Ciudad de México, 4 de diciembre del 2025.- La Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID) hizo un llamado a consolidar una revisión del T-MEC que fortalezca al sector de dispositivos médicos como un pilar del desarrollo económico, la innovación tecnológica y la seguridad sanitaria de América del Norte, en un momento decisivo para modernizar el marco de cooperación regional y reforzar la competitividad del ecosistema de salud.
En el contexto de las discusiones preparatorias rumbo a la revisión del Tratado en 2026, la AMID subrayó que los dispositivos médicos no solo son insumos esenciales para la atención médica, sino un motor estratégico de crecimiento industrial y valor agregado para México. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el país es hoy el principal exportador de dispositivos médicos de América Latina y el sexto a nivel mundial, con un superávit comercial superior a los 5,400 millones de dólares, posicionándolo como un nodo clave en las cadenas productivas del T-MEC.
“El sector de dispositivos médicos representa uno de los ejemplos más claros de cómo la integración regional impulsa competitividad, innovación y resiliencia sanitaria. La revisión del T-MEC debe consolidar este modelo y fortalecer reglas que permitan seguir generando valor económico y bienestar para la región”, señaló Joao Carapeto, presidente de la AMID.
En términos de impacto económico, el sector genera más de 175,000 empleos calificados en México, con una sólida concentración en áreas de alta especialización como manufactura avanzada, regulación sanitaria, ingeniería biomédica y diseño de tecnologías médicas, articuladas en clústeres industriales estratégicos en estados como Baja California, Chihuahua, Jalisco y Nuevo León.
Esta infraestructura productiva ha consolidado a los dispositivos médicos como un pilar del desarrollo industrial, la atracción de inversión y la competitividad regional, posicionando a México como un socio clave en la construcción de cadenas de valor más resilientes, eficientes y estratégicas para América del Norte.
En línea con este posicionamiento, la AMID destacó que el valor que México aporta a Estados Unidos a través del T-MEC y de los dispositivos médicos se basa en una relación de alta complementariedad estratégica.
México contribuye a fortalecer la resiliencia sanitaria norteamericana al diversificar la producción y reducir dependencias de otras regiones, incrementando la eficiencia operativa mediante cadenas de suministro más cortas y costos logísticos más competitivos.
Esta integración impulsa esquemas de innovación compartida, manufactura avanzada y transferencia tecnológica, al tiempo que maximiza el valor agregado regional y fortalece el sostenimiento de cadenas productivas en ambos lados de la frontera. La convergencia regulatoria entre COFEPRIS, U.S: Food & Drugs Administration (FDA) y Health Canadarefuerza estándares comunes de calidad y seguridad, consolidando una región más integrada, confiable y competitiva.
Desde una visión de política pública, la AMID subrayó que las contribuciones del sector están alineadas con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo y el programa “República Sana”, al fortalecer la detección temprana y prevención de enfermedades crónicas, optimizar la eficiencia del sistema mediante digitalización e interoperabilidad y modernizar la infraestructura hospitalaria con tecnologías médicas de alto impacto.
Estas capacidades no solo elevan la calidad de la atención, sino que reducen presiones estructurales sobre el sistema de salud, fortalecen su sostenibilidad financiera y mejoran su capacidad de respuesta ante los desafíos epidemiológicos que enfrenta el país.
Frente al proceso de revisión del tratado, la AMID reiteró su respaldo a los esfuerzos del Gobierno de México para construir una postura sólida y unificada del sector salud y propuso avanzar en una agenda que priorice la convergencia regulatoria, la certidumbre comercial, las contrataciones públicas transparentes y el impulso a la innovación médica como eje diferenciador del desarrollo regional.
“El T-MEC debe ser una plataforma que consolide reglas claras, promueva la inversión productiva y fortalezca la integración de la innovación médica como motor económico y sanitario. AMID está lista para seguir aportando conocimiento técnico, diálogo estratégico y propuestas con visión de futuro que eleven el valor de los dispositivos médicos como un activo clave para México y América del Norte”, concluyó Carapeto.

