Ciudad de México, 12 de septiembre 2025.- El 19 de septiembre está marcado con fuerza en la memoria colectiva de México. A lo largo de cuatro décadas, esta fecha ha sido escenario de tres sismos relevantes —en 1985, 2017, 2022— que dejaron huella no solo en las estructuras físicas, sino también en la conciencia del país. Cada año, al sonar la alerta sísmica en el macro simulacro nacional, las emociones resurgen y la conversación sobre prevención vuelve a cobrar fuerza.
México se ubica en una de las zonas sísmicas más activas del planeta. De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional, se registran en promedio más de 20,000 movimientos telúricos al año. Aunque la mayoría son imperceptibles, el país ha sido testigo de terremotos que han cobrado vidas, destruido viviendas y afectado gravemente el patrimonio de miles de familias.
Zurich México, como aseguradora con presencia global y enfoque en la gestión de riesgos, ha observado un patrón común: tras eventos sísmicos de gran magnitud, hay un incremento temporal en el interés por proteger viviendas e inmuebles, pero con el paso de los meses, ese interés se disipa. Las decisiones preventivas se postergan, y con ello, aumenta la vulnerabilidad.
Debido a esto, la aseguradora busca que el cliente tenga tranquilidad de que, en algún evento de este tipo, estará cubierto y podrá minimizar el impacto financiero de la pérdida.
La prevención sísmica no empieza ni termina con el simulacro.
Expertos de Z recomiendan que la preparación incluya acciones concretas, como:
- Verificar el estado estructural de la vivienda con apoyo profesional
- Conocer y reforzar salidas de emergencia, rutas de evacuación y puntos de reunión
- Fijar muebles pesados, espejos o libreros para evitar riesgos en interiores
- Revisar instalaciones de gas, agua y electricidad para reducir daños colaterales
- Considerar la contratación de un seguro que cubra daños por terremoto
Uno de los mitos más comunes es pensar que asegurar una vivienda es costoso o innecesario. Sin embargo, existen coberturas flexibles que se adaptan al perfil y necesidades de cada hogar. En muchos casos, el costo es menor al de reparar un daño estructural o reemplazar bienes perdidos.
Contar con un seguro no impide que ocurra un sismo, pero sí cambia la manera en la que una familia puede enfrentar sus consecuencias y vivir con tranquilidad sabiendo que están protegidos.
El 19 de septiembre es más que una fecha conmemorativa. Es una oportunidad para recordar que la prevención no es un gesto simbólico, sino una estrategia real de protección. Porque lo aprendido no debe quedarse en el simulacro, sino aplicarse en la vida diaria.