Cifras del Banco de México (Banxico) señalan que en 2020 las remesas alcanzaron por séptimo año consecutivo un récord histórico: el año pasado entraron al país por ese concepto 40 mil 606 millones de dólares, lo que equivale a 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) y representa 11.4% más respecto de 2019.
Este incremento en el flujo de remesas continúa este año, toda vez que en enero el envío de remesas a 1.8 millones de familias en México creció 25.83% respecto de enero de 2020; es decir, se enviaron tres mil 297 millones de dólares, 677 millones más que el año pasado, lo que se traduce como el mejor mes de enero en 15 años. En 2006 el incremento anual de los envíos fue de 28.6 por ciento.
Durante el primer mes de este año el número de envíos también mostró un aumento de 18.15% con relación a igual mes del año anterior ya que en total se realizaron 9.61 millones de operaciones que se comparan favorablemente con los 8.13 millones de movimientos de enero de 2020.
Otra cifra representativa es que en enero el monto promedio de las remesas fue de 343 dólares, lo que representa 6.5% más que los 322 dólares en promedio de igual mes del año pasado.
Efectivo
Los datos oficiales (con la aclaración de que son cifras sujetas a revisiones posteriores) arrojan que durante el primer mes del año solo 1.3% de los dólares ingresaron en efectivo y en especie, esto es, 26.5 millones de dólares de los tres mil 297.88 millones recibidos en enero.
De hecho en el detalle de la información divulgada se observa que la preferencia del envío en efectivo y especie cayó por segundo año consecutivo, a una tasa de -32.46% anual.
La información muestra que el medio más utilizado por los migrantes que envían recursos a sus familias fueron las transferencias electrónicas ya que 98.6% de las remesas que llegaron al país (tres mil 254 millones de dólares) fue captado por esa vía.
Especialistas en la materia concuerdan en que el flujo de remesas se explica por los apoyos fiscales en Estados Unidos ante la contracción económica y la pérdida de empleos provocada por la pandemia en nuestro país, así como por la depreciación que registró el peso mexicano frente al dólar en enero, que fue de 2.46%, lo que benefició el monto captado por las familias que reciben remesas en México.
Además la entrada de estas divisas evitó que la contracción del PIB en 2020 fuera más severa, es decir, la caída del PIB habría sido de 10.5% en lugar de 8.5% que finalmente se presentó.
Expectativas
Los analistas consideran que estos recursos serán uno de los tres factores clave para la recuperación de la economía, junto con las exportaciones hacia Estados Unidos y la inversión que logre consolidarse a lo largo del año.
Según las perspectivas de diversas instituciones financieras en este 2021 las remesas a México podrían crecer 7% y rebasar los 43 mil millones de dólares, auspiciadas por la reducción de la tasa de desempleo en EU, la vacunación de la población y el paquete de estímulos económicos por 1.9 billones de dólares pactado por el gobierno estadunidense.
Los especialistas señalan también que las remesas se destinan por los receptores al consumo interno, principalmente ante la falta de un programa de apoyo público en nuestro país, aunque también sirven para que las familias en México financien la creación de pequeños negocios (estimados en 400 mil microempresas) que complementan el ingreso de la familia y en muchos casos generan empleo en sus comunidades.
En sí las remesas son una inyección de liquidez para el consumo doméstico en zonas marginadas y de escasos recursos económicos y contribuyen a disminuir el golpe económico de la pandemia.
Cabe indicar que durante 2020 Jalisco, Michoacán y Guanajuato fueron los estados que recibieron más remesas. De hecho Jalisco desplazó a Michoacán, que ocupó el primer puesto durante más de 15 años.
Campeche, Quintana Roo y Baja California Sur fueron los estados con un mayor incremento en el porcentaje de dinero recibido, con cifras superiores a 25 por ciento.
De acuerdo a las tendencias se prevé que estos tres estados, junto a Baja California y Tabasco, sean los que recibirán más remesas en 2021, con crecimientos significativos de más de 16 por ciento.
Destaca igualmente la Ciudad de México, donde el monto de dólares recibidos ascendió 24.3%. En 2020 solo Tlaxcala reportó una contracción de -4.8 puntos porcentuales en la recepción de estos recursos.
En México las remesas familiares tienen importantes impactos macroeconómicos, regionales y en el desarrollo social de las comunidades.
De dónde y de quién
Uno de los principales sectores donde laboran mexicanos en Estados Unidos es el agrícola y gran parte de este depende de los trabajadores mexicanos. De acuerdo con la organización Partnership for a New American Economy más de 30% de los trabajadores de la industria agrícola son mexicanos o de origen mexicano.
Le siguen los sectores dedicados a construcción, hotelería y recreación, donde los migrantes mexicanos ocupan en promedio 17% de los empleos que generan.
New American Economy señala que más de 1.2 millones de mexicanos y mexicoamericanos son emprendedores, es decir, dueños de su propio negocio, de los cuales el que más predomina es el área de construcción, representada por 25% de los negocios creados.
Cabe indicar que la mayoría de mexicanos en Estados Unidos laboran en servicios esenciales, como construcción, una de las menos afectadas por la crisis y el desempleo, por lo que junto a la ayuda social recibida se dio la oportunidad de apoyar un poco más a los familiares en México, principalmente por parte de los radicados en California, el estado del que se enviaron más recursos desde la Unión Americana (doce mil 677 millones de dólares).
De hecho las remesas son la segunda fuente de divisas que ingresan a nuestro país después de la industria automotriz.
Beneficios para EU
Contrariamente a lo que muchas veces se cree los inmigrantes mexicanos, tanto documentados como indocumentados, son un agente fundamental de la economía de Estados Unidos: trabajan, pagan impuestos, crean nuevos productos, servicios, empresas y tecnologías que conducen a la generación de otros puestos de trabajo para ellos, pero también para los propios trabajadores estadunidenses.
De acuerdo con reportes de la Universidad de Georgia la comunidad latina en Estados Unidos tiene una gran presencia dentro del país ya que el poder adquisitivo estimado es de 1.5 billones de dólares, lo que representa 10.4% total de este ingreso en EU. En concreto, el 10% de la economía de la Unión Americana depende de los migrantes mexicanos.
Actualmente 20% de los connacionales que trabajan en Estados Unidos se desempeña en labores distintas a las del campo, por ejemplo en la construcción, en el transporte, en lo educativo e incluso en el sector financiero.
Bancarización
La importancia de la entrada de divisas vía remesas es tal que las autoridades financieras y la banca de nuestro país se unieron para presentar un frente común de acciones y medidas que buscan apoyar a los migrantes y a sus familias para cambiar sus dólares a pesos con un mejor tipo de cambio.
Dicha estrategia consiste en bancarizar a los migrantes mexicanos en Estados Unidos y a sus familias en México mediante el Banco del Bienestar con el fin de poder abrir cuentas de forma remota desde Estados Unidos utilizando la matrícula consular o el pasaporte expedido por la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Además se comprometieron a implementar otras acciones para reforzar y ampliar la cobertura de servicios financieros a fin de que los envíos de remesas hacia territorio nacional se realicen de manera sencilla, segura y económica.