La Cámara de Senadores aprobó con 67 votos a favor, 23 en contra y diez abstenciones el proyecto de decreto que reforma los artículos 20 y 34, además de adicionar los artículos 20 bis y 20 ter a la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas.
Con ello se busca fortalecer la economía de los mexicanos que migraron a Estados Unidos, de las familias que reciben remesas en efectivo, así como de quienes dependen de la actividad turística y del comercio de bienes en la frontera.
El dictamen señala que los cambios otorgan la certeza jurídica de que los dólares siempre se podrán canjear por pesos en los bancos de una forma legal y segura, obteniendo por ellos la mejor paridad del mercado.
Además evitan que se recurra al mercado negro de divisas, donde se obtienen menos pesos por los dólares y se fortalecen las estructuras del crimen organizado y los flujos de dólares irrastreables por la autoridad fiscal.
Argumento
El presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Alejandro Armenta Mier, afirmó que el Estado está obligado a modificar su marco normativo para que los millones de mexicanos que regresan a nuestro país encuentren condiciones adecuadas en el tipo de cambio y obtengan “el valor exacto de su esfuerzo” al intercambiar sus dólares.
El legislador puntualizó que con las reformas se favorece a los trabajadores migrantes, quienes durante la contingencia sanitaria enviaron casi 10% más de remesas para pagar la atención médica de sus familiares.
“Resulta necesario fortalecer el sistema de remesas con el fin de impulsar la economía interna del país, al tiempo de generar estabilidad en el tipo de cambio entre divisas”, expresó Armenta.
La reforma precisa que las divisas que podrán formar parte de la reserva, a juicio del Banco de México, son únicamente los billetes y monedas metálicas extranjeras captados por las instituciones de crédito en los términos, montos y modalidades que determine la Ley de Instituciones de Crédito, que no puedan ser repatriados a su país de origen.
Dispone también que los billetes y monedas metálicas extranjeras excedentes que capten las instituciones de crédito se repatriarán a su país de origen conforme al contrato de corresponsalía que tengan firmado.
Proponente
Al explicar los alcances de la reforma el senador Ricardo Monreal comentó que desde su punto de vista es una iniciativa progresista y, con la reserva aceptada, atenúa el temor que existía por parte del Banco de México.
Dicha reserva que aceptó la asamblea, propuesta por la senadora Marybel Villegas Canché, aclara que los montos que no se puedan repatriar serán comprados por el Banco de México, para lo cual este, escuchando a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, regulará el procedimiento de compra al tipo de cambio vigente.
“Es una iniciativa de carácter social, que lo único que pretende es repatriar a Estados Unidos los dólares, que son una moneda de origen; y que el Banco de México pueda, potestativamente, incorporar los dólares como reserva nacional o internacional de México”, explicó Monreal.
Agregó que otra de las ventajas es que las remesas circulan con pequeñas cantidades de 100, 300 o 500 dólares: cuando vienen los compatriotas de Estados Unidos y traen dólares los venden en el mercado negro o en ventanillas muy baratos. La mayoría de las instituciones los rechazan y no les dan el costo real de su moneda traducida en pesos mexicanos.
“Todo eso resuelve la iniciativa. Es una iniciativa que tiende a regularizar el recurso, las divisas extranjeras, y le da facultades al Banco de México para que potestativamente pueda incorporar esos dólares como reserva internacional, como reserva del Banco de México”, comentó.
Agregó que no hay ninguna agresión a la autonomía del Banco de México, ni tampoco temor o peligro de que se filtre el lavado de dinero porque hay muchos instrumentos jurídicos que imposibilitan que dinero ilegal pueda llegar a las arcas de las instituciones. “El propósito es ayudar, sobre todo, a los que remiten o envían remesas o que tienen dinero en efectivo y hacen cambios en las fronteras, en las tiendas, en los restaurantes, en los hoteles y que lamentablemente les toman el dólar hasta 20% debajo de su costo”.
Respecto de las opiniones de que el Banco de México enfrenta el riesgo de ser una lavadora de dinero, Monreal Ávila expuso que eso “es totalmente absurdo y es un razonamiento que a mí no me pudieron demostrar en qué se basa, cuando hay mecanismos de control y mecanismos de supervisión, incluso más allá de lo normal en México por la firma con organismos internacionales contra el lavado de dinero. Eso no es cierto”.
El procedimiento de compra de divisas incluirá la obligación de las instituciones de crédito para contar con procesos, sistemas y personal adecuados para recabar, verificar y conservar la información de identificación de sus clientes o que permitan evaluar el riesgo que pueden representar en la materia.
También procesos que deberán seguirse, así como personal adecuado para monitorear las operaciones mediante los sistemas automatizados con que se cuente con el fin de detectar operaciones inusuales, además de elaborar y documentar las políticas y procedimientos para evaluar y mitigar los riesgos que la institución de crédito asuma ante la realización de operaciones con divisas relacionadas con actos presuntamente ilícitos o con recursos de origen indeterminado.
Luego de la aprobación el proyecto se envió a la Cámara de Diputados con la confianza en que lo aprobará sin modificaciones.