Ciudad de México, 12 de septiembre de 2025. En México, la adopción de servicios en la nube y su integración con tecnologías como inteligencia artificial (IA) están transformando de manera acelerada la forma en que las organizaciones operan, almacenan información y toman decisiones. Sectores como el financiero, salud, manufactura y retail ya integran estas herramientas para optimizar procesos y responder con mayor agilidad a su entorno.
De acuerdo con el estudio Fintech México 2025, elaborado por la Asociación Fintech México, actualmente operan cerca de mil empresas del sector en el país, con un crecimiento anual estimado en 20%. Este ecosistema, aunque dinámico y en expansión, aún enfrenta desafíos importantes en cuanto a madurez tecnológica y ciberseguridad.
El mismo reporte estima que el índice de maduración digital del sector ronda el 48%, lo que sugiere que muchas empresas aún carecen de infraestructura robusta para operar en entornos complejos como la nube.
Este contexto se vuelve más relevante si se considera que el valor estimado de las operaciones fintech supera los 68 mil millones de pesos al año y que, en paralelo, más del 50% de los datos que las organizaciones mexicanas almacenan en la nube son considerados sensibles o críticos, según Check Point Software Technologies. A nivel regional, más del 60% de las empresas en América Latina reportaron al menos un incidente de ciberseguridad relacionado con su entorno cloud durante el último año.
Las fintech y las instituciones financieras tradicionales se encuentran entre los sectores más expuestos. Por la naturaleza de sus servicios, gestionan información personal, transaccional y bancaria que puede ser objetivo de ataques sofisticados. Una brecha de seguridad en este sector no solo implica un riesgo económico, sino también un daño reputacional difícil de reparar. Y en un país donde más de la mitad de los usuarios digitales realiza operaciones bancarias en línea, la confianza del usuario es un activo fundamental.
¿Cómo proteger los datos financieros en la nube?
El entorno financiero requiere más que una migración a la nube, necesita una arquitectura tecnológica diseñada desde el inicio con enfoque en seguridad, resiliencia y cumplimiento. Desde la experiencia de C3ntro Telecom como proveedor de servicios gestionados en conectividad y nube, estas son algunas de las prácticas más efectivas que las organizaciones pueden implementar para proteger sus entornos cloud.
Filtrado DNS y navegación segura: Un sistema inteligente de resolución de nombres de dominio permite detectar y bloquear sitios web falsos o maliciosos antes de que el usuario acceda a ellos, lo que previene ataques como el phishing, typosquatting o malware distribuido. Este tipo de filtrado puede integrarse como parte de soluciones administradas de seguridad perimetral.
Infraestructura en la nube resiliente y escalable: Plataformas con respaldo automático, cifrado de extremo a extremo y capacidad de ajuste bajo demanda aseguran la continuidad operativa ante picos de tráfico o incidentes de seguridad.
Para ello, las organizaciones suelen apoyarse en arquitecturas multicloud interoperables, con conexiones dedicadas a nubes como AWS o Azure, y con gestión centralizada para mantener la disponibilidad, rendimiento y cumplimiento normativo.
Segmentación de red y monitoreo continuo: Separar entornos críticos mediante redes definidas por software (SD-WAN) permite aislar zonas sensibles, mitigar ataques internos o externos y supervisar en tiempo real el comportamiento del tráfico. Este enfoque también habilita políticas de control adaptadas a cada aplicación, dispositivo o sucursal.
Modelo Zero Trust para el acceso a sistemas: Aplicar el principio de confianza cero implica verificar constantemente la identidad, ubicación, contexto y nivel de riesgo de cada intento de acceso. Estas estrategias pueden integrarse a través de herramientas de autenticación multifactor, análisis de comportamiento y control granular de permisos en plataformas en la nube.
Capacitación constante del personal: La concientización es una de las capas más críticas de la ciberseguridad. Programas internos que incluyan simulacros de phishing, contenidos de sensibilización, monitoreo de credenciales expuestas y respuesta ante incidentes ayudan a reducir errores humanos, que siguen siendo una causa común de brechas.
El ecosistema fintech en México está creciendo de forma sostenida, pero con él también aumenta su exposición a amenazas que evolucionan cada día. En este escenario, la nube no es solo una herramienta de escalabilidad, es la base sobre la que debe construirse una operación confiable, disponible y segura.
Proteger los datos financieros no es un esfuerzo puntual, sino una práctica continua que involucra decisiones tecnológicas, protocolos organizacionales y cultura empresarial. Las organizaciones que logren integrar estas dimensiones con visión estratégica no solo reducirán riesgos también estarán mejor posicionadas para innovar, crecer y mantener la confianza de los usuarios que hoy exigen servicios digitales sólidos, pero también protegidos.