos el 6 de abril con el apoyo de distribuidoras de cine. Comenzamos en Cuernavaca. De ahí fuimos recorriendo un par de municipios, los que permitían los semáforos, respetando todos los protocolos. Hasta la fecha llevamos doce funciones entre Morelos y la Ciudad de México. Se utiliza la pantalla inflable solar y el audio se transmite mediante la señal radiofónica de FM. De esta manera las familias pueden disfrutar la película”, explica.

La segunda etapa, señala el líder de Ecocinema, es la alianza con ONU Mujeres para brindar información por medio del cine sobre la violencia familiar que se ha incrementado en estos días. “Vamos a tener funciones con la película Batallas íntimas, de Lucía Gajá. Van a proyectarse en las alcaldías de Benito Juárez, Tlalpan y Cuauhtémoc. Se trata de informar sobre las precauciones para evitar este tipo de acciones dentro de casa y también, si es que llega a suceder, que toda la familia tenga información sobre dónde y cómo denunciar”, comenta.

La tercera y última etapa se realizará una vez que la campaña de distanciamiento social haya terminado: se exhibirán cortometrajes al aire libre en espacios públicos, fomentando la interacción social y propiciando que estas funciones sean un punto de reencuentro.

Finalmente el también director de cine adelantó que el siguiente reto de Ecocinema será montar una red de cineclubes solares en todo el país, dentro de centros culturales que ya existen, los que servirán para continuar difundiendo los diversos mensajes, pero de manera fija.