Vinos Santa Julia se renuevan con una imagen elegante y de vanguardia

El momento de llevar un varietal a la mesa para compartir con amigos, familia, pareja o socios

Lorena Ríos
Finanzas
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Flow

Detrás de Santa Julia, una bodega familiar con más de 30 años, hay mucho más: hay una filosofía que se traduce en palabras claves que son parte indisoluble de conceptos como sosteniblidad, innovación, calidad y responsabilidad social.

Santa Julia cuenta hoy con diversidad de viñedos cultivados en distintas zonas de Mendoza. Julia es la única hija de José Zuccardi. Creada en su honor, Santa Julia representa el compromiso para alcanzar los niveles más altos de calidad, mediante prácticas sustentables que contribuyan al cuidado del medio ambiente y siendo útiles para la comunidad en que vivimos.

“Uno de los primeros vinos elaborados por mi familia lleva mi nombre. Santa Julia y yo crecimos juntos. Pertenecemos a la misma familia. Compartimos los mismos valores. Disfrutamos ser parte de ocasiones alegres, reuniones y grandes mesas destinadas a ser compartidas. Santa Julia y yo siempre buscamos calidad en lo que hacemos. Tenemos un vínculo con la tierra donde crecimos y creemos en la importancia de cuidarla. Estamos comprometidos a servir a nuestra comunidad y su gente”, mencionó Julia Zuccardi.

Santa Julia comienza sus exportaciones en el año 1991, a partir de entonces, comienza un crecimiento continuo en diferentes mercados. Actualmente, tiene presencia en más de 45 países.

Como toda familia, crece y se desarrolla, incorpora nuevos miembros, estrecha lazos y abraza a una comunidad que forma parte de una historia común. Desde esa mirada, el trabajo pasa a ser una pasión que siempre se propone llevar al consumidor el mensaje de calidez y la oportunidad de compartir que está presente en cada copa de vino.

En Santa Julia imaginan un futuro que va mucho más allá de un éxito comercial. En la bodega no trabajan, sino que viven. Es por eso que, con más de 300 hectáreas certificadas, hoy Santa Julia es la principal productora de uvas orgánicas en el país.

Allí, entre los viñedos es posible ver el compost en acción, donde se destina toda la materia orgánica, para generar fertilizantes que nutran el suelo para obtener uva de la mejor calidad. Estos se riegan aprovechando el agua recuperada de procesos industriales de la bodega, aprovechando una planta de tratamiento propia regulada por el Departamento General de Irrigación de la provincia.

Es por esto que Santa Julia renueva su compromiso con los consumidores y, fiel a sus valores de calidad e innovación constate, se reinventa para seguir apostando al crecimiento.

Con una imagen renovada que recupera la tradición y su nuevo tagline, la bodega busca acercarse al consumidor para brindarle la posibilidad de sentirse cómodo a la hora de elegir Santa Julia varietal. El trabajo estratégico de reposicionamiento de marca piensa en el momento de llevar un varietal a la mesa para compartir con amigos, familia, pareja o socios.

Cuando la idea de renovación se combina con el concepto de tradición, es posible revitalizar una marca sin perder de vista sus orígenes. Ese es el punto de partida desde donde se delineó el cambio de imagen de Santa Julia Varietal que forma parte de una estrategia de cambio integral de posicionamiento en el mercado.