Del gasto al valor: cómo el marketing impulsa resultados medibles de negocio

Cada peso del presupuesto de marketing, bien gestionado, tiene el potencial de generar ingresos, atraer clientes leales y fortalecer la competitividad

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CDMX, 4 de octubre de 2025. La planificación de presupuestos de marketing para 2026 se da en un escenario complejo debido a la inflación persistente, mercados inestables y una creciente presión por optimizar cada peso invertido. En estas condiciones, no sorprende que muchos consejos directivos y áreas financieras cuestionen la verdadera rentabilidad de las iniciativas de marketing. La percepción, todavía arraigada en varias organizaciones, es que estas acciones generan más ruido que beneficios al negocio.

Sin embargo, esa visión parte de un paradigma superado. Hoy, cuando el marketing se diseña y ejecuta con un enfoque estratégico, tiene el potencial de generar beneficios tangibles que van más allá de la visibilidad de marca; puede impulsar directamente objetivos de negocio como crecimiento de ingresos, atracción de talento, apertura de mercados y confianza de inversionistas.

De hecho, un análisis de McKinsey & Company muestra que cuando un director ejecutivo integra el marketing como parte central de la estrategia de crecimiento de la empresa —es decir, no lo ve solo como un área de apoyo, sino como un motor clave para atraer clientes, diferenciarse, fortalecer la marca y generar demanda—, la compañía tiene el doble de probabilidades de registrar un crecimiento anual de ingresos superior al 5%, en comparación con aquellas cuyos líderes no le dan al marketing un papel tan estratégico.

El marketing ya no es un costo, es el capital que impulsa el futuro de tu empresa

Históricamente, el marketing ha sido visto por algunos líderes de empresas como un gasto discrecional, una herramienta útil para la visibilidad de la marca, pero cuyo retorno de inversión (ROI) era difícil de cuantificar. Sin embargo, en el panorama actual, esta visión es obsoleta.

De acuerdo con Héctor Meza Curiel, director general de InfoSol, “la combinación de herramientas digitales y analítica avanzada ha transformado la función del marketing. Ya no se trata de lanzar campañas para ‘ver qué sucede’, sino de invertir de manera estratégica para generar resultados concretos que impacten directamente en la rentabilidad del negocio”.

La clave, según este experto en marketing, está en adoptar una mentalidad de inversión. Cada peso asignado al presupuesto de marketing debe concebirse como un capital que, bien gestionado, puede impulsar ingresos, atraer clientes leales y fortalecer la posición competitiva de la empresa. Bajo este enfoque, el marketing deja de ser un costo percibido y se convierte en una fuente tangible de crecimiento.

La evolución de las relaciones públicas: el director de orquesta

Un ejemplo claro de esta evolución está en las relaciones públicas. Durante años, se asociaron de manera casi exclusiva con la cobertura mediática o la gestión de reputación. Hoy, el alcance es mucho mayor. Las RP construyen narrativas en múltiples canales de comunicación, amplifican la credibilidad de la empresa frente a clientes y stakeholders clave, y alinean mensajes que refuercen la propuesta de valor en momentos decisivos de compra o inversión.

En otras palabras, ya no se trata únicamente de “aparecer” en los medios, sino de diseñar una presencia que influya directamente en decisiones comerciales y financieras.

Para Meza Curiel, colocar a las RP en el corazón de la estrategia de negocio ofrece ventajas concretas:

• Mayor eficiencia y retorno de inversión: Al alinear todas las iniciativas bajo una narrativa, se evitan duplicidades y se potencia el impacto de cada acción, haciendo que el gasto en marketing sea más efectivo y medible.

• Diferenciación y conexión con el mercado: Una narrativa de marca sólida fortalece la historia de la empresa, facilita la distinción frente a la competencia y genera una relación más profunda y significativa con los clientes.

• Incremento de la confianza y el valor de los clientes: Una reputación consistente y creíble genera confianza en clientes, socios e inversionistas, favorece relaciones duraderas y eleva métricas clave como el valor de vida del cliente y la retención.

Para 2026, la pregunta clave no es si invertir en marketing, sino cómo hacerlo de manera que genere valor real para la empresa. El desafío para los líderes no se limita a hacer más con menos, sino a optimizar cada recurso para impulsar resultados medibles. Al dejar de considerar el marketing como un gasto y posicionar las relaciones públicas como el eje de la estrategia de comunicación y marca, las compañías pueden transformar la incertidumbre en una ventaja competitiva tangible.

“La planificación de presupuestos para el próximo año es la oportunidad para demostrar que un marketing ejecutado con coherencia y precisión contribuye directamente a la rentabilidad, fortalece la posición en el mercado y respalda decisiones estratégicas de negocio”, finaliza el directivo.

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