Ciudad de México, 09 de octubre de 2025. Octubre es reconocido globalmente como el Mes de la Salud Mental, una oportunidad crucial para reflexionar sobre nuestro bienestar emocional y los factores que lo influyen. En México, esta conversación cobra una relevancia particular, pues, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) del INEGI, dos de cada tres mexicanos padecieron estrés financiero en un nivel alto o moderado en 2023.
El peso de las deudas va mucho más allá de los números en un estado de cuenta. Representa una carga emocional significativa que puede manifestarse en ansiedad, estrés crónico, insomnio e incluso depresión. Por ello, es fundamental hablar abiertamente sobre cómo la gestión financiera impacta directamente nuestro bienestar psicológico, un tema de creciente importancia en un mundo en el que cada vez hay más acceso al crédito.
La ENSAFI reveló que en 2023 el 36.9% de los adultos mexicanos experimentó estrés financiero alto y un 34.6% lo hizo de forma moderada. Más allá de las cifras, la encuesta detalla las consecuencias directas en la vida de las personas, destacando que el 34.9% de los mayores de 18 años consultados experimentó malestares físicos como dolor de cabeza, gastritis, colitis y cambios en la presión arterial, mientras que un 30.7% sufrió impactos psicológicos, manifestados como problemas de sueño o trastornos en la alimentación.
Esto demuestra cómo la preocupación constante por los pagos, el miedo a no poder cumplir con las obligaciones y la sensación de pérdida de control pueden generar un ciclo vicioso difícil de romper. Este escenario se agrava por la estigmatización social que aún rodea al endeudamiento, lo que a menudo impide que las personas busquen ayuda a tiempo.
“Quienes llegan a Bravo, firma global de expertos en liquidación de deudas, en busca de apoyo para liquidar sus deudas, muchas veces lo hacen con un gran desgaste emocional. La vergüenza, el aislamiento y la frustración son emociones comunes cuando se enfrentan a este problema. Por eso, es indispensable no solo ver los números, también entender a la persona detrás de la situación y trabajar en conjunto para ofrecer una recuperación financiera y personal”, afirma Javier Salmerón, Country Manager de Bravo.
Frente a este panorama, y en el marco del Mes de la Salud Mental, Bravo comparte cuatro consejos clave para gestionar el impacto emocional de las deudas y fomentar un bienestar integral:
● Reconocer y validar las emociones: El primer paso es aceptar que es normal sentirse abrumado, ansioso o estresado por las deudas. Negar estas emociones solo prolonga el malestar. Hablar con alguien de confianza o buscar apoyo profesional puede ser liberador.
● Tomar el control con información: La incertidumbre alimenta la ansiedad. Realizar un inventario claro de todas las deudas (montos, tasas, plazos) es un acto de empoderamiento que permite visualizar el problema y empezar a planificar una solución.
● Establecer pequeñas metas y celebrar avances: El camino para salir de deudas puede parecer largo. Dividirlo en pasos pequeños y celebrar cada logro, por mínimo que sea, ayuda a mantener la motivación y reduce la sensación de agobio.
● Buscar asesoría profesional: No tienes que enfrentar esto solo. Expertos financieros pueden ofrecer planes personalizados para liquidar esas deudas, negociar con acreedores y guiar hacia la libertad financiera. Este apoyo no solo alivia la carga económica, sino también la mental.
Bravo reitera su compromiso de empoderar a los mexicanos no solo con soluciones financieras, sino también con la educación y el apoyo necesarios para mejorar su relación con el dinero y, por ende, con su propia salud mental. En un mes dedicado a la conciencia sobre el bienestar psicológico, es vital recordar que la salud financiera es un pilar fundamental de una vida plena y equilibrada.